• Lo primero es cambiar el chip: el futuro no es trabajar EN una empresa, sino PARA una empresa como proveedor de servicios. Serán tus clientes, no tus jefes.
  • Evidentemente las nuevas profesiones se mueven hacia lo digital, pero el deporte y la docencia pueden tener su hueco.
  • Piloto de drones, entre las profesiones más demandadas.

Cuando era pequeña me vendieron que el día más importante de mi vida, el primero de mi existencia como adulta responsable, sería el de mi primera comunión. Llegó la ansiada fecha y enseguida sobrevino la decepción; sí, me regalaron, junto a un misal nacarado, un bonito Seiko, pero yo no sentí ninguna transformación profunda, ni arrobo, ni una mente preclara. Si algo anidó en mí fue cierta rabia por haber tenido que ir ataviada de monja en lugar de lucir ese signo del fasto y del mal gusto de la época que era el vestido de organdí.

Ahora sé que, en mi caso, hubo otra fecha que fue más determinante en mi trayectoria vital, una auténtica prueba iniciática cuyo recuerdo a día de hoy me sigue provocando sudores fríos: la selectividad y su temible "nota de corte" según la cual podías quedar marcado de por vida. Las cosas han cambiado mucho en el panorama estudiantil, pero la selectividad, aunque ahora se llame EVAU, sigue amargando la vida a un montón de alumnos que inician su carrera profesional con la eterna pregunta, ¿qué quiero ser de mayor?, ¿qué estudios tienen mayor salida?, ¿cuáles son las profesiones del futuro? Si en mis tiempos la cosa se caracterizaba por elegir entre una serie de carreras universitarias (o estudios de FP) que te llevaban a un tipo de trabajo concreto (verbigracia, si estudiabas filología podías ser corrector en una editorial, escritor, pero casi casi seguro que acabarías de profe en un instituto), ahora ni los estudios ni las salidas son tan rígidas, y mucho menos después de un confinamiento en el que hemos visto que es posible otra forma de aprender y de trabajar.

examen de selectividad
Chris Ryan//Getty Images

El "mamá, yo quiero ser YouTuber (o influencer)" no es muy distinto del "mamá, yo quiero ser cantante (o modelo)" de antaño, si bien, una vez dejado de lado el sueño adolescente de ser rico/famoso, sí que es cierto que hoy hay un buen pico de vocaciones relacionadas con la imagen, por lo atractivas que resultan, por la demanda que suscitan y porque vivimos en un mundo digital. Aquí te presentamos unos cuantos perfiles profesionales que lo están petando, según el Observatorio de Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), por si estás pensado en darle un nuevo rumbo a tu vida profesional. Para saber más, acude a la Feria del empleo que se celebra del 6 al 8 de julio en Madrid y Barcelona. Ten en cuenta que la relación laboral también ha cambiado, cada vez hay menos empresas que contratan empleados, sino a autónomos como proveedores de servicios, así que lo primero es cambiar el chip, no siempre vas a tener empleadores, sino más bien clientes.

Gestor de contenidos digitales

¿Qué quieren las empresas (o clientes)?

Saber generar contenidos hoy en día es de lo más buscado, pero no tanto como ser capaz de gestionar esos contenidos, saber de e-commerce y de posicionamiento online, que son campos que están desplazando al comercio y la publicidad tradicional. Es la era del marketing digital, y hay que hacerlo bien y no caer en el clickbait fácil, que espanta más que atrae al consumidor.

¿Qué estudiar?

Un grado universitario o estudios relacionados con el marketing digital puede ser una excelente base de conocimiento para ser elegido por una empresa para gestionar sus contenidos y mover sus productos por la red. En España, para ser alguien en el sector, lo recomendable es estudiar Comercio (como el que ofrece la Universidad Complutense de Madrid), Publicidad y Relaciones Públicas (como el de la UAB) y Marketing e investigación de mercados (como el de la UOC). Luego no está de más hacer algún máster, como el de Trade Marketing y Comercio Electrónico de la Universidad San Pablo CEU, como complemento perfecto a su Grado en Comunicación digital y a su Grado en Gestión comercial.

Desarrollador de aplicaciones

¿Qué quieren las empresas (o clientes)?

