Demostrado, un consumo inadecuado de grasas afecta directamente a la pérdida del cabello. Es la conclusión a la que llegaron los científicos de la Universidad médica y dental de Tokio después de un trabajo publicado en la revista Nature que demuestra cómo una alimentación alta en grasas favorece la caída capilar. “Nuestro cabello es un reflejo de nuestra salud. Sabemos que algunas de las causas más comunes de la caída de cabello son incontrolables como son la genética, los cambios hormonales o la edad. Pero junto a estos factores, existen otros como el estrés físico y emocional o una mala dieta que son igualmente peligrosos para nuestro cabello”, señala Sanja Zivanovic, doctora en Biomedicina y fundadora de Skin Molecule X.

Que la alopecia androgenética afecta con mucha frecuencia a los varones es un hecho, debido al depósito de dehidrotestosterona en los vasos que nutren al folículo piloso. Pero también pueden sufrir alopecia areata, que suele ser temporal, normalmente asociada a episodios de estrés psiquico-traumatico, o alopecia difusa por falta de hierro. El efluvio telógeno es una anomalía en el ciclo de crecimiento del cabello que da origen a una pérdida excesiva de pelos en la fase telógena. Es un proceso reversible que puede estar desencadenado por numerosas causas, estrés, determinados fármacos, dietas hipocalóricas, intervenciones quirúrgicas.

Buenos hábitos para no quedarse calvo

Si queremos mantener el cabello el mayor tiempo posible en nuestra cabeza y además que luzca sano, hay que cuidar bien la alimentación, que sea equilibrada en nutrientes y que los productos que usemos para su cuidado no sean agresivos. Podemos evitar la caída o recuperar el cabello perdido si actuamos a tiempo, rejuvenecerlo, darle la fuerza, la vitalidad y la consistencia que va perdiendo con la edad. Aunque los medicamentos son el tratamiento más común, también está en nuestra mano utilizar productos adecuados para el cabello, la bioestimulación capilar o, cuando la pérdida es importante podemos recurrir a implantes capilares.

Para la higiene habitual podemos buscar productos con ingredientes como el ácido carboxílico aminobutírico, un aminoácido que se encuentra naturalmente en muchas de las células del cuerpo; Piridoxina Clorhidrato, una de las formas de vitamina B6 comprometida en los procesos metabólicos del organismo, ambos compuestos se complementan para inducir y estimular el crecimiento del cabello; Pantenol o provitamina B5, actúa sobre el exceso de grasa que afecta al folículo piloso y a la raíz del cabello, potenciando su proceso de regeneración.

¿Cómo podemos diferenciar una caída de pelo temporal de una más significativa?

En el efluvio puntual, o caída del cabello transitoria debido a la primavera, al estrés, etc., el pelo cae en cantidad y de forma concentrada en el tiempo. Es fácil recordar cuándo comenzó el proceso porque es muy evidente, a diferencia de la caída de tipo hereditario o androgenética, cuyo curso suele ser silencioso, lento y progresivo. Cuando un efluvio pasa de los 6 meses no suele ser puntual, sino crónico. Habría que descartar otras causas diferentes a la hereditaria, como problemas de tiroides, déficit de hierro u otras vitaminas. En primavera y otoño es cuando más se dan los efluvios temporales, que evidentemente pueden agravar un problema de caída capilar más significativo.

Comer demasiada grasa favorece la caída capilar

“El consumo elevado de azúcares refinados, productos procesados, bebidas gaseosas y alcohol, impactan negativamente en la salud capilar debido a su alto contenido de grasas saturadas, que pueden provocar una contracción significativa de los folículos pilosos, llevando a la pérdida de cabello en última instancia –comenta Zivanovic-. este fenómeno se vincula directamente al agotamiento de las células madre del folículo piloso, la base misma de nuestro pelo, bloqueando su regeneración y obstaculizando su crecimiento futuro. El aumento de la ingesta de grasas saturadas puede afectar la calidad del tallo piloso, dando lugar a un cabello opaco, sin brillo y deshidratado. Además, puede ralentizar el crecimiento del pelo y aumentar la caída del mismo. La fase anágena del folículo, que suele durar alrededor de cinco años, se acortará, llevando a una caída más rápida del cabello y afectando a la pigmentación natural progresivamente”.

