Una pregunta recurrente que me hacen cuando interactúo con civiles, dado lo fans que son de los supremacismos, es el manido cuál es el mejor país de vinos del mundo. Ahí al responderle que Francia, por mucho además, me saltan con el no menos tópico “ya, pero en calidad-precio es España”. A lo que yo contesto de manera tajante: “No, felizmente, es Portugal”.

En ese momento se suele iniciar una escalada de violencia que acaba minutos después con sangre ajena en mi ropa.

Para evitar o al menos minimizar estas horribles situaciones, vengo hoy a Esquire a desarrollar el tema del vino calidad-precio y el porqué de mi respuesta. En primer lugar, y espero que no se me ofendan los tiesos, eso de ser el mejor en la categoría calidad-precio tampoco es algo como para estar muy orgulloso.

Normalmente detrás de este concepto lo que se esconde es que no puedes vender el vino más caro porque entonces no te lo compran, es decir, subyace todo un contexto que no es precisamente óptimo. O bien no te conocen lo suficiente, o no tienes autoestima, o no estás posicionado en los mercados internacionales o, aún peor, el consumidor no te considera un buen vino y, por tanto, solo te consume cuando no le da para algo mejor.

Ese es el lado oscuro de la calidad-precio, cuando funciona como eufemismo de vender barato con lo que ello conlleva en un sector, que no olvidemos que es el agrícola, en cuanto a salarios dignos.

Por eso digo con alegría que España, que sí lo fue, ya no es el mejor país del mundo en cuanto a vinos según su relación calidad precio. Vamos progresando y en la escena española cada vez hay más y mejores vinos cuyos desacomplejados productores saben situar y su público valorar y pagar. Los trabajadores tienen que ganar dinero y vivir bien, y más en un sector tan duro como el del vino.

Y vamos bien, aquello que decía hace solo cuatro o cinco años el Master of Wine español, Pedro Ballesteros, de que España empezaría a ser grande cuanto tuviera 50 vinos de tiradas de más de 50.000 botellas a más de 50 euros. Ya le podemos contestar que la mitad del camino está hecha porque, sin pensarlo demasiado, a mí me salen como 20 referencias en dicho estatus.

España ha comenzado a tener vinos de culto, botellas gentrificadas y demás situaciones que parecían reservadas a Francia y ciertas regiones de otros países. Así que es Portugal, otro estado con un interesantísimo catálogo de vinos, el que ostenta ahora el, insisto, dudoso honor de vender vinazos a precios realmente asequibles. Eso sí, también os digo que a saber lo que dura, dado que cada vez, como está ocurriendo en España, tienen más nivel. Porque así se va creando una infraestructura, si van apareciendo vinos buenos estos sirven para atraer la atención del bebedor, funcionan como un catalizador de interés, una chispa adecuada.

Si a través de Niepoort nos dimos cuenta de que en el Douro hay tintos impresionantes, ahora es otro de la región, Quinta do Vale Meao, una de las referencias que más está disparando su precio. Normal, si alguien me suelta que es el mejor tinto de la península ibérica no tendría mas remedio que callarme. No sería mi elección, pero tal aseveración no es ninguna locura.

En fin, como esta vez la cuestión va de que bebáis buenísimos vinos portugueses por cuatro duros, ahí va esta selección de cinco que os van a encantar y, ojalá, os motiven para profundizar en esta gran nación.

Quinta das Bagéiras, Reserva Blanco, 2020, Bairrada. 13,76 euros.

Quinta das Bágeiras Quinta das Bágeiras Reserva Blanco 2020

Quinta das Bágeiras Reserva Blanco 2020
13 € en portugalvineyards.com


Los esquirers de trayectoria ya saben de mi debilidad por esta bodega de autentico culto. En tintos dan muy buen nivel, pero es que en blanco son de las mejores bodegas del planeta. Y empiezo a no pensarlo solo yo, que esta referencia hará 3 años apenas superaba los 5 euros, lo que, por otro lado, era una anomalía tremenda.

Como es cuestión de tiempo que este vino supere los 20 euros la unidad yo que vosotros iría aprovechando.


