Ha sido difícil, y es muy nuestra, pero aquí tenéis una relación de lo mejorcito que ha salido este año, porque aunque casi cada mes recomendamos las novedades editoriales que más nos han gustado, siempre resulta prácticamente imposible estar al día de todo lo que se publica. Muchas veces los lees a destiempo, cuando ya no son novedad, y no por eso dejan de ser libros fenomenales. Estos son libros que no hay que dejar escapar, son de esos que te atrapan y te dejan con ganas de leer más. Toma buena nota. Y más ahora que aún estamos a tiempo de acabar ese e-mail a sus majestades Melchor, Gaspar y Baltasar.
Tiempos recios de Mario Vargas Llosa
Alfaguara
Si en La fiesta del Chivo, Vargas Llosa desgranaba la maldad del dictador más sanguinario de Latinoamérica, el dominicano Rafael Leónidas Trujillo, en Tiempos recios parte de un personaje secundario de aquella obra, Johnny Abbes García, para reivindicar la figura del presidente demócrata guatemalteca Jacobo Arbenz, derrocado por un golpe de Estado dirigido por el Gobierno de Estados Unidos, con el patrocinio de la United Fruit Company y ejecutado por la CIA en 1954. Ese hecho tal vez fuera la causa por la que muchos guatemaltecos se volcaran en la ortodoxia comunista. El autor mezcla hechos reales con ficción, o mejor dicho, sitúa varios personajes de ficción en un entorno real, cohabitan con personajes históricos reales. Denuncia el imperialismo americano y los métodos brutales que utiliza con la ayuda de las oligarquías establecidas y la siempre cómplice Iglesia católica. Una novela compleja, pero muy fácil de leer, Vargas Llosa despliega su talento narrativo y combina magistralmente la denuncia feroz con la intimidad y la ternura.
Revolucionarios de Joshua Furst
Trad. de Alba Montes Sánchez
Impedimenta
Furst sabe cómo hacer daño y, como ha demostrado en esta novela, sabe también mucho de ídolos con pies de barro. En Revolucionarios nos muestra la otra cara de algunas de las figuras más emblemáticas de los sesenta y los setenta. Lenny Snyder es un legendario activista, carismático líder intelectual e icono de la contracultura americana de los sesenta, uno de esos individuos que movían masas y pregonaban el amor, no la guerra, pero cuya vida privada era un maldito campo de batalla del que no salían indemnes ni su mujer ni su hijo Fred, el protagonista de la historia. Furst establece paralelismos y contrastes entre la realidad y la ficción en una novela tan cautivadora como inteligente.
Milkman de Anne Burns
Trad. Maia Figueroa Evans
Alianza de Novelas
Milkman, es dura, asfixiante, terrible. Y maravillosa. Ambientada en una ciudad sin nombre de la Irlanda del Norte durante "The Troubles", el conflicto inacabable de los años 70, Milkman cuenta en primera persona la historia de una joven sin nombre a la que su entorno le atribuye un lío con Milkman o "el lechero",un hombre que en realidad no es un lechero, sino algo mucho más turbio. Como turbio es también el acoso que sufre la protagonista, acoso de sus pares, acoso sexual, acoso familiar. Un relato sobre comunidades oprimidas y opresoras, en la que el miedo es endémico y la violencia campa a sus anchas. O en la que el miedo es endémico porque la violencia también lo es. Una obra contundente y salvaje, en la que la autora evoca las imágenes perturbadoras de su propia juventud.
Diario de Italia de David B
Trad. Ane Zulaika Centeno
Impedimenta
Este diario es en realidad un libro de relatos, en el que David B. reflexiona sobre la muerte, habla con sus propios fantasmas, o con los de los demás que hace suyos. No le interesan los grandes monumentos, de su viaje Venecia le atraen los gatos y el inframundo. Su periplo no es sino una odisea entre onírica y alucinante en la que acompañamos al autor a las profundidades de su universo interior. Vemos el mundo a través de sus ojos. La increíble historia de una mujer atacada que acaba viviendo con los ancianos que la hallaron y cuyo relato se podría escenificar en las cuatro estaciones de un año. La historia más fascinante es la de un policía retirado de Hong Kong, en la que, rastreando una serie de asesinatos mafiosos, se topa con fantasmas, similares a los que siempre han perseguido a David B, aquellos que, como él mismo confesaba en La Extensión del gran mal, "te visitan desde la infancia".
