Hoy es el día perfecto para aventurarte en algo que desde tiempo deseas hacer pero que siempre acabas dejando para un incierto más adelante. No se trata de empresas lujosas, viajar a destinos remotos, conducir un Ferrari o dormir en un castillo. Eso está muy bien, pero ya lo haremos cuando nos toque la lotería. Nos referimos a otras cosas, a pequeñas transgresiones, deseos no cumplidos, retos apenas planteados: todos esos "algún día + futuro simple": "algún día saltaré en ala delta", "algún día me iré de vacaciones solo", "algún día aprenderé a bailar tango". La lista es infinita, pero aquí te presentamos un puñado cosas que todo el mundo debería hacer antes de morir, de las que seguro que aparecen cuando veas tu vida en imágenes antes de ir hacia la luz.

1 - Rápate el pelo al cero o tíñetelo de rubio platino

Telly Savalas es Kojakpinterest
Getty Images
Venga, que sabemos que desde que de niño viste Kojak siempre has fantaseado con afeitarte la cabeza.

Obviamente no las dos cosas a la vez, sino una u otra. ¿Cómo saber si te queda bien el pelo rapado? Cuando uno se afeita la cabeza, tiene nuevas sensaciones, la piel de la cabeza está en contacto con el exterior, sin la protección del pelo. Se nota el aire, se siente el frío y hay que protegerse del sol a conciencia, pero también proporciona sensaciones muy agradables. Y luego está la comodidad de lavarte el pelo en cuestión de segundos, sin necesidad de champú o suavizante, pasándote la esponja por la cabeza y punto. Sé Telly Savalas por una semana, o si no, emula a cualquier futbolista y hazte un corte de pelo cantón de verdad, de esos que hacen que la gente se gire a tu paso. Venga, hombre, que solo será una vez en la vida y a lo mejor cuando por fin te decidas ya no tienes una frondosa cabellera que lucir.


2 - Construye algo desde cero

Trabajo manualpinterest
Getty Images
He de reconocer que a mí esto aún me queda muy lejos.

No, la mesa de Ikea no vale, eso no es construir, eso es juntar piezas preparadas. El margen de error es pequeño, y la imaginación, ninguna. Crea algo de la nada, ya sea un mueble (compra los tablones, líjalos, únelos, y hala, ya tienes una estantería). Teje un jersey. Moldea un jarrón con barro. Vivimos en una sociedad donde compramos todo lo que necesitamos. No sabemos crear a partir de la nada. Y todos podemos hacerlo. Y cuanto más patoso te sientas, más satisfacción te dará el resultado. Porque, a veces, no somos torpes, solo nos lo creemos.


3 - Haz un viaje en coche sin destino fijo

Road trippinterest
Getty Images
Anímate a hacer un viaje con amigos, sin destino fijo. De ahí salen siempre las mejores anécdotas.

En los tiempos pre-internet era bastante normal. Nos juntábamos un grupo de amigos y recorríamos la cornisa norte, o Alemania, sin planificar. Llegas a un sitio que te gusta, buscas alojamiento, te quedas el tiempo que quieras, sin más obligación que estar en tu puesto de trabajo el día que se acaban las vacaciones. Verás como es un poco vivir tu propia road-movie, con aventuras que no suceden cuando se tiene todo programado.


4 - Nada en el mar desnudo

Hombre en un lagopinterest
Getty Images
Nadar desnudo, una de las cosas más agradables que hay y, si no te ponen una multa, ¡gratis!

Si aún no lo has hecho, ya te habrán dicho lo que te pierdes. Venga, busca una playa solitaria, o nudista, y lánzate a ello. Pero que no se te olvide la protección solar, sobre todo, en esas partes que nunca han visto la luz.


5 - Planta un árbol y tala otro (siempre que no sea delito)

Talando un árbolpinterest
Getty Images
Cuidado, que no se pueden talar árboles así como así, tiene que ser en lugares específicos.

Vamos con un clásico. Si aún no has plantado un árbol, ya estás tardando, es algo bueno que todos deberíamos hacer por este planeta que nos estamos cargando a golpe de plástico, aerosol y vuelos baratos. Pero no solo crear mola, como ya habrás notado si alguna vez has tenido que derribar un muro, destruir también tiene su gracia. Libera endorfinas. Pero solo se puede hacer de forma controlada, que hay muchas especies protegidas. Normalmente, en España no se permite talar árboles de más de diez años.


6 - Dona sangre

Donar sangrepinterest
Getty Images
La primera vez da un poco de canguelo, pero no es nada. Un pinchacito y ya está.

