"El dinero no compra la felicidad" es una forma de decir que hay infinidad de necesidades y aspectos de la existencia que no se pueden comprar trivialmente y que hay que conseguir por otro camino. Cada persona tiene sus propias necesidades personales y necesita determinados componentes para ser feliz. Además, el concepto de felicidad también es bastante abstracto y difícil de encuadrar.

    Dicho esto, es cierto que en la base de la felicidad o de la serenidad o de la paz de espíritu (llámese como se quiera) hay pilares indispensables, como el acceso a la alimentación, a la vivienda, al vestido, a la educación y al afecto humano, por citar sólo algunos. Y tal y como funciona nuestra sociedad, el dinero se convierte en una pieza clave para desarrollar una vida estable cercana al concepto de felicidad.

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    Alicia Llop//Getty Images

    Muchos científicos han intentado realizar investigaciones sociológicas al respecto. En julio de 2022, Ania Jaroszewicz y sus colegas de la Universidad de Harvard proporcionaron entre 500 y 2.000 dólares a 5.000 personas con bajos ingresos en Estados Unidos. Quince semanas después del inicio del experimento, los participantes informaron de mejoras en su bienestar psicológico y financiero.

    El estudio de los efectos del dinero en la psicología humana proporciona una comprensión más detallada de las vicisitudes relacionadas con la interpretación de la felicidad de los individuos modernos y también abre un interesante panorama para el estudio de los modelos económicos que afectan a la vida y la realidad de las personas.

    Jaroszewicz insiste en que la evaluación de la felicidad tiene muchos aspectos diferentes, pero que merece la pena dedicar esfuerzos al estudio específico del papel del dinero en la vida de las personas. Una vez excluido el factor económico, las personas pueden profundizar en su malestar existencial.

    Vía: Esquire IT