Mythos. Los mitos griegos revisitados de Stephen Fry
Trad. Rubén Martín Giráldez
Anagrama
Siempre he sido fan de Stephen Fry, me gusta cómo actúa, cómo habla y, sobre todo, me gusta cómo escribe. Es de esas personas que sabe mezclar el humor y reivindicaciones muy serias, algo tan difícil como necesario. En Mythos, es más él que nunca. Lo curioso de la mitología griega es su brutalidad y su inverosimilitud. Fry lo sabe y nos explica los mitos griegos mediante un relato inyectado de comentarios ingeniosos, de una forma totalmente distinta a como lo hiciera Robert Graves (otra obra fabulosa). Fry no presenta los mitos de forma muy exhaustiva, pero son una gran introducción a la estructura de la antigua jerarquía griega entre los dioses. Combina a la perfección referencias a la cultura pop y a la política actual, explica las raíces lingüísticas de algunos términos y de dónde viene el nombre de muchas constelaciones. También tiene metáforas desternillantes por lo claras que resultan, como cuando cuenta que Cronos tenía "un toque de Morrissey, algo de Macbeth y mucho de Hannibal Lecter". Da una detallada pero nunca aburrida lección sobre la importancia que, incluso a día de hoy, tienen los mitos griegos: porque nos ofrecen una historia de nosotros mismos, de dónde venimos, de qué nos formó. Una obra redonda, salvaje, divertida y con la que se aprende un montón. Si no sabes nada de la mitología griega, con Fry aprenderás lo básico: es trepidante, divertida, brutal; en fin, tiene todos los elementos para triunfar en la ficción televisada. Y si eres un enamorado del tema, te encantarán sus referencias, sus guiños, su acertado análisis y sus curiosas disquisiciones.
Desierto sonoro de Valeria Luiselli
Trad. Daniel Saldaña París y Valeria Luiselli
Sexto piso
Desierto sonoro tiene una curiosa estructura para tratarse de una novela. Dos voces narradoras, la de la madre y su hijo, que se mezclan con documentos reales y con otra obra de ficción, que bajo el título de Elegía de los niños perdidos narra la odisea de unos niños centroamericanos para entrar ilegalmente en Estados Unidos. Desierto sonoro es una obra llena de simbolismo, en la que un matrimonio que se desmorona se comparara a una sociedad que también se derrumba, en la que los derechos humanos se acaban cuando los demás empiezan a ser un engorro y en la que se demoniza el papel del migrante sin tener en cuenta ni sus circunstancias y ni, a menudo, su corta edad.
Lo que comienza como una profunda reflexión intelectual sobre las formas en que negociamos el lugar de los hijos en nuestras vidas se convierte en una tensa búsqueda de aquellos que han desaparecido. Tiene pasajes un tanto alucinatorios y desconcertantes, pero es una novela tan innovadora y humana que la rocambolesca trama resulta atractiva y convincente y cumple con su cometido, contarnos qué es lo que sucede cuando una sociedad pierde a sus hijos.
Era más grande el muerto de Luis Miguel Rivas
Seix Barral
Hay algo que me cautiva en las historias basadas en la trágica Colombia de la época de Pablo Escobar. Sin embargo, esta no es una narconovela, sino la historia de Manuel y Yovani, dos jóvenes que, como muchos, crecieron rodeados de ese ambiente de mafias y drogas. Ellos no son sicarios, ni camellos, ni víctimas de la violencia, solo un par de chavales de familia media-baja que se las apañan como pueden. Rivas no rehúye el pasado violento pero tampoco se centra en él; más bien lo que hace es mostrarnos esa cotidianidad a la que se llegó en aquellos trágicos años. Algunos se dejaron tentar por el dinero fácil, otros no, pero todos estuvieron marcados por la tragedia hasta el punto que lo que pasaba se volvió algo cotidiano, incluso las cosas más terribles e inverosímiles. Nos muestra lo que les pasa a los que sufren, a los que cometen crímenes, y a los que aspiran a una vida distinta, menos ruin, menos humillante y menos difícil.
