¿Qué significa ser hombre? O mejor dicho: ¿qué entra en juego en el proceso, individual y colectivo, de llegar a ser un hombre? Es una pregunta doble y enorme. Y el simple hecho de preguntárselo es un paso, más que doble y más que enorme, para entender quién eres, cuál es tu lugar en el mundo, por qué has llegado a esa posición… Y también qué parte del recorrido has hecho a conciencia, en cuál te has dejado llevar, qué elementos te generan conflicto y cuáles felicidad… Un auténtico terremoto en el centro de la identidad de cada ser humano.

Para caminar por ese terreno inestable, resquebrajado por un volcán que, seguramente por fortuna para todos, está en plena erupción, hemos pedido al escritor Roy Galán (Santiago de Compostela, 1980) que nos haga de sherpa por un día. Toda su obra explora esa montaña de conceptos, con el feminismo y la memoria histórica como cumbres más visibles, y está presente tanto en sus comentadísimos post en Instagram, un auténtico centro de debate en esa red social, como en sus libros. El último, titulado Las moscas mansas, con fondo autobiográfico y forma de relato de terror, está disponible en la plataforma de audiolibros Storytel.

¿Vamos a hablar de masculinidad o de masculinidades?
Yo prefiero hablar de masculinidades porque al, hacerlo plural, hay una invitación a que la gente no lo vea como una nueva forma de ser delimitada. No estamos proponiendo en este discurso una nueva forma de ser correcta, que vete tú a saber cuál es, sino que estamos intentando ampliar el margen de la hegemónica o de la que existe o se nos impone. 'Masculinidades' hace volar más la imaginación.

¿Entonces no nos vas a adoctrinar? Qué decepción…
¡Guau! No, de hecho creo que desde el adoctrinamiento no se consigue casi nada. Esto es algo de lo que habla siempre Clara Serra: lo más transformador que hay es el deseo, no la culpa. Estratégicamente hemos visto que la culpa, cuando hablamos de masculinidades, lleva a unos enrocamientos muy perjudiciales, y sabemos dónde se coloca la gente enfadada. El deseo es mucho más transformador. Así que adoctrinar a nadie, esto es una posibilidad, una invitación a repensarnos. Colectivamente además, porque de nada sirve que Roy o quien sea se vaya a una esquina con un mecano a decir "mira qué bien, me he deconstruido", que muy bien, sino que esto es algo colectivo porque tiene que ver con la identidad.

"Esto es una invitación a pensar qué tipo de hombre quieres ser. Y eso es una apuesta por la libertad y la felicidad"
roy galán habla de masculinidades en la revista esquire
Valde

Hablando de enrocamientos, el simple hecho de que uses el concepto 'masculinidades' en vez de 'masculinidad' hará que más de uno descarte seguir leyendo. ¿Cuáles son los enrocamientos clásicos?
El enrocamiento primordial tiene que ver con el suelo. Es decir, cuando tú haces ver, iluminas o desvelas algo, si eso que desvelas contradice o cuestiona lo que el otro ve, intentará aferrarse a cosas conocidas, a una barandilla, a un flotador. E intentará sacar recursos porque a nadie le gusta ver el vacío bajo sus pies. Hablar de que no 'somos hombres', sino que 'hemos llegado a ser hombres', es una propuesta sobre un vacío. Pero que puede ser construido. Básicamente lo que pasa es que mucha gente tiende a decir que ellos son así y ya está. Van a lo personal cuando no ven la estructura. Al final lo importante es unir los puntos y ver la estructura. Es decir, si estamos en una sala diez hombres, o diez personas que son leídas como hombres, y a las diez nos atraviesas cosan similares, probablemente eso sea estructural y no sea porque "es que a mí me educaron así", o "yo lo he aprendido así" o "es que yo soy un hombre que no habla de sus emociones". Es que si ninguno hablamos, probablemente haya algo en la idea de ser hombre que tiene que ver con no mostrarse vulnerable o no mostrar lo que sientes.

