Simplicidad, transparencia y sostenibilidad. Son los pilares del nuevo MINI que ha diseñado Paul Smith. La marca británica de BMW y el diseñador de moda famoso por el lema “sé tu mismo” llegaron a un acuerdo de colaboración el noviembre del año pasado y ya han mostrado en Londres el resultado: el MINI STRIP. Un coche sostenible que reduce el automóvil a lo esencial sin renunciar al lujo.
Se trata de un diseño experimental que a partir de la versión eléctrica de MINI crea un nuevo diseño basado en el respeto al medioambiente y la eficiencia. Designboom ha tenido acceso a su debut en la pasarela de Londres y cuenta todas las ventajas en diseño y sostenibilidad que Paul Smith ha sumado a la industria del automóvil. “Estoy increíblemente agradecido por la oportunidad de rediseñar el icónico MINI”, contaba el diseñador:
Conozco y amo el coche actual, pero respetando el pasado y mirando al futuro hemos creado algo muy especial. Me siento privilegiado por el hecho de que el equipo de MINI me haya dado la confianza y la libertad de pensar de forma diferente cómo enfocar el diseño del coche. Creo que juntos hemos creado algo realmente único, volviendo a lo básico, reduciendo las cosas y desnudando el coche.
Todo comenzó, literalmente, desde cero. Paul Smith desmembró el Mini Cooper SE hasta dar con su estructura básica para trabajar a partir de ella, únicamente con los elementos absolutamente imprescindibles. La meta: un diseño minimalista, más ecológico y eficiente.
Para ello Smith ha hecho de los materiales en bruto una pieza fundamental del diseño. Ha dejado la carrocería inacabada, sin aplicar siquiera una capa de color más allá de una fina película que protege al coche de la corrosión. Las marcas de amoldado de la fábrica permanecen en los paneles galvanizados de acero y quedan a la vista los tornillos, pues el MINI STRIP está orgulloso de ser un objeto funcional que prescinde de todo lo incensario para el día a día y que, una vez termine su vida útil, podrá desmontarse y reciclarse sin dificultad. Esto Smith lo ha definido como “la perfecta imperfección”.
Tanto la icónica banda negra de MINI como el faldón delantero y el trasero y el resto de la carrocería se han impreso en 3D a partir de plástico reciclado. Todo elementos visuales que dan distintas texturas al diseño. Además, la rejilla del STRIP y sus llantas están pensadas para reducir la resistencia aerodinámica.
Se ha utilizado también plexiglás reciclado para un amplio techo panorámico que permite ver desde fuera la estructura de la carrocería. Y, con el fin de reducir los costes y aumentar la autonomía del vehículo eléctrico, se ha empleado el mismo material para la parrilla del radiador y los tapacubos en negro.
Al abrir las puertas del MINI, aparece en el lateral una elegante composición de cinco colores formando las emblemáticas rayas de Paul Smith. Y, por su parte, al abrir la tapa de carga surge un elegante verde neón. Cada detalle ha sido cuidadosamente preparado. Hasta el punto de que el dibujo grabado de un enchufe eléctrico en la tapa es obra del propio diseñador.
Una vez en el interior, se puede comprobar que la filosofía de “la perfecta imperfección” se mantiene dentro y fuera del vehículo. El interior del MINI STRIP también queda elegantemente desnudo. Tiene la carrocería de color azul y se han eliminado todas las piezas de revestimiento, excepto el salpicadero (una gran sección semitransparente con un acabado de cristal ahumado), los contornos de las puertas y la bandeja trasera. La propia carrocería es el principal componente visual del habitáculo.
En lugar del clásico cuadro central de los otros MINI, en el STRIP el lugar de honor lo desempeñará el smartphone del conductor desde el momento en que se conecte con el coche. Con el teléfono móvil no se requiere ni velocímetro. Los únicos mandos físicos del interior van ubicados en la parte inferior de la consola central, donde se encuentran los interruptores de los elevalunas y el botón de arranque y de parada. La idea es producir un efecto original que Paul Smith califica como estar “desnudo y vestido” al mismo tiempo.
Todos estos elementos están fabricados con corcho reciclado y es una de las mayores apuestas del diseñador por su valor ecológico como sustitutivos del plástico y los aglutinantes sintéticos.
El corcho se puede extraer sin matar al árbol. Cuando moldeas el material, su savia natural se convierte en el pegamento y, así, se moldea de un modo muy orgánico.
Para acabar, el volante completa este diseño minimalista. Su aro se encuentra envuelto en una cinta “de manillar”, inspirada en las bicicletas de carretera. Tiene tres radios de aluminio y su revestimiento de malla permite ver el airbag que hay detrás. Y, de nuevo, encontramos los tornillos visibles, presumiendo de su sencillo desmontaje y reciclado.
Nada de esto tiene que ver con la moda, nos recuerda Smith, sino que “es una declaración sobre cómo replantearse la sostenibilidad”. Pero basta ver las imágenes para recordar que el concepto de lujo no está reñido con la ecología.
El concepto de lujo es muy diferente. ha cambiado drásticamente en los últimos 20 años; ahora todo depende de la perspectiva -reflexiona el diseñador-, se trata de tener confianza para experimentar.
El resultado habla por sí mismo. De momento, se trata meramente de un concept car que no se convertirá en un modelo a la venta para circular por carretera, pero diseños así abren nuevos caminos a la tecnología y a cómo incorporar nuevos valores a la industria automovilística para reconducirla a un modelo más sostenible.