Es además una novela sobre la amistad, sobre la ternura y la ingenuidad de unos adolescentes en un mundo donde los niños llevan miniuzis. Es divertida, entrañable y a ratos, muy dura. Te atrapa desde la primera página, pero también es cierto que el lenguaje coloquial colombiano se le hace durillo al lector español, no son pocas las palabras que he tenido que buscar en el diccionario. Su ritmo es perfecto y Rivas no escatima en los detalles que llenan de color y de vida a la novela.
El algoritmo del amor. Un viaje a las entrañas de Tinder de Judith Duportail
Trad. Carolina Smith de la Fuente
Contra
La periodista y escritora Judith Duportail se mete de cabeza en el mundo del ligoteo por Internet. Como a miles de personas, se le ocurre, tras una separación, empezar a utilizar Tinder para verse con hombres, con el doble objetivo de pasarlo bien y tal vez conocer a alguien que merezca la pena. Consigue las dos cosas, hasta cierto punto. El subidón de ego al perder unos kilos y saberse tan deseable, tan solicitada en la red, le impide a la autora darse cuenta de lo mucho que se ha faltado al respeto al adaptar su imagen al estereotipo oficial. Pronto se da cuenta de que en Tinder, y en otras app similares, no es oro todo lo que reluce, sino que se siguen unas leyes tácitas que poco aportan a la autoestima, sobre todo a la autoestima femenina. Lo que parece igualdad, una relación de igual a igual, no lo es. Se resume en una frase puesta en boca de una de los amantes que tiene la autora: "Me gustas mucho, pero es que nos hemos conocido a través de Tinder". Lo que se vende como una herramienta que fomenta la libertad individual, no lo es, solo se trata de hacer dinero, de consumir. Duportail demuestra, con datos, cómo Tinder (y otras muchas empresas) nos llevan a realizar acciones que en realidad no deseamos, pero atribuyendo la responsabilidad de ellas a los propios usuarios.
Lena y Karl de Mo Daviau
Trad. Carles Andreu
Blackie Books
Los viajes en el tiempo suelen decepcionar porque los autores abren distintas líneas temporales y al hacerlo, a veces se meten en un jardín del que no saben cómo salir. Es muy difícil que una novela sobre viajes en el tiempo tenga un final redondo, donde todo encaje y tenga sentido. En Lena y Karl hay versiones alfa y beta de los personajes, pero todo cuadra. Esta es una novela de ciencia ficción tremendamente costumbrista. Ya no hay naves espaciales, sino agujeros de gusano que te llevan a conciertos míticos de tus bandas favoritas. O de las bandas favoritas de Karl y Lena. Lo que en un principio es un sencillo entretenimiento se empieza a liar, en una novela que Daviau resuelve de manera desternillante y entrañable. Es prefecta, con unos personajes sólidos y entrañables y un hilo conductor que te tiene en ascuas, deseando saber qué te deparará el siguiente capítulo. Esta es una obra de ciencia-ficción con mucha chispa y en la que hay mucho amor. Y mucho humor.
