Las 15 mejores escenas de sexo no simulado de la historia de Hollywood

En esta película indie canadiense, dos jóvenes tienen sexo. Una y otra vez. De hecho, hay tan poco argumento que la película es sólo una larga escena de sexo. Y las escenas son, de hecho, muy reales. "Los actores confiaron en mí implícitamente", dijo por aquel entonces el director Clement Virgo. "Nunca tuvimos la conversación: 'Vais a tener sexo'. Pero no podían ser tocamientos falsos. Tenía que ser sincero. Si creía en lo que hacían, seguía grabando. Si no lo creía, dejaría de rodar. Pero era demasiado embarazoso decir: 'Haz una mamada'".

Dirigida por Lars von Trier y protagonizada por Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg, la controvertida Anticristo cuenta la historia de una pareja en duelo por la pérdida de su hijo pequeño. La película se abre con una escena de sexo explícito y cuenta con algunos primeros planos de sexo con penetración (en los que aparecen dobles de cuerpo y no los actores originales). La trama es increíblemente perturbadora, por lo que probablemente sea mejor que el sexo no sea exactamente real, pero la actuación de Gainsbourg es increíble: se siente realmente su dolor y su locura.

Este clásico del sexploitation europeo presenta penetraciones duras y felaciones en primer plano, que fueron realizadas por los actores/actrices de esta película y no por dobles. El argumento es un poco difícil de seguir, pero esto es lo que pude deducir: el hermano rico de la protagonista está muerto y hay una especie de monja malvada, todo lo cual conduce a muchas mamadas. Sí, parece ridículo, pero es así.

Dirigida por el director francés Gaspar Noé, esta película se estrenó inicialmente en 3D, por lo que uno sólo puede imaginar lo incómoda (o increíble) que fue la experiencia de ir al cine. En cualquier caso, hay mucho sexo explícito en esta película. Hay de todo, desde sexo romántico hasta sexo con drogas y, por supuesto, una gigantesca orgía, y según su reparto, todo ello sin simular.

No sé cómo Noé encontró un reparto tan cachondo, pero hay que tener en cuenta que es una película francesa. Y si hay algo que he aprendido de la investigación que he hecho para esta historia, es que todo el mundo en las películas francesas practica mucho sexo, hasta el punto de que no estoy seguro de cómo alguien tiene tiempo para hacer otra cosa. ¿Por qué no vivo en Francia?

Shortbus es una película extravagante e inteligente que cuenta la historia de Sofía (Sook-Yin Lee), una chica que se embarca en la búsqueda de su primer orgasmo. El director John Cameron Mitchell dijo una vez que hacía que sus actores tuvieran sexo no simulado porque quería "emplear el sexo de nuevas formas cinematográficas, porque es demasiado interesante para dejarlo para el porno". Lo cual es una especie de falta de respeto hacia el porno, pero no importa: el sexo está bien rodado y parece que los actores se divierten mucho.

Esta película romántica documenta una cita de 12 meses de una pareja (Kieran O'Brien y Margo Stilley) que ama el sexo y el rock and roll. Ven música en directo, se van de minivacaciones y no paran de follar. Son definitivamente geniales, y te alegras tanto por ellos todo el tiempo que no puedes dejar de sonreír. Además, hay una preciosa escena de cunnilingus a la luz del sol con los ojos vendados.

Hay mucho sexo caliente en esta película. Carré Otis, que interpreta a una abogada bastante inhibida, tiene un montón de escenas increíblemente calientes con el que por entonces era su novio, Mickey Rourke. De hecho, el director Zalman King tuvo que eliminar una escena en la película final que llegó a los cines para asegurarse de que tuviera una calificación R en lugar de una X, que se rumoreaba que era una escena de sexo no simulado. Otis ha negado los rumores, pero si ves la escena (que se puede encontrar en Internet), hay una química muy genuina en ella.

The Brown Bunny, una de las películas más infames de todos los tiempos, presenta una escena de sexo oral no simulada entre Chloe Sevigny y el protagonista/director Vincent Gallo. La película recibió críticas terribles en todos los ámbitos, y la calidad de la escena de sexo no es una excepción. Es granulada e incómoda, con malos ángulos de cámara, y Gallo se pasa todo el tiempo agarrando su pene, ya sea por vergüenza del tamaño o por el hecho de que no estaba completamente erecto. Ahora que soy directora de cine porno y he visto probablemente 17.000 mamadas ante la cámara, esto palidece en comparación.

