"El Renacimiento", podría haberse titulado esta pieza. Porque Juan Carlos Ferrero (Onteniente, 1980), uno de los mejores jugadores de la historia del tenis español (ganador de un Grand Slam, finalista en otras dos ocasiones, y de cuatro Masters 1000) ha regresado a la primera plana de la actualidad, aunque ahora no por su labor en las pistas de tenis sino en la grada, como entrenador de Carlos Alcaraz, la gran joya de la raqueta mundial. Ferrero vive esta segunda etapa de resurgimiento mediático con la naturalidad de quien ya sabe de qué va esto y con la experiencia de los años cumplidos. Ahora le vuelven a pedir muchos autógrafos, como él mismo reconoce, y las marcas de moda llaman a su puerta, como Pedro del Hierro, que le ha elegido como imagen de su nueva colección casual para esta temporada. Se ve perfectamente en las imágenes de la campaña lo que es Ferrero actualmente: un hombre maduro, elegante y que representa esa etapa de la vida tan envidiable en la que has disfrutado mucho de lo que has vivido pero tienes por delante todavía un futuro apasionante. Y nosotros le acompañaremos en él.
¿Qué balance haces de este primer tercio de la temporada hasta el momento?
Bastante positivo. Obviamente la gente espera de todos los torneos de Carlos que levante el trofeo pero nosotros sabemos lo complicado que es. Hacer cuartos de final en un Grand Slam para muchos jugadores es algo muy difícil, pero como Carlos ha ganado ya dos pues le pedimos más. En los torneos que hemos hecho en Sudamérica sí que es verdad que no se han conseguido los resultados que queríamos pero tenemos un título en Indian Wells, cuartos de final en Miami. Un poquito de up and down pero la temporada está siendo positiva y hay que seguir mejorando.
Eres el entrenador de Carlos Alcaraz desde 2018 y seguro que le has enseñado muchas cosas en estos años. Pero, ¿qué te ha enseñado Carlos a ti en este tiempo?
Es un chico muy fiel, muy sencillo y a pesar de lo rápido que ha ido todo no le ha sorprendido nada. Lo que más hemos aprendido de él es su manera de tomarse las cosas, lo abierto que es de cara a las personas siendo tan conocido. Tomarse con tanta naturalidad todas las cosas que le están pasando creo que es una cualidad muy importante en un chaval tan joven y todos los que estamos alrededor de él nos gusta verlo así y aprendemos.
Imagino que para un entrenador no es lo mismo enfrentarse a un chaval que está empezando con 15 o 16 años que a uno ya consolidado de 20 años. ¿Cómo ha sido tu evolución personal como entrenador en esa transición?
Pues día a día… cada edad tiene su forma de ir manejando todas las áreas dentro y fuera de pista, la forma de viajar, la forma de tomarse los entrenamientos… todo tiene su momento. Con 15 años es un momento más de evolución, de corrección, de saber llevarlo; y mientras vas cumpliendo años y te vas metiendo en el circuito, vas viviendo nuevas experiencias y hay que avisarle un poquito de todo lo que le va a pasar. Obviamente es alguien todavía en construcción, tanto como persona como jugador y toda la estructura del equipo lo que intentamos es guiarle hacia el camino correcto y que no se desvíe. Ahora mismo con tanta fama y éxito es muy fácil a veces desviar la atención hacia otros lugares, pero creo que el equipo tiene mucha experiencia y lo llevamos lo mejor posible.
Es decir, vosotros vais evolucionando también con él.
Obviamente. El estancamiento en cualquier ámbito no nunca es bueno.
¿Cuáles son los valores más importantes que tratas de inculcarle a tu jugador?
El respeto y la fidelidad. Respetar a todo el mundo es algo muy importante, tengas el estatus que tengas. Y la fidelidad a las personas que siempre te han ayudado y que están cerca de ti. Creo que esos son en general dos de los valores más importantes que se pueden tener hoy en día.
Te retirase relativamente joven, con 32 años, en 2012. Tienes tu propia academia en la que verás a centenares de chavales cada año. ¿Se puede advertir, con un ojo clínico y experimentado como el tuyo de ex jugador de élite, cuándo un chico o una chica tienen ese 'algo' especial?
Sí, sí, se puede ver. Obviamente no hasta dónde va a llegar, eso sí que es mucho más difícil de vaticinar, pero si ves a un jugador con 12 o 13 años que hace cosas diferentes de lo que normalmente ves todos los días puedes ver que es un jugador que tiene unas habilidades superiores a los demás y que si todo va bien y no se desvía del camino puede tener la posibilidad de llegar bastante arriba. Luego pasan muchas cosas y dependerá de otros factores pero sí, con 12 o 13 años se van viendo cosas.
