Dios salve a la reina, a su régimen fascista, te convirtió en un subnormal (…) Que no te digan qué quieres, que no te digan qué necesitas, no hay futuro, ningún futuro”. Y Sid Vicious, ese James Dean del punk que decía que para tocar la guitarra solo había que pellizcar las cuerdas, escupía sobre el público. No había que tener buena voz ni nociones de música, pero sí estar sobrado de actitud y normalmente pasado de drogas. Esas que no falten para viajar a otros mundos y escapar de este que no da ninguna oportunidad a los jóvenes. Porque de eso se trataba, de combatir el sistema, el poder establecido y la hipocresía y, de paso, salir de la miseria.

Social group, People, Jeans, Snapshot, Leather jacket, Jacket, Leather, Tourism, Textile, Architecture, pinterest
Ian Dickson
The Damned, uno de los grupos junto a Sex Pistols y The Clash que iniciaron el punk en el Reino Unido.

La hora del macarra

Nadie se imaginaba la magnitud de la fuerza que alcanzarían estas bandas de macarras encerrados en sótanos y garajes británicos y estadounidenses. Un huracán que, una vez tocó tierra, arrasó con todo. Una patada en la boca del estómago a los rancios convencionalismos. “El punk fue una energía creativa que nació por accidente. Fue una reacción contra el abotargamiento de lo que estaba sucediendo en todas las esferas del arte e hizo que todo pareciera posible. Y por un tiempo, así fue”, afirma el dj Lindsay Hutton, creador de The Next Big Thing, uno de los fanzines más cañeros de aquella época y la prueba impresa de que cualquiera podía hacerlo. Grapas, papel, fotos e ídolos como los Ramones, The Damned, Sex Pistols, The Dictators o The Cramps, no hacía falta más. Fue la era del Do It Yourself, no hemos inventado nada ahora. Según recuerda Hutton, “era un poco como formar una banda aprendiendo un solo acorde”. Así sucedía en realidad.

​Joe Strummerpinterest
Ray Stevenson
Joe Strummer, líder de la banda británica The Clash.

British Invasion

La anarquía era la reina de la escena, las calles estaban hechas para follar y pillar y tipos como Iggy Pop, un lunático adicto que saltaba frenético al ritmo de The Stooges, eran las estrellas de manadas de jóvenes que únicamente deseaban abrirse un hueco y, de paso, vengarse de los adultos y escandalizar a sus padres. Ellos les habían condenado a no tener futuro, a vivir encadenados al paro y la miseria en las ciudades, y encima querían darles lecciones. No, de ellos no había nada que aprender.

​La cantante de Blondie, Debby Harrypinterest
Bob Gruen
La cantante de Blondie, Debby Harry, en Max’s Kansas City, 1976.

Entre ese caos, es difícil aun para tipos tan puestos en el tema como Hutton ver cuándo se prendió la mecha del cóctel molotov que montó toda esta batalla campal. Para él es más que probable que todo comenzara con Nuggets, la recopilación de singles hecha por el guitarrista miembro de Patti Smith Group, Lenny Kayes, en 1972. Contagiados por la avanzadilla de la British Invasion (Rolling Stones, Them, Kinks…), bandas de mocosos dieron a luz temazos como I Had Too Much to Dream (Last Night), de The Electric Prunes, o Pushin’ Too Hard, de The Seeds. Lo que sí es seguro es que después llegó el punk y con él su padrino, Danny Fields, un mánager al que se le daba tan bien liarla como cazar talentos. Él fue el ‘culpable’ de que los Beatles jamás volvieran a salir de gira tras destacar en una entrevista la famosa frase de John Lennon: “Somos más populares que Jesús”. Del ‘incendio’ posterior se encargaron las comunidades cristianas y el Ku Klux Klan, que boicotearon sus directos del 66.

Patti Smithpinterest
Bob Gruen
Cantante y poeta, Patti Smith en un directo en Central Park, Nueva York, 1976.

Una bomba del punk

El que fuera mánager también de The Doors, MC5 o The Stooges, de los que acabó más que harto porque controlar a estos yonquis era una puta locura, tuvo claro desde el primer momento que los Ramones darían que hablar. Y mucho. Ellos eran lo que había soñado, un grupo con canciones de dos minutos y un repertorio que no pasaba del cuarto de hora. El espíritu del punk, toda una bomba. “Cuando les escuché en directo en el CBGB’s de Nueva York supe que me gustaban en 15 segundos. Lo tenían todo, así que me presenté y les dije que quería ser su mánager. Me dijeron que necesitaban unos cuantos miles de dólares para un equipo de batería y que si lo solucionaba podía serlo. Así que me fui a Florida a ver a mi madre y ella me prestó los 3.000 dólares que les di”, cuenta en el documental Danny Says. Hoy los Ramones son uno de los grupos más importantes de la historia y sus canciones Blitzkrieg Bop, Beat on the Brat o I Wanna Be Sedated, algunas de las más escuchadas y famosas.

Dead Boyspinterest
Bob Gruen
Dead Boys junto a Divine en el CBGB’s, 1978.

¿Y si no había futuro, cómo hemos llegado hasta aquí? Ahora que llaman al grime el nuevo punk –tal vez lo sea–, y que las pasarelas se llenan de tachuelas y chupas desgastadas, La Fiambrera, en Madrid, prefiere echar la vista atrás y celebrar los 40 años de la explosión de este movimiento con una exposición colectiva (calle Pez 7) que reúne fanzines, portadas de discos y fotografías icónicas de nombres tan reconocidos como Bob Gruen, Ian Dickinson o Ray Stevenson, además de incluir un apartado especial para My Ramones, con 30 de las imágenes más significativas hechas al grupo por Fields: “Tuvieron la suerte de tener un mánager mediocre que era un buen fotógrafo”. Del 1 de diciembre al 4 de febrero, muerte o gloria.

​John Lydonpinterest
Sheila Rock
John Lydon, cantante de los Sex Pistols y posteriormente de Public Image Ltd (PiL)
Photograph, People, Black-and-white, Snapshot, Monochrome, Pedestrian, Street, Walking, Standing, Monochrome photography, pinterest
Danny Fields
Los Ramones, en una imagen tomada por su mánager, Danny Fields.