Al igual que Anticristo, Amenaza en la sombra trata de una pareja (Donald Sutherland y Julie Christie) que sufre la muerte de su hijo. Aunque no parece el argumento más sexy del mundo, la película describe con sensibilidad cómo la muerte afecta a una relación y, en este caso, conduce a un sexo muy intenso. Durante muchos años, se rumoreó que Christie y Sutherland tenían sexo sin simular. Sutherland lo ha negado, pero en cualquier caso, se trata de una versión seria softcore de Skinemax .

Dirigida por Lars von Trier (oye, al tipo le gusta rodar locas escenas de sexo), esta película cuenta obviamente con toneladas y toneladas de sexo. Pero, honestamente, es menos sexy que una mirada deprimente a la vida de un adicto al sexo: en un minuto, querrás salir y acostarte con el próximo desconocido que conozcas, y al siguiente querrás darte una larga ducha caliente. Von Trier ha declarado que la película utiliza intérpretes porno como dobles de los actores, y que también se utilizaron vaginas protésicas en las escenas de sexo. Pero la escena de doble penetración con Charlotte Gainsbourg y dos hermanos africanos llamados Papou y Kookie parece lo más real que puede hacer un director de fotografía.

El director de El exorcista dirigió al mejor Al Pacino en esta cinta (cuyo título original es Cruising) en la que el protagonista de El padrino y Scarface volvió a dejar a un lado su condición de estrella de Hollywood para fundirse con un personaje. Interpreta a un policía que ha de capturar a un asesino de homosexuales. Para ello, se infiltrará con todas las consecuencias en los lugares más sórdidos del Nueva York de los ochenta, dónde el Sida, las drogas y la violencia rodeaban los locales más liberales. Aunque en rápidos frames, podemos ver sexo anal, felaciones e incluso fisting (si no sabes lo que es, mejor no lo busques en Google). Hay 40 minutos de montaje censurado que, hoy en día, son todavía más míticos que la película.

Con guion de Harmony Korine y de su director, Larry Clark, Ken Park es una cinta tan extrema como la mítica Kids. Un viaje de no retorno al sexo y al puro despertar rebelde adolescente que sigue a unos cuantos jóvenes en diferentes situaciones tan atormentadas como difíciles. El sexo que se ve en la cinta, desde un trio hasta una masturbación con asfixia, sin olvidar el cunnilingus del póster, son parte fundamental y real de la película.

La historia real más sexy y sensual del cine no podía faltar en este listado y es que Nagisha Oshima no solo revolucionó la puritana sociedad japonesa, escandalizó al mundo entero con este relato real y gráfico sobre la pasión sexual desmedida y enfermiza. Entre orgías y penetraciones reales, lo más recordado es a felación, con eyaculación en la boca incluida, que realiza en primer plano la protagonista, Eiko Matsuda.

Von Trier hace triplete en este listado y es que el danés siempre ha tenido una vena muy pornográfica. Esta es su película más Dogma y, como tal, nos presenta una imagen muy sexa y natural. Lo conflictivo es la trama, un grupo de jóvenes que ha decidido vivir fingiendo ser... Bueno, no sé ya cuál es la forma correcta de decirlo, pero digamos que la nombre a la película. En medio de esos juegos y esa inconsciencia buscada hay incluso una orgía bastante animal entre todos en los que vemos un poco de todo, incluido varias penetraciones.

Esta cinta rumana es un gran ejemplo de cómo el sexo explícito puede estar incrustado de manera perfecta en una historia romántica. La cinta nos cuenta el devenir de la relación amorosa de los protagonistas, sobre todo a través de la evolución de ella. Para entender a la pareja también vemos, sí, su intimidad. Quizás la escena más gráfica sea una "marcha atrás" en donde el se frena, la saca y eyacula sobre el pubis de ella. Un relato íntimo y realista de una pareja, ni más ni menos.