Iván Pellicer (Murcia, 1997) tiene misterio. Y dulzura. Pero más misterio. Solo hay que mirarle a los ojos. Es una cualidad innata, como explica él mismo en este reportaje en el que comparte protagonismo con Álvaro Mel y Carlos Alcaide, sus compañeros en la nueva película de terror slasher de Netflix, El club de los lectores criminales. Ese no sé qué, ese qué sé yo, carbura con más intensidad en proyectos con más piel y con más corazón, como veremos en la segunda temporada de Sagrada familia, la serie de Manolo Caro también en Netflix que supuso su catapulta mediática, y también en otro proyecto a las órdenes de una directora con la que llevaba tiempo soñando trabajar. Pero el oficio se aprende en todos los géneros, y eso es algo que ha aprendido con esta cinta de terror más adolescente. Charlamos de todo ello con él en esta entrevista.

¿Eras fan del género slasher?
Nada, no tenía ni idea. Empecé a saber del género a raíz de la peli, me informé un poco y vi algunas que hay en Netflix, aunque no me acuerdo ni de los títulos porque son complicados [risas]. Nada, ni Scream ni nada. También me costó mucho actuarla.

¿Por qué?
Porque yo estoy acostumbrado a que todo lo que pasa es en escena tiene que ser muy real, y en un slasher no es así, tiene otros códigos.

"Me costó mucho actuar en esta película, al principio estaba súper fuera"
el club de los lectores criminales
FELIPE HERNÁNDEZ/NETFLIX

¿Y cómo te sentiste cuando te enfrentaste a la primera escena?
Súper fuera. Recuerdo que en los ensayos me pasaba pero imaginaba que cuando estuviera en set la cosa sería diferente, me lo creería más… Pero hasta la segunda semana no empecé a entrar en el código. A Carlos, el director, le decía “pero tío por qué tiene que ser esto así”, y él me decía: “Iván, ¿puedes confiar, por favor?” [risas]. Normalmente no soy muy preguntón, pero cuando me siento inseguro sí que necesito que me reafirmen y me aporten esa seguridad.

¿Y el resultado qué te ha parecido?
Me lo pasé mejor haciéndola que viéndola. Porque cuando superé esa primera fase y entendí el código, es un tipo de rodaje muy disfrutable: te puedes ir por arriba, por abajo, chillar, correr… Me lo pasé muy bien. Y además con Mel, Carlos y el resto hicimos un grupo muy bonito.

"A Álvaro y a Carlos los siento como mi familia de la profesión"
álvaro mel, iván pellicer y carlos alcaide en la revista esquire
Pablo Sarabia / HEARST
Iván lleva peto de Levi’s y camiseta de Dsquared 2. Álvaro, con camiseta de Abanderado y peto de Carhartt. Carlos, con camiseta de Dsquared2 y pantalón de Tommy Jeans.

¿Cómo es trabajar con estos dos?
Está muy bien. A los dos los conocía de habernos visto por Madrid y me sentía muy cómodo con ellos. Los siento como familia de la profesión.

¿Tienes tu pandilla de actores en Madrid?
Llevo ya seis años en Madrid y tengo varios grupos. Con Carlos por ejemplo hace tiempo teníamos un grupo de varios actores y entre todos alquilábamos una sala y contratábamos a un profesor para que nos diera clases.

Esta peli, y sobre todo Sagrada familia, te colocan en un escaparate interesante. ¿Piensas mucho en cómo quieres que te perciba la industria?
Intento no pensar mucho en eso, la verdad. Siempre está la vocecita interior que te habla, pero procuro no escucharla mucho. Si me llega algo y me apetece hacerlo, si siento que es el momento, lo hago. Sobre todo ahora que soy joven no le doy más vueltas, ya llegará el momento de planteármelo más a fondo.

"Que cambie el concepto de la masculinidad es buena señal"
iván pellicer en la revista esquire
Pablo Sarabia / HEARST
Camisa de Pull&Bear, camiseta de Abanderado y pantalón de Dsquared2.

¿Tiras mucho de intuición para esas decisiones?
Muchísimo, yo tiro de intuición en el trabajo y en la vida también.

Álvaro, Carlos y tú, hace unos pocos años, estaríais en el saco de ‘galanes guaperas romperazones’. Viéndoos a vosotros, parece que ese arquetipo ha variado mucho en términos de masculinidad.
Uf, no sabría responderte a esto. Tampoco me considero dentro de ese perfil. En cualquier caso, que cambie el concepto de la masculinidad es buena señal.