Son de los profesionales más valorados en el mercado, pues forman parte del grupo que crea los nuevos sistemas que automatizan procesos en el móvil, Internet o en la nube. No hay empresa sin sus apps, ya sea para vender online o como promoción de su marca. Incluso la Administración las utiliza para permitirte pagar impuestos o solicitar citas médicas. También se necesitan profesionales para el mantenimiento de los sistemas que van quedando obsoletos por la rapidez con la que evolucionan las tecnologías.

¿Qué estudiar?

Ingeniería informática sigue estando tan en boga como siempre, al igual que Ingeniería de las telecomunicaciones, los "telecos" de toda la vida. Una opción cada vez más extendida es el Grado en Informática y Matemáticas, como el de la UCM, porque las empresas buscan a personas que además de desarrollar aplicaciones e implementar soluciones prácticas informáticas hayan adquirido el hábito del pensamiento abstracto y analítico de las matemáticas. Estamos en un mundo en el que los algoritmos son el rey y alguien que los domine tendrá el cetro en su mano.

piloto de drones
Prasit photo//Getty Images

Piloto de drones

¿Qué quieren las empresas (o clientes)?

Aquí va a haber una superrevolución, ya que los drones se utilizan ya, además de con fines recreativos y deportivos, en fotografía y cine, en el Ejército, para monitoreo y control de la seguridad, como control el tráfico terrestre, marítimo y fluvial. Y la cosa no ha hecho más que empezar, ya que los taxidrones para transporte personal están al caer (en sentido figurado, nunca literal) y con ellos llega un nuevo espacio aéreo, que precisará pilotos, pero también controladores, mecánicos y expertos en sistemas de navegación.

¿Qué estudiar?

Ingeniería Aeronáutica o Ingeniería Aeroespacial. Si no se llega desde la carrera de Aeronáutica, se necesita un máster en RPAS (aeronaves pilotadas remotamente). Y otra vez, lo mejor es la reina de las ingenierías en cuestión de demanda, "telecos".

Entrenador personal o monitor deportivo

¿Qué quieren las empresas (o clientes)?

El culto al cuerpo está aquí para quedarse. Seguro que tú mismo vas al gimnasio o sales en bici o corres. Hasta el siglo XXI, el deporte solo se tomaba en serio en el mundo de la competición, el fitness ni existía. Hasta hace 15 años mi afición al running era tomada como una excentricidad. Ahora todo el mundo hace alguna actividad física, y no por su cuenta y riesgo, sino de la mano de profesionales competentes. Antes dejabas la escuela y jurabas no volverte a calzar las deportivas, tras años de haber aguantado a un gordo con chándal que gritaba improperios y te mandaba a dar vueltas al campo de fútbol sin más finalidad que la de hacerte pasar un mal rato. Ahora los entrenadores personales y monitores deportivos son perfiles de lo más buscado, por clubes, por centros escolares y deportivos, por gimnasios y por clientes particulares.

entrenador de fitness discutiendo el plan de entrenamiento con el cliente
alvarez//Getty Images

¿Que estudiar?

Grado en Ciencias del Deporte con vistas a ser entrenador personal, o combinado con Grado en Dietética y Nutrición. También puedes hacer un ciclo superior de Técnico Superior en Acondicionamiento Físico. Hay todo tipo de especialidades, desde Wellness hasta Nutrición Deportiva, y no te quepa duda que esta va a ser uno de las profesiones más demandadas en los próximos años.

Profesor en línea

¿Qué quieren las empresas (o clientes)?

El confinamiento ha puesto sobre la mesa que la EAD (Educación a distancia) es necesaria, que no podemos depender solo de clases presenciales. Los profesores se tuvieron que poner al día de la noche a la mañana y la implementación de un sistema semipresencial va para largo, o para siempre, ya que el modelo de clase virtual permite además un mayor alcance de alumnos y un monitoreo constante en caso de posibles confinamientos futuros.

¿Qué estudiar?

Además del grado correspondiente a la asignatura a impartir y el Certificado de Aptitud Pedagógica (o el máster o doctorado si se trata de estudios superiores), se suele requerir experiencia, de al menos 30 horas, en modalidad de teleformación y en la utilización de las tecnologías de la información y comunicación.

