¿Crees que estás a salvo de un desastre natural en la Luna? Pues piénsalo otra vez.

    Un nuevo estudio financiado por la NASA y publicado en The Planetary Science Journal a finales del mes pasado podría hacer tambalear los planes de la NASA (así como los de China, Rusia y la India) para explorar el polo sur lunar, tanto en sentido literal como figurado. El estudio científico afirma que la Luna se está encogiendo y que este cambio de tamaño está provocando intensos estruendos bajo el regolito lunar.

    "Las regiones del polo sur lunar están sometidas a tensiones globales que provocan deformaciones por contracción y sismicidad asociada", se lee en el artículo. "El potencial de fuertes eventos sísmicos procedentes de fallas de empuje activas debería tenerse en cuenta a la hora de preparar y ubicar puestos de avanzada permanentes y suponen un posible peligro para la futura exploración robótica y humana de la región polar sur".

    El hecho de que la Luna se esté encogiendo no es nuevo: los científicos lo saben desde al menos 2010. Pero como suele ocurrir con los fenómenos geológicos (en la Tierra o en otros lugares), el encogimiento de la Luna inducido por la temperatura sólo ha reducido unos 150 pies en los últimos cientos de millones de años. La NASA describe en su estudio científico este encogimiento de la Luna como una uva que se transforma lentamente en una pasa más diminuta, pero debido a que la corteza lunar (o "piel", para esta analogía) no es tan flexible como una uva, tiende a formar grietas conocidas como "fallas de empuje", donde una sección de la corteza se superpone a otra.

    Los astronautas de la NASA instalaron sismómetros en la superficie lunar durante los años del Apolo y, entre 1969 y 1977, estos instrumentos registraron más de 28 terremotos lunares de poca profundidad, ocho de los cuales podrían atribuirse a estas fallas. Aunque ninguno de estos seísmos superó los 5,0 grados en la escala de Richter, los terremotos lunares se sintieron peor debido a la menor gravedad lunar.

    Este nuevo artículo añade más detalles sobre el infierno sísmico de la Luna. Por ejemplo, estos terremotos lunares pueden durar horas, provocar corrimientos de tierra y suponer un grave problema para cualquiera que pretenda establecerse en el polo sur lunar.

    El autor principal del estudio, Thomas R. Watters, y su equipo utilizaron datos recogidos por la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter, lanzada en 2009, para estudiar más de cerca (entre otras cosas) los datos originales del Apolo.

    "Sabíamos por el experimento sísmico del Apolo... que había estos terremotos lunares poco profundos, pero no sabíamos realmente cuál era la fuente", dijo Watters a la CNN. "También sabíamos que el mayor de los terremotos lunares poco profundos detectados por los sismómetros del Apolo se encontraba cerca del polo sur. Se convirtió en una especie de historia de detectives para tratar de averiguar cuál era la fuente, y resulta que estas fallas jóvenes son el mejor sospechoso."

    El modelo de Watters sugiere que el polo sur lunar es susceptible a estos seísmos y deslizamientos, e incluso incluye una falla de empuje en el Gerlache Rim 2, que es un candidato a zona de aterrizaje de Artemis III. Estas sacudidas geológicas se producen incluso en regiones permanentemente sombreadas, lo que es especialmente importante, ya que se cree que estas zonas podrían contener agua en forma de hielo, un recurso importante para cualquier futuro asentamiento lunar. Veremos si por las conclusiones de este estudio científico pueden aterrizar finalmente en ese área.

    Nadie dijo que la vida lunar fuera a ser fácil.

    Vía: Popular Mechanics
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    Darren Orf

    Darren lives in Portland, has a cat, and writes/edits about sci-fi and how our world works. You can find his previous stuff at Gizmodo and Paste if you look hard enough.