Sí, es algo que sabes que deberías hacer, y sin embargo, cuando pasas al lado del autobús de la Cruz Roja, siempre te dices: "¡Qué mala suerte, justo hoy, con la prisa que tengo!". A mí me aterran las agujas y cuando por fin doné sangre, fue un poco porque estaba entre la espada y la pared. El autobús estaba en la facultad, todos mis amigos iban, y yo, que tantas veces había manifestado mi intención de hacerlo, tenía que apechugar. Como todo lo que te da miedo, luego no es para tanto. Te quedas un poco flojo, pero feliz, sabiéndote más humano, más desprendido, más sabio. Menos villano.


7 - Trabaja como extra en un rodaje

Rodajepinterest
Getty Images
Haz de extra en un rodaje, es una experiencia para saber de primera mano lo agotadora que es cada toma.

A todos nos gustaría ser estrellas del celuloide. Bueno, no a todos, pero a la mayoría nos interesa mucho ver un rodaje "desde dentro": atisbar a ver al famoso de turno en carne y hueso, que todo se detenga de pronto por el sonido de la claqueta y el grito de "¡Acción!", el silencio que casi se puede palpar mientras los actores (entre los que te encuentras) representan su papel. Si es tu trabajo habitual puede ser muy cargante, pero participar en un rodaje es, sin lugar a dudas, una de esas cosas a hacer antes de dejar este escenario, como diría Shakespeare.


8 - Vive en un país extranjero

Hombre en Japónpinterest
Getty Images
Todo el mundo debería vivir algún tiempo en otro país, verse en situaciones de "auténtico primo". Se aprende a ser más paciente, más tolerante, más abierto de miras.

Sí, viajar está fenomenal, pero la única forma de conocer otra ciudad es vivir allí un tiempo. Es una experiencia que nada tiene que ver con el turismo y sí mucho con el conocimiento. Ya sé que es algo difícil si solo tienes un mes de vacaciones, pero si eres de los que pueden trabajar en cualquier lado con una conexión a internet, aprovéchate de lo mejor que tenemos los autónomos, la movilidad, y pásate no menos de seis meses en otro país. Eso abrirá tu mente como no lo ha hecho nunca ninguno de esos destinos que muestras dichoso en Instagram. Porque doce días en la India no te cambian la vida como lo hacen seis meses en Lisboa.


9 - Desconecta durante una semana

Desconectado en el campopinterest
Getty Images
Desconecta durante una semana. Ni teléfono ni internet.

Ni internet, ni móvil, ni correo electronico, ni redes sociales, ni televisión. Aunque solo sea una vez en la vida, regálate una semana así. Si puede ser en el campo, mejor que mejor. Ve con tus mejores amigos, con tu pareja, con tus hijos. Vas a volver a disfrutar de las conversaciones en la cena, de uno de esos maravillosos libros largos que te llevan a otro mundo, de paseos, de ejercicio. Sin ninguna preocupación. Ojo, al principio cuesta, todos estamos más enganchados a la tecnología de lo que nos creemos, pero a partir del segundo día, te darás cuenta de que eso es vivir.


10 - Déjale una nota amable a un extraño

Mensaje secreto en libropinterest
Getty Images
De la sorpresa se te puede derramar media copa de vino tinto en la primera página.

Ya sea en un refugio de alta montaña, en un restaurante, en el libro de firmas de una exposición, entre las páginas de un diccionario en una biblioteca, donde sea. La idea me vino cuando una vez me encontré una curiosa misiva en un bolso recién comprado en un mercadillo vintage: "Espero que te guste el bolso, y que tengas un buen día". Lo firmaba una tal Elena, que debió ser la anterior propietaria. Me gustó que fuera tan amable y ese día decidí emularla cuando se me presentase la ocasión.


11 - Léete de verdad El Quijote

El Quijotepinterest
Getty Images
Si aún no te has leído El Quijote, aprovecha estas vacaciones, que no tiene nada que ver con lo que asimilaste en el instituto.

Sí, todos decimos que lo hemos leído porque nos lo mandaron en el colegio, pero ¿cuántos lo hicieron? La mayoría leía en diagonal, lo suficiente para aprobar la asignatura y eso no cuenta. Éramos demasiado jóvenes para disfrutar de la prosa del genial Cervantes, pero prueba ahora. Sin prisas, incorpora cada día un capítulo de El Quijote a tu rutina, ya verás como enseguida te engancha y te acabas los 74 capítulos en menos de un mes.


12 - Monta en globo, en ala delta o tírate en paracaídas

Ala deltapinterest
Getty Images
Vuelo sin motor, ala delta, tirarse en paracaídas, algo de eso hay que hacer al menos una vez en la vida, si tienes fuerte el corazón.

Siempre y cuando no tengas vértigo, claro está. El subidón de adrenalina está garantizado, pero es que además, verás el mundo en perspectiva, serás consciente de tu fragilidad y eso te permitirá disfrutar cada momento como el regalo que es.