Arribas Wine Company, Raiola, Tinto, 2019, Trás os Montes. 25,88 euros.

Raiola Tinto 2019

Raiola Tinto 2019


Tinto de fresqueo, complejo, del Arribes del Duero portugués, o sea Arribes del Douro. Fundada en 2017 por Ricardo Alves (1992) y Frederico Machado (1986), ellos son un ejemplo que aglutina muy bien todas las características de lo que sería el perfil de integrante de una nueva ola.

Gente joven, con mucha experiencia en vendimias de por ahí, que quieren hacer un proyecto basado en la identidad de su territorio, que hacen vinos fáciles de beber sin menoscabo de complejidad, que tienen una imagen cuidada y un precio digno que denota amor propio.

Esa es la actitud.

Mención aparte que el vino se llame como el fallecido súperagente de futbolistas, esto ya sí que no sé a qué viene y me da que hasta que no les conozca no lo sabré, pero un día lo haré y os lo contaré.


Filipa Pato, Dinamica, Baga, 2018, Bairrada. 14,50 euros.

Filipa Pato Dinamica

Filipa Pato Dinamica


Filipa es hija de la leyenda de la región Luis Pato, pero lejos de ser una nepowinemaker es una de las elaboradoras portuguesas de referencia. La etiqueta es un poco horrorosa lo que no impedirá que los iniciados os pongamos un buen like cuando os lo veamos por Instagram.

Que un vino llamado Dinamica sea un monovarietal de una uva llamada Baga también tiene su gracia.

Yo se la veo vamos.


Meandro do Vale Meao, 2020, Douro. 27,5 euros.

Distribuidor Olazabal Meandro do Vale Meão Douro Joven 75 cl Vino tinto (Caja de 3 Botellas de 75 cl)

Olazabal Meandro do Vale Meão Douro Joven 75 cl Vino tinto (Caja de 3 Botellas de 75 cl)


Si anteriormente hacía mención del Quinta do Vale Meao como ejemplo de excelencia aquí invoco a su “hermano pequeño” que también se las trae. Evidentemente no alcanza el nivel del top, pero es un gran vino, una versión del Douro potente, pero fresca.

Es muy buen vino, aunque en este caso los juegos de palabras con su nombre sobran.


Susana Esteban, Aventura, 2018, Alentejo. 19,50 euros.

Distribuidor Susana Esteban Aventura Alentejo 75 cl Vino tinto (Caja de 3 Botellas de 75 cl)

Susana Esteban Aventura Alentejo 75 cl Vino tinto (Caja de 3 Botellas de 75 cl)


Y cierro con Susana Esteban, una gallega afincada en Portugal, que en 2009 fundó este proyecto en Alentejo y ya es una de las productoras más respetadas del panorama portugués. Alentejo es una región cálida con fama de dar vinos algo concentrados y alcohólicos, Susana, sin renunciar a este acervo, lo controla para que le queden tintos como este a los que dota de elegancia para domar la potencialidad salvaje de su tanino.

A mí me encantan sus vinos, perfectos para tomar a las 5 de la mañana, y no, no es amor, lo que yo siento es pura obsesión.

Nota del autor: la última frase hace referencia al hit himno “Obsesión” del supergrupo “Aventura”.

O lo explico todo o me la liais, bueno y ni así, pero ya más no puedo hacer.


Y, si has llegado hasta aquí, es que te gusta beber bien. Y, si te gusta beber bien, tenemos que decirte que para celebrar nuestro 90 aniversario, te ofrecemos una caja con tres tintos de culto a un precio imbatible que no vas a poder encontrar en ningún otro lugar. Salud.

Solar de Samaniego 50 años + Chivite la Zorrera + Matsu el Viejo

Solar de Samaniego 50 años + Chivite la Zorrera + Matsu el Viejo
Ahora 26% de descuento

¿QUIERES RECIBIR EN TU CORREO MÁS RECOMENDACIONES COMO ESTA? APÚNTATE A NUESTRA NEWSLETTER PARA TENER LO QUE HAY QUE TENER