Mañana tendremos otros nombres de Patricio Pron
Alfaguara
La historia de una ruptura amorosa que sirve como espejo de la sociedad en que vivimos: neurótica, superficial, alienante. Vemos derrumbarse a esta pareja como se derrumba un país, poco a poco hasta que se alcanza el punto de no retorno. Son parte de una generación desencantada en la que las relaciones se establecen y se desechan con la rapidez que permite Tinder, tiempos en los que continuamente hay que estarse reinventando y fracasando en cada intento. Él y ella son víctimas de su tiempo, siempre expuestos, sin intimidad, que no comprenden muy bien cómo funcionan sus afectos y que ven las relaciones como un bien de consumo circunscrito a las leyes del mercado. Muchos se hunden en este nuevo orden amoroso. El poliamor se convierte en desamor, tan desgarrador como lo es la sociedad occidental, urbana y capitalista en la que viven. Un texto escrito en una prosa precisa, casi analítica, en la que la ironía se blande como arma para cuestionar los grandes males de la sociedad moderna, en la que, como los protagonistas, que responden a Él y Ella, todos somos anónimos, y por tanto, reemplazables, ordinarios y efímeros.
El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Trad. Marian Ochoa de Eribe
Impedimenta
Aleksy recuerda el último verano que pasó con su madre, y recuerda el odio. La odiaba tanto que podría haberla matado. El protagonista es destructivo y manipulador, pero su brutal testimonio es de tal intensidad narrativa que nos inspira compasión. Su rencor es en realidad fruto de la impotencia, de la incomprensión y de la frágil relación que tiene con su madre. De una vida marcada desde la infancia por la muerte, por su familia disfuncional, por el miedo y el desprecio. La primera novela de la moldava Tatiana Tibuleac es plástica y deslumbrante, llena de colorido, tan violenta como hermosa, un texto a ratos crudísimo pero siempre dotado de un lirismo arrollador. Poco a poco vamos conociendo el pasado de Aleksy y, cuanto más avanzamos en la lectura, más queremos desentrañar a este extraño personaje.
Claus y Lucas de Agota Kristoff
Trad. Ana Herrera y Roser Berdagué
Libros del Asteroide
Con la simplicidad de un sórdido cuento de hadas, esta trilogía –formada por las novelas El gran cuaderno, La prueba y La tercera mentira– narra la historia de dos hermanos gemelos, Claus y Lucas, obligados a vivir bajo la custodia de su abuela, una mujer brutal, sucia y malintencionada. Estamos en un pueblo no identificado durante un conflicto bélico también sin identificar, y los hermanos aprenden a sobrevivir a base de astucia y crueldad en un mundo hostil que no se centra en bandos, sino en el dolor y la crudeza de la guerra. Contiene episodios espeluznantes, situaciones donde lo atroz ha sustituido a la inocencia, donde no hay lugar para la bondad. Claus y Lucas es un retrato preciso y pertinaz de la complejidad humana, un libro extraordinario sobre los horrores de la guerra y los totalitarismos, que es también una alegoría de las fuerzas que han separado a Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Una prosa descarnada, directa, glacial, que va calando poco a poco dentro de uno y que, cuando te quieres dar cuenta, te ha dejado una profunda herida que tardará en cicatrizar.
Tres maneras de inducir un coma de Alba Carballal
Seix Barral
Una primera novela que es todo un novelón. En pleno Madrid contemporáneo y underground seguimos a unos personajes que tratan de escapar de su marginalidad y salir adelante, pero que al final se estrellan contra lo que huyen: ellos mismos. Federico recibe una llamada que cree que le cambiará la vida, y, desde ese momento no puedes dejar de leer, te zambulles de cabeza en las curiosas y demenciales aventuras de unos perdedores que se nos hacen entrañables por su propio patetismo, que rezuman humanidad, que habitan un mundo precario y posmoderno. La prosa de Carballal es impecable y demuestra todo su talento al haber sabido crear con precisión del mejor barman un cóctel que contiene comedia, drama, novela policíaca y crítica social.