De alguna manera es confundir el suelo con los pies.
Sí, totalmente. Yo creo que, sobre todo, es súper bonita la invitación a ser un hombre más libre, que esa es la idea. Esto no va a de echar culpas. Sí, tendremos que ver qué lugar ocupamos en la sociedad, cuál se nos ha dado y qué privilegios puede conllevar, pero también es una invitación a pensar qué tipo de hombre quieres ser. Y eso es una apuesta por la libertad. Esto es una apuesta por la felicidad.

Libertad, libertad…
(Risas) La de tomarte las cañas y la de ver qué tipo de hombre quieres ser.

¿Te imaginas que Ayuso da like a este artículo?
Me encantaría. Andrea Levy me sigue. Yo a ella no.

"Yo también he sido el hombre que se pretendía que fuera y creo que estudié Derecho por confirmar esa masculinidad"
roy galán habla de masculinidades en la revista esquire
Valde

Vamos al meollo. Ese suelo del que hablamos, ¿en qué momento notas que se resquebraja bajo tus pies?
Pues tardé tiempo porque, en esta construcción de la identidad, yo también he sido el hombre que se pretendía que fuera. Aunque yo no cumpliera con una serie de requisitos que tienen que ver con la masculinidad tradicional (tengo pluma, me gustaba saltar a la comba, tenía más amigas que amigos…), con todas estas cosas que hacen que el clan o la fraternidad te expulsen del lugar eminentemente masculino, yo pensaba que era culpa mía. Porque no era capaz de adoptar, con lo sencillo que sería, las cualidades de ese hombre que se te exige ser. Yo estudié Derecho un poco por confirmar esa masculinidad. ¿Qué había más alejado de todo lo creativo, de todo lo que me gustaba hacer de niño? Probablemente el Derecho era una cosa bastante gris, que está muy bien, quien quiera que lo haga, pero en mi caso construía ese disfraz de hombre. Después, gracias a leer, a poner en común los pensamientos de otros hombres, uní todos esos puntos. Y entendí que el problema no es mío, que se puede ser de otra manera. Que no quiero ser aceptado en esa idea de hombre si al final es una cárcel. Pero ha sido en la edad adulta, me hubiera encantado que alguien viniera al instituto a contarme todo esto, que no tenía que perder tantos años de mi vida siendo el American Psycho, sin matar a nadie pero metido en esa idea del éxito de lo que supone ser un hombre. Por eso es interesante estar hablando aquí de esto ahora, porque es el momento de que los hombres empiecen a cuestionarse qué es ser hombre.

¿Puede ser que sin esas dificultades, sin esa necesidad de reubicarte, no se hubieran disparado tu creatividad o tu conciencia, las que ahora definen tu posición como escritor?
Uf, yo no soy partidario de ese relato de recojo un premio y “doy gracias a todo el mundo que me hizo daño porque hoy estoy aquí”. Ojalá a mí no me hubieran hecho daño, o no hubiera perdido tantos años de mi vida en la facultad de Derecho. Pero sí es verdad que debe de existir una reflexión sobre uno mismo para llegar hasta ahí. ¿Cómo pasa eso? Yo siempre digo que, en el 'llegar a ser hombre', hay una idea de inmortalidad muy asumida: si tú eres un hombre que nunca se ha cuestionado qué es ser un hombre (el ejemplo de siempre es el hombre blanco heterosexual de clase media), probablemente no has tenido ningún tipo de conflicto que te haya hecho mirar hacia otro lado. Tu vida ha sido una autopista sin peajes. De pronto, el primer peaje que quizá tienes que pagar es hacerte mayor, esa crisis de los 40 que al final también es una crisis muy masculina. Porque habla de "oye, igual me muero, igual todo esto que parecía una autopista no lo es". Para llegar a esa inquietud, a ese lugar de duda, a veces, y por desgracia, la vida te tiene que parar de alguna manera. Te tienes que detener. Si la vida no te fractura de alguna manera, es un poco difícil que llegues a eso porque no lo ves.