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Ingeniero ambiental y en energías renovables

¿Qué quieren las empresas (o clientes)?

El medio ambiente ha sufrido cambios dramáticos en los últimos años, el planeta está en peligro y somos conscientes de ello; de ahí que los ingenieros ambientales y los expertos en energías renovables sean dos de los profesionales más solicitados. Este tipo de ingeniero entiende la naturaleza, lo que le permite evaluar los daños ambientales producidos en el agua, el suelo, el aire y la atmósfera. Su función es ser capaz de encontrar soluciones técnicas que sean viables para la empresa y le permitan mejorar su producto o servicio.

¿Qué estudiar?

Hay Grado en Ingeniería Ambiental y Grado en energías renovables, pero en cualquier caso, si provienes de cualquier otra ingeniería, desde industrial hasta telecomunicaciones, puedes introducirte en estos campos. Le pregunto a mi sobrina Marta, a punto de entregar su TFG en Telecomunicaciones sobre aplicaciones de la energía fotovoltaica, si realmente esta ingeniería sirve tanto para un roto como para un descosido, pues en casi todas las empresas tecnológicas punteras, del tipo que sea, buscan "telecos". Me cuenta que sí, pero que por eso es tan importante seguir con estudios de posgrado, para especializarse en alguno de estos nuevos ámbitos. Otra cosa a tener en cuenta, un máster es casi obligatorio para acceder a los puestos mejor remunerados.

chef del futuro
Thomas_EyeDesign//Getty Images

Chef u hotelero

¿Qué quieren las empresas (o clientes)?

En el futuro el turismo y la gastronomía seguirán siendo uno de los motores económicos de nuestro país y seguirán haciendo falta cocineros y chefs, pero también directores de hotel y de alojamientos rurales, de hoteles boutique y de paradores nacionales.

¿Qué estudiar?

Para el sector de alojamientos turísticos, Grado en Turismo o Grado en Gestión Hotelera. Para el sector gastronómico, existen el Grado Medio y el Superior de Cocina y Gastronomía, y luego puedes profundizar en lugares como el Basque Culinary Center, una de las escuelas de cocina más prestigiosas de España o la escuela Hofmann. Existen alternativas a los estudios superiores en FP, como Dirección en Cocina o Gestor de Alojamientos Turísticos.

Entonces, ¿las Humanidades ya no sirven de nada?

Las Humanidades no son populares, y todos sabemos que eso es un error, ya que son las disciplinas que nos hacen humanos. Ese es el objetivo de la psicología, la filología, la filosofía, la literatura, las artes, la historia y la filosofía; entender qué somos, darnos una comprensión del mundo que nos rodea y permitirnos ser más justos, mejores personas, más comprensivos y tolerantes. Si alguien duda de la importancia de las Humanidades, recomiendo el libro de Nuccio Ordine, profesor de literatura de la Universidad de Calabria, La utilidad de lo inútil (Acantilado).

La utilidad de lo inútil

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Crédito: Acantilado

Sí, todo eso está muy bien, pero en un mundo cada vez más precarizado, o precario, las carreras de Humanidades tienen poca salida. Ya casi nadie estudia Derecho si no es con la doble titulación de Administración de Empresas. Yo cursé Traducción e Interpretación, todos sabemos que un traductor automático nunca podrá sustituir a un buen profesional, y sin embargo, está sucediendo. Cada vez tengo más colegas con menos trabajo; libros y artículos se traducen automáticamente y luego un editor les echa un vistazo para que no haya ninguna barbaridad. Y las hay, y se notan, pero parece ser que no importa. El objetivo de una sociedad guiada por la avaricia cortoplacista no es hacer mejores productos, sino ganar más dinero, por eso hay libros mal traducidos, artículos mal redactados, peor servicio postventa, peor trato humano y profesores desbordados. Porque se ha decidido que las Humanidades no son importantes. No culpo a los estudiantes que se decantan por una ingeniería, o por carreras de "ciencias exactas". Como decía la canción, son "malos tiempos para la lírica". Una pena y una gran pérdida.

la sabiduría de las humanidades
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