¿Estás aprovechando el potencial de Netflix para tocar puertas más lejanas a las habituales?
A nivel casting sí que me ha llegado alguno que otro internacional, ¡me tengo que poner las pilas con el inglés! También de Latinoamérica. Lo noto mucho en las redes sociales, me llega mucho mensaje de fuera de España. Por ejemplo de Argentina, que Sagrada familia fue una locura allí. A mí me gusta mucho el cine de allí, la forma de trabajar de los actores argentinos, son muy guays. Me pasó que una actriz a la que yo seguía en Instagram, Justina Bustos, de repente me empezó a seguir y me dio la enhorabuena por la serie. Para mí fue muy fuerte.

Tu perfil, con ese cierto halo de misterio que se nota sobre todo en Sagrada familia, puede ser muy apetecible para un tipo de cine quizá no tan comercial…
Que a mí es el que más me gusta…

¿Eres consciente de cualidad tuya?
Sí, soy consciente. Eso está en mi persona, es algo que no se trabaja, ¡es la vida! [risas]. Hoy por ejemplo que estoy trabajando y me vas a hacer una entrevista, me pongo la careta de estar accesible a lo que me digas, pero yo en mi vida soy más como mis personajes. Por eso puedo transmitirlos.

"En la segunda temporada, mi personaje saca todo lo que ha estado reprimiendo con fuerza y rabia"
iván pellicer en sagrada familia
CONCHA DE LA ROSA/NETFLIX

¿Y por dónde vibra ese misterio de cara a la segunda temporada de Sagrada familia?
Pues no te puedo contar nada pero, ostras, cambia mucho. El personaje hace un giro, un viaje muy bonito. Coge el arco del final y, al estar encerrado, tiene algo más visceral. Todo lo que ha estado reprimiendo lo saca con más fuerza, de una forma liberadora y con rabia también.

¿Cómo es tu comunicación con Manolo Caro? Porque siempre dicen que es un director de actores muy particular.
Es que Manolo y yo tenemos mucha confianza desde la primera temporada. Tenemos los mismos representantes, hemos coincidido mucho fuera… Así que el cabrón me decía las cosas tal cual las piensa. Yo entiendo mucho su mundo, esta cosa visual que es importante para él, y luego sentí que confiaba mucho en mí. Al principio le costaba, pero en este segundo rodaje solo me decía las cosas clave para que no se me fuera mucho la cabeza y confiaba en el viaje que yo quería hacer. Me dejaba volar. Siempre en su código de que le gusta todo muy estético, muy bonito, y yo a lo mejor soy más de gesticular mucho, que a él no le va tanto,. Me venía a decir esas cosas más técnicas y visuales, pero me dejaba fluir con el personaje.

¿Con qué director o directora sueñas con fluir de esa manera?
Te diría una directora, pero es que se ha cumplido el deseo. Es fuerte. Pero no puedo decirte. La conocí hace un año, hizo una película que me transmitió un montón y no paraba de pensar en que me encantaría trabajar con ella. Y en octubre empiezo a currar con ella.

"Hay una cosa especial en mí de la que siempre he sido consciente, lo que pasa es que la industria a veces no te deja expresarla de esa manera"
iván pellicer en la revista esquire
Pablo Sarabia / HEARST

¿Estás satisfecho con la decisión que tomaste de dejar Murcia para ir a Madrid a ser actor?
Ahora mismo estoy muy contento. Esto último que me está pasando es algo que me motiva un montón. Quizá por eso que decías de mi forma especial de actuar, me gusta mucho poder expresarme de esa manera.

¿Siempre fuiste consciente de que tenías ese algo especial?
Hay una cosa especial en mí de la que siempre he sido consciente, lo que pasa es que la industria a veces no te deja expresarla de esa manera, te marca unos cánones. Lo que hablabas de la masculinidad. Pero estoy viendo que las cosas van cambiando, que te puedes expresar como tú eres, como tú eres como hombre, como chaval, como persona, y poco a poco ir encontrando personas que te digan “tío, está de puta madre que seas así”. Mola.

Ayudante de fotografía: Sara Guillén · Edición de vídeo: Álvaro Verdú · Maquillaje y peluquería: Amaya Capote para Mery Makeup · Edición de fotografía y producción: Carolina Álvarez