El tiempo pasa a una velocidad apabullante. Algunos disfrutan del día a día, no tienen problemas de verlo desaparecer entre sus manos. Sin embargo, otras personas no pueden soportar la situación, el no poder controlarlo. Este tipo de fobia es lo que se denomina como cronofobia.
Se trata de una condición psicológica y como cualquier otro tipo de miedo sus síntomas están relacionados con el pulso rápido, la dificultad para respirar y una intensa sensación de temor y angustia. Como buena fobia, se trata de una respuesta a una condición psicológica subyacente de existencia previa o en respuesta a un caso concreto.
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Dentro de un año ocurrirá un evento decisivo que cambiará tu vida, eres incapaz de mantener la compostura día a día hasta esperar su llegada. Tienes verdadero miedo a que esto suceda. Pues, estos son síntomas claros de cronofobia. ¿Cómo puedes tratarla? Existen tratamientos específicos que pueden combinar terapia y medicación.
Claramente, las fobias necesitan un gran margen espacio temporal para eliminarlas. La cronofobia es un miedo injustificado, innecesario, secuelas de un gran golpe psicológico. Además, se le relaciona de manera directa con la claustrofobia. Si sientes que tu cuerpo se agota junto a cada minuto que fulmina el reloj, busca una solución.
Sin duda, es un terrible problema de salud que afectará de manera directa a tu rutina. Tu vida social se verá interrumpida duramente por esta enfermedad. Y es que el ser humano es más que curioso, nunca llegaremos a descifrar todos sus enigmas.
La debilidad de las personas puede ser inquietante. Como figuras como el tiempo y el espacio, que no existen materializadas, pueden llegar a consumirle sin que la propia persona sea capaz de interponer una barrera psicológica que lo frene.
En ocasiones, somos incapaces de frenar nuestros miedos, estos nos hacen indefensos ante la vida. Las fobias dominan nuestro mundo, y existen de todos los nombres y colores. Porque algunas tienen ese intenso tono negro que hace que la persona se apague sin poder volver a levantarse.
Pongámonos las pilas, conecta el despertador, hazle frente al peso de las agujas, al reloj de cada día. No merece la pena regalar minutos a la ansiedad y a todos esos síntomas innecesarios. Las fobias pueden eliminarse, solo hay que mirar directamente a los miedos y olvidarlos.
