Ocho tipos de personas con las que no deberías ligar
Avisado estás
Nadie garantiza que las cosas salgan bien, incluso cuando crees que te has fijado en la persona perfecta, que lleváis muchos años y que no podéis compartir más cosas. Pero hay ciertos perfiles que desde el principio empiezan en terreno conflictivo, y como las relaciones son difíciles incluso cuando van bien... quizás debas evitarlos.
Compañeras de trabajo
El refranero español está lleno de sabiduría y sobre todo aquel que nos hablaba de tener ‘ollas’. El primer consejo, no hacerlo con compañeros de trabajo o de clase, al menos en plural, porque las paredes acaban oyendo. (Submarine, 2010).
Jefas
Aunque la erótica del poder exista, es más práctico adaptarse a la lógica del no deber. Esto además es aplicable a profesores, un mito muy de la adolescencia y etapa universitaria que no deberías llevar a la práctica. (Lolita, 1997).
Familiares
El mundo está lleno de mujeres, tan lleno, que incluso algunas serán familia tuya. Obviamente no nos quedamos en los primeros grados, pero te recomendamos encarecidamente que olvides a primas terceras y cuartas. (Joven y bonita, 2011).
La ex de tu amigo
No está escrito, pero en el código del honor masculino figura un único mandamiento, ‘No coquetearás con la ex ajena’. Por ti, por ella y por él es mejor que esas relaciones se enfríen antes de que estallen. (Cómo perder a un chico en diez días, 2003).
Amigas de tu ex
Esta regla también tiene versiones extendidas. La más común, pero alterando el orden de los factores es que no deberás tirar los tejos a las amigas cercanas de tu ex, para no acabar provocando una III Guerra Mundial. (Una semana en Córcega, 2015).
La prima o hermana de tu amigo
El súmmum de este delito contra la amistad llega ahora. Nunca (never, never, never) ligues con la hermana o prima de un amigo. La que se puede formar si las cosas salen mal por una noche loca puede ser una tragedia griega. (American Pie, 1999).
Tu cuñada
Regla extendible a cuñadas. Hay sitios donde es mejor no remover el agua para generar fango. Otro clásico es no llevarse a la cama a alguien que conozca tus secretos inconfesables (médicos, abogados o banqueros). (L'amour est un crime parfait, 2013).
Tu vecina
No son expresamente tus amigos (o quizá sí) pero la única máxima aplicable a estos flirteos es no salpicar a tu alrededor si la cosa se complica. Por eso te recomendamos que dejes de mirar a la vecina del quinto y amplíes horizontes. (Jules y Jim, 1977).
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