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A Raúl Calvoz (Texas, 1968) siempre le gustó escribir, pero el destino le llevó por otros caminos, entre ellos el de la abogacía. Durante más de veinte años esa fue su vocación y su forma de vida, hasta el día que decidió colgar la toga y encerrarse frente al ordenador. Ese día nacía bajo el seudónimo de J.K. Franko uno de los nuevos escritores superventas de Estados Unidos.
Entonces no lo sabía, pero su trilogía La Ley del Talión (Ed. Planeta) –Ojo por ojo, Diente por Diente y Vida por vida– ha vendido más de un millón de ejemplares en su país gracias a una trama muy bien armada que gira en torno a la venganza y la justicia, dos conceptos que maneja como pocos por su carrera de abogado. Novela negra, policial y judicial en estado puro –revisa aquí las 18 mejores de la historia–, que ya planea convertirse en serie. Mientras llega, hablamos con el autor de su hazaña literaria, ya disponible en castellano, y de su relación con España, pues está casado con Raquel Cordón, hija del empresario Publio Cordón, asesinado en 1995 por GRAPO.
Empecemos por los protagonistas: ¿quiénes son Roy y Susie?, ¿a qué se dedican?
Él es abogado y empresario. Ella también estudió derecho, pero nunca ejerció, se dedicó al periodismo. Se conocieron estudiando derecho, se casaron, tuvieron una hija fantástica y la vida les iba muy bien. Hasta el día que la joven, de 16 años, muere en un accidente de coche porque el otro conductor iba hablando por el móvil. Este hecho, esta injusticia, es el punto de arranque de la trilogía.
Está claro que solo un abogado podría poner en pie una trama judicial de este calado, cargada de venganza, intriga y violencia, pero también sorprende que sea un abogado el que proponga, a través de sus personajes, tomarse la ley por su mano, ¿no?
Bueno, obviamente esto es ficción y a todos se nos ha pasado por la cabeza en un momento dado hacer lo que a nosotros nos parece justo. En el caso de mi trilogía, me he guiado por los conceptos que encierra la justicia y el sistema judicial, que no siempre van de la mano. En un 95 por cierto de los casos las cosas funcionan bien, pero como toda institución creada y gestionada por humanos también es falible. Y es ahí, cuando las leyes fallan, donde uno se plantee tomarse la justicia por su mano.
¿Cómo nace la primera entrega Ojo por ojo?, ¿qué te hizo ponerte a escribir una novela y dejar a un lado profesión de abogado?
Llevo más de 20 años intentando escribir novelas. En mi ordenador tengo archivados seis o siete arranques de tramas, pero ninguna me gustaba del todo. Es con Ojo por ojo cuando siento que es lo suficientemente buena como para compartirla con los lectores. La que después me animó a publicar esta trilogía en España fue mi suegra, una gran lectora, con la que siempre he compartido lo que escribía.
Tras el éxito, imagino que entonces es cuando decides continuar con Diente por diente y Vida por vida, las dos siguientes entregas con las que cierran la trilogía La ley del Talión.
Sí, es cuando cuelgo la toga de abogado y me dedico exclusivamente a escribir. Fue difícil hacer la transición porque al final estaba dejando una carrera profesional que me ha dado mucho, pero el público me pedía más y para complacerlo le tenía que dedicar todo mi tiempo. De momento estoy contento con el cambio. De hecho, en Estados Unidos ya he publicado mi nuevo thriller Killing Johnny Miracle, que traducido sería algo así como Matando a Juanito Milagro (risas), aunque lógicamente tendremos que pensar en un título más apropiado para el mercado español.
¿En esta novela también hay venganza y sed de justicia? ¿Cuándo se publicará aquí?
Está en proceso de traducción, así que imagino que se lanzará en España en verano u otoño. La venganza vuelve a ser el motor de la trama, pero esta vez surge en el epicentro de una pareja que vive en Texas, como mi mujer y yo (risas), donde hay mucha viticultura y viñedos. El matrimonio no va tan bien como parece, al contrario que el mío (risas). Y es a raíz del divorcio cuando surge un torbellino de reproches y venganzas donde cada uno buscará alcanzar su propia justicia.
¿Por qué te interesa tanto el sentimiento de la venganza?