La isla de los conejos de Elvira Navarro
Literatura Random House
En esta serie de relatos Navarro se supera a sí misma: inquietantes, oníricos, telúricos. Dejan un regusto metálico, como el de la sangre. Cuando los lees estás totalmente alerta, con los cinco sentidos puestos, expectante. Con cada relato sucede lo mismo, cuando lo acabas, sigues pensando en él, un poco como cuando te despiertas de una pesadilla, te encuentras bien porque sabes que lo que te preocupaba no es real, solo un sueño, y aun así te invade un extraño desasosiego, una comezón que te corroe por dentro. A la atmósfera opresiva se le une el giro inesperado que la autora sabe dar a cada trama, a veces no sabes si lo has entendido bien, y el horror se abre paso dentro de tu cabeza para imaginar siempre lo peor. El relato que da título a la obra trata de un experimento tan horripilante como gratuito que se le va de las manos a un falso inventor, y todo ello se da, al menos en mi cabeza, en el mismo escenario tan bello como angustioso que vimos en la película La isla mínima de Alberto Rodríguez. Otros suceden en el Norte o en la Mallorca de finales del siglo XIX, pero todos en zonas agrestes, duras, lugares en penumbra, o quemados por el sol, perturbadores, inabarcables o claustrofóbicos. Terribles, como solo la mente puede imaginar, con un pequeño empujoncito por parte de Elvira Navarro, que ha demostrado una vez más, su maestría literaria.
La única historia de Julian Barnes
Trad. Jaime Zulaika
Anagrama
Las novelas de Barnes contienen más realidad que ficción, en ellas utiliza su prosa para reflejar la complejidad del mundo y con La única historia vuelve a un lugar que conoce muy bien, el del Reino Unido de los años sesenta, el mismo que trató en su primera novela Metrolandia, hace casi 40 años y al que vuelve a menudo. La única historia es una obra demoledora que habla de amor y desamor, del paso del tiempo y de la desilusión. Porque el protagonista de la novela, Paul, recuerda una historia de amor que le marcó en su juventud, con solo 19 años, cuando inició una aventura con una mujer infeliz y casada de casi 50. Muy Flaubert. Es un argumento sencillo, muy suyo, que Barnes convierte en algo extraordinario gracias al hábil manejo de sus recursos literarios. Es una obra mucho más profunda de lo que parece a primera vista, Barnes se centra en el amor, la memoria y la nostalgia para indagar en el placer y el dolor del deseo, en las heridas que nos dejan las relaciones cuando acaban, en cómo cambiamos con el paso del tiempo y en cómo nos enfrentamos al pasado.
Los asesinos de la luna de David Grann
Trad. Luis Murillo
Literatura Random House
Apasionante True Crime sobre una de las conspiraciones más monstruosas de la historia de
Estados Unidos. David Grann se sumerge en otra investigación profunda y exhaustiva, sobre cómo la cínica codicia de la carrera petrolera, y el dinero rápido que prometía, llevó a la siniestra, pero también singular, persecución y asesinato en masa de los osage, tras el descubrimiento de pozos petrolíferos en sus tierras en la década de 1920. Nadie esperaba que la tribu fuera a enriquecerse, que justo hubiera combustible debajo de las áridas tierras en las que habían sido confinados los nativos. Enseguida se alzaron voces afirmando que los osage no estaban preparados para manejar su fortuna y acudieron los blancos en tropel, en teoría, a ayudarlos en las tareas de extracción. Grann aborda su narrativa a través de Mollie Burkhart, miembro de pleno derecho de la tribu osage y una de las cuatro hermanas que se hicieron ricas y se casaron con blancos. Martin Scorsese la llevará en breve a la gran pantalla protagonizada por Leonardo DiCaprio.
Lluvia fina de Luis Landero
Tusquets
Esta novela que arranca con la iniciativa de una celebración familiar que en lugar de ser un acontecimiento festivo es un campo minado en el que afloran las discusiones, las peleas, las viejas rencillas sin resolver. Seis días de conversaciones telefónicas, en las que los protagonistas hacen cada vez más patente su desencuentro. Aurora, la mujer de Gabriel, el más pequeño de los hermanos, ejerce de bisagra entre todos los miembros de la familia y, al hacerlo, es la que aguanta la carga emocional de toda la familia. Porque cada cual tiene sus frustraciones y sus rencores. Esta es una novela coral, de temática familiar, en la que las viejas rencillas van penetrando como la lluvia fina, que no la notas y cuando te quieres dar cuenta estás calado hasta los huesos. Es una obra oscura, desoladora, amarga, que habla de una familia como no deberían ser nunca las familias. A medida que avanzas en la lectura, ves cómo se avecina la tormenta, pero no puedes evitar devorar páginas, esperando que, tras la tempestad, tal vez llegue la calma. Una novela apasionante forjada por pequeñas y dolorosas historias personales que se entrecruzan y dan forma a la gran tragedia que se intuye desde la primera página.