13 - Trabaja como voluntario en alguna ONG

Voluntarios recogiendo basura en la margen de un río.pinterest
Getty Images
Voluntarios recogiendo basura en la margen de un río.

Ya os conté mi experiencia de trabajar con refugiados, una de las más satisfactorias que he tenido en la vida. En realidad tenemos mucho más tiempo del que nos creemos, lo que pasa es que a veces lo desperdiciamos con telebasura o deambulando por internet, y nos parece que vamos de cráneo. Pero haz la prueba, dedica tu tiempo a otras personas, puedes leer a ancianos, ayudar a niños con problemas de integración, hacer compañía en hospitales, preparar comidas. En el portal Haces falta, seguro que encuentras alguna ONG que te llame la atención.


14 - Permanece despierto durante 24 horas

Hombre en la ciudad de nochepinterest
Getty Images
Pásate 24 horas despierto, para ver qué se siente.

¿Por qué? Porque es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida. Y cuando te ibas de juerga con 18 años no cuenta, entonces tenías otro cuerpo, otra energía, otras hormonas. Ahora verás que la falta de sueño te hace pensar y sentir cosas muy raras. Tómatelo como un experimento, no como parte de un nuevo estilo de vida.


15 - Participa en una carrera popular

Carrera popularpinterest
Getty Images
Si nunca lo has hecho antes, verás que es muy distinto a entrenar tú solo.

Si es tu primera vez, no te lances a una maratón, una de 10k ya está bien. Verás que la sensación de pertenecer a un grupo hace que te canses menos que cuando entrenas por tu cuenta. Además, te permite ver la ciudad desde otra perspectiva, -a mí siempre me gusta eso de ir saltándote los semáforos– y si la carrera es de montaña, la experiencia vale por dos.


16 - Date un homenaje gastronómico como si fuera tu última cena

Ostras y champánpinterest
Getty Images
No esperes a estar en tu lecho de muerte para darte el homenaje de tu vida.

Cuando te llegue la hora de reunirte con tu Hacedor probablemente no estés para trufas blancas y Don Perignon, pero si lo planeas con antelación, y te das ese homenaje, no te morirás sintiéndote defraudado por dejar este mundo sin haber catado semejantes exquisiteces. No hace falta que sea el restaurante más caro del mundo, pero por una vez no mires los precios que marca el menú. Como estamos en modo 'solo una vez en la vida', ve con algo que no hayas probado nunca.


17 - Escribe un poema

Poemapinterest
Getty Images
Quizás no todo el mundo pueda escribir un libro, pero sí que todos estamos capacitados para aventurar unos versos.

Siempre se ha dicho que hay tres cosas que hacer en esta vida: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Lo del árbol ya lo hemos tratado; lo del hijo, ¡ay! demasiada responsabilidad, así que no nos mostramos ni a favor ni en contra, cada cual lo que quiera, faltaría más. Pero lo del libro, no sé, tal vez es algo demasiado ambicioso, y tal como está el mercado editorial, un tanto desalentador. Empieza mejor por un poema, un epigrama, una oda, un soneto, lo que quieras. Pero será, de alguna forma, revelador y podrás decir que no vas a dejar este mundo sin dejar tu huella poética.


18 - Organiza un gran evento para toda tu gente

fiesta de amigos
Morsa Images
El número de personas no es lo más relevante, pero abre tu mente a la hora de elegirlas.

Puede ser una boda, un mega-cumpleaños, un nuevo inicio profesional… la excusa casi es lo de menos. Se trata de que reúnas a toda la gente que quieres y que te quiere para compartir un día de los que dejan huella. Organízalo con tiempo y mimo, idea una ceremonia que refleje con fidelidad y sin clichés sociales cómo son las relaciones que quieres celebrar, piensa en el entorno, en la música, en un fiestón. Esa una manera única de revitalizar lazos afectivos y de generar nuevos recuerdos.


19 - Envíale una carta a tu yo de 9 años

un niño despeinado
Click&Boo
Aunque parezca una paradoja de Regreso al futuro, podrá leerla.

"Querido XXX, dos puntos". Sí, puedes empezar así. Se trata que de le cuentes, a corazón abierto, por qué trance está pasando en ese momento, cuáles son las circunstancias que le están doliendo o le van a doler, que le expliques por qué se siente como se siente, de quién se debe fiar y de quién o qué se debe alejar. Pregúntale también cuáles son sus deseos verdaderos, lo que más le apasiona de la vida. Porque eso de reconectar con la niña o el niño que fuiste no es solo una frase hecha, es una guía imprescindible sobre todo cuando andas un poco desubicado.