¿Piensas mucho en cómo eras tú como jugador a la hora de entrenar?
Vas tomando un poco de todo… yo creo que la experiencia que tomé como jugador y la experiencia que viví de mi entrenador hacia mí me sirve para darle un toque al entrenador que soy a día de hoy. Luego cada persona es diferente y lo que hacía mi entrenador conmigo puede ser diferente a lo que yo hago con Carlos. Pero se intenta aprender de todo el mundo. A mí me gusta tener muchas charlas con otros entrenadores porque siempre puedes ir tomando algo que has escuchado que te parece bien o una experiencia que has podido presenciar que te ha gustado, una forma de entrenar que no habías visto… Se aprende de todo.
¿Han cambiado mucho los métodos de entrenamiento de tu época de jugador a la actualidad?
Yo creo que ahora se entrena un poquito menos sobre todo a nivel tenístico. Y a nivel físico se toma mucha más precaución con la prevención de lesiones, antes poníamos el parche cuando ya teníamos la herida, ahora se pone muchísimo más cuidado en la prevención, en el cuidado de la nutrición, en entrenar un poquito cada día para para llenar el tanque de gasolina y que no se vacíe en los torneos. Se cuida todo un poquito más, las personas cada vez están más preparadas y hay mucho más conocimiento a la hora de establecer rutinas de entrenamiento.
Tenéis un equipo grande, pero al final todo se concentra en ti. ¿Crees que en tu labor el trabajo mental que tienes que hacer es más importante casi que el tenístico?
El tenis es un deporte muy mental, un deporte individual en el que estás peleando solo contra otro y el aspecto mental es súper importante. Con Carlos sí que es verdad que cuando era muy joven, hacía más de psicólogo que de entrenador y vas compaginando esas dos funciones. Ahora por suerte él tiene una psicóloga que le ayuda en muchos aspectos y yo me puedo centrar un poquito más en mi trabajo, que es el aspecto tenístico.
Si pudieras regalarle a Carlos alguna de tus virtudes como tenista, ¿cuál sería?
Tal vez un poquito de más orden. Una vez pasada ya toda la vorágine mía de jugador y con más años te das cuenta de que podías haber hecho las cosas con un poquito más de estrategia y orden, ¿no? Obviamente, con 20 años es difícil tener esa claridad de ideas a la hora de hacer muchas cosas, pero le dejaría ese pequeño extra de orden.
¿Cómo te llega y por qué aceptas esta colaboración con Pedro del Hierro?
Me llega a través de mi mánager, la posibilidad de que sea imagen de Pedro del Hierro. Es una marca muy conocida y de hecho yo ya venía vistiendo su ropa desde hace mucho tiempo, así que la conocía muy bien. Y lo cierto es que me hizo mucha ilusión formar parte de esta campaña y que se fijaran en mí. Así que estoy muy contento, porque hacía ya bastante tiempo que no hacía algún reportaje de este tipo, desde que era mucho más joven y estaba jugando y oye, a la edad que tengo hacer este tipo de cosas es como si volviera a tener 20 años (risas).
Es que estás viviendo de nuevo una enorme repercusión mediática, quizá no tan exagerada como la que tuviste a principios de siglo con tus éxitos como jugador, pero ahora vuelves a estar en el punto de mira de los aficionados, de las marcas... ¿Cómo estás viviendo este resurgimiento de tu fama?
Bien porque ya he pasado por ello y sé llevarlo bastante mejor que cuando me pasó cuando era joven. Con los años vas aprendiendo a hacer las cosas mejor y una de ella ha sido a llevar mejor un poquito mejor el ser conocido. Sí que es verdad que después de jugar pasé un poquito más a la sombra, como le llamo yo, y ahora otra vez pues vuelvo a ser conocido de nuevo, la gente me ve en televisión… Pero bueno, bastante menos que Carlos que realmente es el que tiene todo el reconocimiento.
Es decir, que ahora te vuelven a pedir los mismos autógrafos que te pedían en el 2002 o 2004.
No (risas). No son los mismos, pero bueno, son muchos.
En alguna de las fotos de la campaña te he visto jugando al golf. ¿Le pegas de verdad o es solo una pose para la campaña?
Le pego, le pego (risas). Me gusta mucho, soy hándicap 1, llevo muchos años jugando.