Un problema que se llama obesidad

Aclara la doctora María José Crispín, médica nutricionista de Clínica Menorca, que lo que de verdad destaca el estudio de los científicos de Tokio es cómo el consumo inadecuado de grasas conduce a la obesidad. “En este estudio, en ratones, lo que han visto es que inducir la obesidad produce resultados y alteraciones en el pelo, cambios, más que la pérdida de cabello sería el debilitamiento, el adelgazamiento de esos cabellos”. Pero no hay que olvidar que la alimentación no es todo. Los nutrientes son muy importantes para el pelo pero “lo que afecta a la calidad del pelo tanto en grosor como en cantidad es la genética y las hormonas. La alopecia androgénica, irreversible, está ligada a una influencia hormonal de la DHT, Dihidrotestosterona, que afecta a los folículos pilosos. De hecho la Finasterida o Finasteride, un tratamiento de la hipertrofia de próstata, es también útil en la alopecia androgenética, al inhibir la 5-alfa-reductasa, enzimas involucradas en el metabolismo de andrógenos, entre otros”, explica la Dra. Crispín, que a pesar de todo incide en que la alimentación juega un papel importante. “De hecho dietas drásticas de pérdida de peso favorecen lo que se llama el efluvio telógeno, una situación reversible de debilitamiento del cabello asociada a dietas, enfermedades, alteraciones varias. En estas ocasiones el pelo está peor nutrido”.

Señores, mucho cuidado con el exceso de grasa, especialmente grasas saturadas, obesidad, pero también con los déficits nutricionales.

¿Qué nutrientes pueden prevenir la caída prematura del pelo?

Teniendo en cuenta que aunque comas sanísimo y nutras tus folículos, como tengas las hormonas que favorecen la alopecia androgénica, no va a ser suficiente y al final te quedarás calvo, sí es cierto que puedes ralentizar la caída y mejorar la calidad del pelo, su grosor y brillo, con los nutrientes adecuados, ya que hay alimentos que ayudan a tu pelo a crecer más rápido y mejor. También con tratamientos orales o tópicos de demostrada eficacia como “es el minoxidil, que mientras se usa funciona y retrasa el problema de la alopecia y lo que hace es favorecer la circulación de los folículos, lo que va a contribuir a que reciba correctamente los nutrientes adecuados”, concede la Dra. Crispín.

Para presumir de buen pelo el mayor tiempo posible, optaremos por alimentos ricos en nutrientes, vitaminas y ácidos grasos esenciales para fomentar un crecimiento capilar fuerte y prevenir la pérdida prematura del cabello. La doctora Sanja Zivanovic, recomienda, además, “ayudarnos de tratamientos nutricosméticos compuestos de activos naturales que no sean nocivos para nuestro cabello”.

Nutrientes importantes para el pelo: hierro, vitaminas del grupo B, especialmente la vitamina B7 o biotina, la cistina que es un aminoácido esencial para la queratina del pelo y otros minerales y vitaminas como zinc, selenio, vitamina E, licopeno, que contribuyen a esa nutrición correcta del pelo. Señalar también que agresiones como tintes repetidos para las canas favorecen el debilitamiento del pelo y enfermedades como dermatitis del cuero cabelludo.

La Dra. Crispín nos alerta contra las dietas muy nutritivas y con demasiada grasa y nos recomienda que aumentemos el consumo de hierro, que no solo está en la carne roja, también en los moluscos y en las legumbres. Es cierto que el hierro vegetal se absorbe peor por el organismo, por lo que debemos complementarlas con vitamina C en la misma comida, naranja, zumo de limón… La biotina la encontraremos en el brócoli y otras crucíferas, huevos y también legumbres. La cistina en huevos, pescados y frutos secos. El zinc en carnes rojas, aves, ostras y otros mariscos.

Mención aparte merecen las pipas de calabaza, “tienen una sustancia que inhibe la 5-alfa-reductasa, es decir que actuaría específicamente en la alopecia androgénica, reduce los niveles de DHT y tiene una acción muy positiva para retrasar la alopecia androgénica, y de hecho está incluida en algunos productos para frenar la caída capilar”, concluye la Dra. Crispín.