20 - Haz el amor en una azotea

una pareja besándose en una azotea
Kathrin Ziegler
Ok, la imagen no puede ser más cursi.

O en una playa, o en un ascensor, la historia es que sea fuera de tus coordenadas habituales. Y sí, decimos "hacer el amor", nos da igual que la inquisición del desapego nos prenda fuego. La vivencia consiste en conectar física y espiritualmente con alguien en un espacio inédito para los dos. Dicho finamente, que además de polvazo, haya stendhalazo. Si hay un leve riesgo de ser pillados, bienvenida sea la adrenalina (pero deja la ropa a mano).


21 - Ve a un concierto en primera fila de tu grupo favorito

fans en un concierto de lady gaga
VALERIE MACON
Yo no me muero sin ver a Lady Gaga haciendo el pino puente.

Parece una obviedad, pero a veces dejamos pasar oportunidades que después no se vuelven a repetir. ¿Cuánta gente que no olvida a Amy Winehouse no estuvo listo a la hora de comprar entradas cuando vino a España? Ya, es un poco fúnebre, pero algunas excusas como que las entradas son muy caras, o que el concierto es lejos de tu ciudad, pueden amargarte mucho a la larga… Si de verdad amas a un artista, haz lo que sea necesario por verlo. Y cómete la cola para llegar a las primeras filas, aunque solo sea una vez. Estar tan cerca de alguien que tiene la capacidad de conectar con tus emociones más profundas es una experiencia salvaje.


22 - Cabalga a lomos de un caballo

una mujer en caballo por el campo
Thomas Northcut//Getty Images
¿Quién tiene mejor pelo?

Es uno de los clichés de la sensación de libertad. Ganada a pulso, porque lo que te recorre el cuerpo cuando el caballo empieza a trotar es indescriptible. Siempre que se haga con profesionales, no es necesario ser un maestro en equitación para poder montar en un espacio abierto, ya que hay picaderos especializados en esas primeras experiencias. Asume las agujetas y el dolor de rabadilla, pero prepárate para vivir un trance inolvidable.


23 - Canta en un escenario igual que en la ducha o en el coche

karaoke
Neville Elder//Getty Images
Y que sea un tema de Celine Dion para arriba.

La vergüenza. Ay, la vergüenza. Está claro que el miedo al ridículo nos frena a la hora de hacer unas cuantas cosas de esta lista, y en muchas ocasiones tiene sentido, pero de vez en cuando hay que darle una buena patada en el culo. Desgañitarte ante un público conocido o desconocido es un acto liberador inofensivo y maravilloso. Sobre todo si eres de los que se pasa el día cantando 'en la intimidad' como una diva del pop pero cuando toca hacerlo delante de los demás se queda en un susurro. No es un consejo, es una obligación: hazlo. En un karaoke, en una fiesta, donde sea. Pero a tope, como sabes. Agarra el micrófono y no te dejes nada dentro.


24 - Viaja solo

tourist admiring the sea in lanzarote, spain
© Marco Bottigelli//Getty Images

También es un cliché de este tipo de listas, pero es porque de verdad tiene efectos inesperados. Sobre todo en personas que se han subido a la inercia del día a día y no se permiten o no se atreven a pararse un segundo y hacer un mínimo análisis de sus propias vidas. Coger una mochila o una maleta e irte lejos de casa sin ninguna compañía puede ser una experiencia chocante y compleja si en el equipaje llevas ese pánico a la soledad o miedos más o menos fundados sobre los peligros que te pueden acechar. Si lo haces con cabeza y con el espíritu abierto, es una gran oportunidad para hacer ese doble viaje, exterior e interior. No te obsesiones con buscar nuevos amigos o gente que te 'escolte' en ese paréntesis. Relaciónate, sí, pero céntrate en ti. Si nos sabe qué país es el apropiado para hacerlo, aquí tienes una lista de los mejores destinos para viajar solo.


25 - Manda a la mierda a alguien que se lo merece

señora mayor haciendo los cuernos
Fabio Formaggio / EyeEm//Getty Images
No hace falta que esperes tanto como esta señora.

No hace falta ser grosero, o sí, todo depende del grado de merecimiento del futuro enviado a freír espárragos. La mayoría tragamos con ofensas, desplantes y feos durante toda la vida por parte de personas muy cercanas que no somos capaces de alejar de nuestro núcleo familiar o de amistad, pero al menos una vez en la vida hay que saber decir que no. Que basta ya. Que te den, no vuelvo más a Telecinco (gracias, Aramís). Si luego se arreglan las cosas, mejor que mejor, pero tienes derecho a plantarte con radical claridad ante alguien que te está amargando constantemente. Y decirle cuatro cositas bien dichas. Qué gusto, por favor.