Porque presupone una serie de principios universales para el ser humano como son el amor, la justicia y la honradez, con los que uno enseguida se siente identificado porque son los sentimientos básicos que todos perseguimos. También mi formación como abogado tiene mucho que ver, ya que siempre he pensado en términos de justicia.
Regresemos a La ley del Talión. ¿Cómo habrías reaccionado tú si te llega a pasar lo mismo que a los protagonistas?
¡Buf, no sé, difícil pregunta! Puede que el sentimiento de rabia fuera el mismo, pero no las acciones que llevaría a cabo. Como escritor es importante ponerse en la piel del protagonista para transmitir todas sus dudas y generar empatía, aunque lo que haga no sea lo más correcto. Es como la película de El caso de Thomas Crown. (aquí las 24 imágenes en las que Steve McQueen nos dio una lección de estilo). El personaje comete un robo en un museo, pero tú quieres que todo le salga bien (risas). Este es el concepto que yo quería trasladar a mis novelas, pero en mi caso es a través de la venganza y el asesinato.
¿Crees que existe el crimen perfecto?
Absolutamente sí. Es en el primer libro donde recopilo muchos datos reales del FBI que confirman el número de casos sin resolver: más de un 30 por ciento que no llegan a juicio, o sea, todos esos son crímenes perfectos, es algo que pasa todos los días.
¿Debemos confiar ciegamente en el sistema judicial?
Para que siga funcionando la sociedad en la que vivimos lo mejor, obviamente, es regirnos por esas normas. El problema surge cuando la ley falla. Es ahí donde a uno le entran ganas de hacer justicia a su manera, pero hay que evaluar las consecuencias, claro.
¿Todos llevamos un asesino dentro?
Sí, todos llevamos un asesino dentro. No hay nadie que en una situación extrema no se le pase por la cabeza. Afortunadamente en la mayoría de los casos solo es un pensamiento fugaz.
¿Y el castigo perfecto también existe?
No, esa es una afirmación muy complicada porque ¿todo castigo es proporcional al crimen o acto delictivo que se comete?, no siempre, la verdad. Precisamente abordo esta cuestión en el segundo libro de la trilogía cuando unos jóvenes están en Colorado hablando de venganza y de justicia y se preguntan: “¿Cuál es el castigo proporcional para una violación?” Y la respuesta es que no lo hay, porque no puedes ni quieres hacer lo mismo. En este caso no hay forma de deshacer ni devolver el daño. Por eso muchas leyes están para prevenir más que para hacer justicia.
Tus libros son una mezcla de géneros: novela policíaca, thriller de acción, intriga judicial. ¿Qué autores marcan tu escritura?
Sin lugar a dudas la primera persona en la que pienso cuando me pongo a escribir es en Patricia Highsmith, la reina del suspense –aquí sus 10 lecciones para escribir una novela–. También en John Grisham, novelista jurídico excepcional, y en Alejandro Dumas y en su conde de Montecristo, el gran clásico de la venganza. Esos tres autores son mis favoritos.
¿Cuál fue tu primer libro?
Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain –entre los 35 mejores libros de aventuras–. Lo leí con 11 años y me dejó impresionado. Y el segundo fue El conde de Montecristo. A partir de ahí me convertí en un lector voraz. Es la mejor forma de aprender a escribir.
Tus novelas también son viajeras. Imagino que se debe a tu origen multicultural y a que eres un hombre muy viajado, ¿no?
Sí, me encanta viajar e incorporar en mis novelas todas aquellas ciudades que conozco, entre ellas Mallorca, donde he pasado muchos veranos.
Claro, porque tú tienes familia en España, ¿no?
Sí, para empezar mi madre es cubana de origen gallego, así que hablo español desde niño. Y en el año 2000 me casé con una española de Zaragoza, por eso vengo todos los años a España, para ver a la familia. Me encanta este país. De ahí que mis personajes viajen por muchas de sus ciudades. Y como en Estados Unidos no saben mucho de España, en esta trilogía he querido enseñarles también lo bonito que es el país.
La ley del Talión tiene todos los ingredientes para convertirse en serie, ¿será así?
Sí, estamos en negociaciones a punto de firmar un contrato con una productora. Si todo sale bien, pronto empezaremos a adaptar las novelas a guiones. Lo ideal, imagino, sería hacer tres temporadas, una por libro, pero como tampoco soy experto en temas audiovisuales dejaré mis libros en sus manos.