"Elisabeth Badinter dice que los hombres siempre se construyen a sí mismos en negativo, es decir, mediante prohibiciones: un hombre nunca es un niño, nunca es gay y nunca es una mujer"

Alianza XY. La identidad masculina

XY. La identidad masculina

Alianza XY. La identidad masculina

22 € en Amazon

Para repensar la masculinidad, vamos primero a desmontar la clásica. ¿Cuáles son las piezas que la convierten en 'tóxica'? Que es otro concepto que genera mucho rechazo…
A mí tampoco me gusta mucho el término 'masculinidad tóxica' porque aleja al otro de ti. No podemos alejarnos de la mierda: es señalar a una persona que tiene masculinidad tóxica y a otra que no, cuando es mentira, todas las personas hemos socializado en el mismo mundo y estamos atravesadas por cosas muy parecidas. Elisabeth Badinter escribe un libro que se llama XY y hace una comparación muy lúcida de lo que supone ser hombre. Dice que los hombres siempre se construyen a sí mismos en negativo, es decir, mediante prohibiciones: un hombre es más hombre para sí mismo y para el resto cuando se prohíbe más cosas. Un hombre nunca es una mujer, un hombre nunca es gay y un hombre nunca es un niño. Toda su vida estará demostrando que no es una mujer, que no es gay y que no es un niño. Es agotador. Y, por otro lado, terrible.

¿Nos puedes poner ejemplos para entenderlo mejor?
Si te fijas, cualquier cosa de la masculinidad tradicional la puedes encajar en esa gaveta, en ese cajón. Por ejemplo, correr más con el coche o tirarte del balcón en un hotel a una piscina, eso son demostraciones de "no soy un niño, mamá". Decir lo que le harías a una tía con tus colegas y sumar, como en las cartas, subo la apuesta, eso es que nadie piense nunca que soy gay. Y que no sea una mujer significa prohibirse cualquier cosa que esté vinculada a lo femenino. Incluso la preocupación misma es visto como algo femenino: cuanto menos te preocupas por algo, más hombre eres. A niveles afectivos, pues da pánico, ¿no?


"No podemos invitar a los chicos de 15 años a que exploren otra forma de ser hombres si el castigo es la que las mujeres los considerarán indeseables"
roy galán habla de masculinidades en la revista esquire
Valde

¿Qué piezas de ese mecano de la masculinidad clásica dirías que son salvables, que pueden funcionar bien en las nuevas estructuras?
¿Qué podríamos salvar de la masculinidad tradicional? A nivel práctico, quizá esa idea de poder con todo. Esa especie de entrega sin cuestionar los propios cimientos de quién eres, ese tirar hacia adelante. Pero ese es un viaje muy solitario. Tampoco diría que es algo positivo, porque además también es muy individualista. Es una construcción del mundo en la que eres un héroe. Esa idea del héroe habrá gente que le parezca bien, hay muchos relatos que se venden ahora como el ideal, “tienes que ser un héroe”, “tú puedes con todo”, "tú no tienes que necesitar a nadie"… Yo tampoco comparto mucho esa idea del héroe como algo positivo. Y creo que realmente esa masculinidad es una jodienda, yo salvaría poquitas cosas. Que habrá que convivir con algunas porque tampoco se puede abolir nada, no existe el botón de abolir… Es más divertido mezclarlo todo. Sobre todo que la gente no se tome tan en serio y que ser hombre no signifique nada. Si llegamos ahí, a que no signifique nada, habremos avanzado un montón.