Vozdevieja de Elisa Victoria
Blackie Books
Una delicia. Victoria ha conseguido recrear las vivencias y los pensamientos de su infancia y se los ha inoculado a Marina, la protagonista de este libro. Viajamos con ella a la Sevilla de 1993, al tórrido verano de después de la Expo que Marina pasa junto a su abuela en un pequeño piso de un barrio obrero. Victoria ha conseguido que los lectores volvamos a cuando se tiene poco más de un metro de altura y uno se muere por saber, por ejemplo, cómo es el cajón de los cubiertos desde arriba. Pero también nos lleva a sentir las angustias y miedos de la infancia, el temor de ser distinta, el deseo de querer comportarse como los otros niños y no lograrlo, de que te llamen Vozdevieja. En esta novela somos testigos de la increíble y maravillosa complicidad de la encantadora Marina y su fantástica abuela, una mujer alegre, cantarina y vitalista que afronta los problemas con mucha valentía y buen humor, que sabe mucho del dolor y de la pérdida pero que nunca pierde su alegría y su chispa. Este libro es como una bocanada de aire fresco, es divertido, vital, emocionante. Un diez.
El último barco de Domingo Villar
Siruela
Llevaba diez años esperando este libro. Yo soy de la que sucumbió al fenómeno Domingo Villar, que devoró páginas siguiendo las pesquisas policiales del inspector Leo Caldas y de su ayudante maño, el impetuoso Rafael Estévez. Por fin, casi un decenio después de que se publicase La playa de los ahogados, ve la luz su tercera novela, El último barco, que sigue la tónica de sus obras anteriores: thriller clásico con una trama muy bien urdida, de acción perfectamente dosificada, con personajes sólidos, unos diálogos brillantes y a menudo hilarantes y un desenlace en el que no queda ningún cabo suelto. Enclavada en tierras gallegas, la novela se va haciendo tan exclusiva como autóctona, tan peculiar y atractiva como genuina, trascendiendo incluso el reto narrativo para hacerse crónica social del momento. La desaparición de una mujer es el punto de partida que abre la puerta a intrigas y cuestiones que, más allá de atrapar la atención del lector, permiten conocer a todo un elenco de personajes de sutiles matices y gran profundidad. Villar nos muestra una Galicia en la que prácticamente cerramos los ojos y podemos oler el salitre, saborear su gastronomía y llenarnos la pupila de verde y azul, bueno, y de negro, pues al fin y al cabo se trata de una novela muy noir.
Iluminada de Mary Karr
Trad. Regina López Muñoz
Periférica & Errata Naturae
Karr continúa las memorias que inició en El club de los mentirosos; si en aquel entonces nos relataba de forma agridulce cómo fue su infancia en su peculiar familia, en Iluminada sigue con su descenso a los infiernos del alcoholismo y la demencia. Cuenta su propio delirio, cómo repitió los excesos de su madre hasta acabar a pasando una amarga temporada en una clínica mental. No obstante, este es también un libro sobre la recuperación, sobre cómo logró salir del hoyo, no volando libre cual ave fénix, sino con mucho esfuerzo, gracias a su maternidad, a lograr distanciarse de su propia madre, a su recién adquirida fe, a la posibilidad de sentir la alegría que en el fondo nunca la abandonó, ni en los momentos más oscuros en los que contemplaba el suicidio como mejor opción de futuro. Iluminada, escrita con la implacable honestidad de Karr, con ese inquebrantable sentido autocrítico tan suyo y su irreverente y lacerante humor, es una historia de crecimiento personal tan cautivadora como emocionante.