¿Qué papel juegan las mujeres en la reconstrucción de la masculinidad?
La masculinidad no solo atraviesa a los hombres, también atraviesa a las mujeres cuando por ejemplo se tienen que colocar en lugares de poder, cuando tienen que ser leídas desde un lugar de poder. Como quien ha adoptado el poder siempre ha sido el hombre, adoptan una masculinidad tradicional para poder ser entendidas en códigos de poder. También participan en el deseo: cuando las mujeres heterosexuales dicen "no quiero un chico bueno, quiero un chico que me dé caña", a través del deseo están participando en la construcción de una masculinidad tóxica o tradicional. No podemos invitar a los chicos de 15 años a que exploren otra forma de ser chicos si eso supone que "no me van a tocar ni con un palo". ¿Cómo desmontamos eso? Si por un lado la invitación es "sé este tipo de hombre porque vas a conseguirlas a todas" y por otro es "sé este otro tipo de hombre en el que el castigo va a ser que nadie te va a tocar nunca ni con un palo y vas a ser un hombre indeseable"… Ahí tenemos que participar todos los seres humanos para construirlo colectivamente.

¿Cómo se puede transmitir este mensaje que parece de sentido común sin que encuentre tantísimas resistencias en tanta gente?
No se trata solo de teorizar o de dar soluciones mágicas porque no las hay, ni de dar a la gente una nueva forma de ser. Se trata de poner ejemplos de su vida cotidiana que se han automatizado, que van con el piloto automático, que generan frustración, rabia, ira y dolor a su alrededor. Y ver de dónde proviene eso. Tenemos que poner ejemplos prácticos en los que la masculinidad nos atosiga, nos agota, y ver la posibilidad de que eso puede ser transformado. Si hablamos de "ser hombre", es inmutable, no hay cambio posible. Pero si hablamos de "llegar a ser hombre", se puede desandar, se puede coger otro camino. Los ejemplos sirven para ver que no es que "tú no sabes", no es que "tú eres un tipo frío", sino entender que ese 'misterio masculino' está construido, es un misterio estructural. Si nunca hablas de tus sentimientos, igual es que te han enseñado a ser así y eso está afectando a tu relación con tu madre, con tu padre, con tus hermanos y con tus parejas. ¿Qué posibilidad hay de que yo vaya a eso y lo desanude? Eso es lo interesante. Para visualizarlo hay que ir a los ejemplos prácticos, hay que ir a una discoteca o a un reality a señalar un comportamiento. Si no, la vida sería como un río rápido en que tú no puedes escoger nada; esto es una forma de agarrar algo y decir voy a mirarlo. Voy a mirarme.

"No se trata solo de teorizar. Hay que ir a los ejemplos prácticos, a una discoteca, a un reality…"
instagramView full post on Instagram

Por terminar en positivo (o no). ¿Tú eres optimista en este tránsito de una masculinidad única y hegemónica a un abanico de masculinidades?
Sí, claro, por eso estoy aquí. Y no estoy vendiendo un producto mágico, simplemente estoy invitando a que la gente se acerque a esta realidad y lo analice. Yo creo que nos toca ya, y que la gente joven viene además con muchísimo ímpetu, con un conocimiento y unas herramientas que no teníamos. Y van a transformar el mundo. Es verdad que otras luchas están construidas de una manera más sólida y son mucho más visibles, pero creo que el tema de 'qué es ser hombre' y 'cómo llegamos a ser hombres' es la gran pregunta de este siglo. Tiene que serlo. Y es urgente que esto esté ya desde el principio, desde cero, porque ya tenemos un destino antes de nacer, ya tenemos un humo rosa o un humo azul cuando ni siquiera estamos aquí.

Una duda final: ¿cómo es para ti el 'hombre Esquire'?
¿Que cómo es el 'hombre Esquire'? Bueno, yo creo que…

Puedes darnos caña, no te cortes.
Creo que es un hombre que pierde un poco el miedo a parecer interesado por algunas cosas y que probablemente tendría que romper aún más esa barrera. Pero es un buen inicio.

roy galán habla de masculinidades en la revista esquire
Valde