No importa cuál sea tu cargo o desempeño en la empresa, parecer inteligente durante las reuniones de trabajo ha de ser una de tus máximas prioridades. Si te ven como un tío listo (en mi caso una tía lista), es más fácil que triunfen tus argumentos y se tomen decisiones que te interesen a ti y a tu departamento. Pero no es fácil, a veces la cosa se complica porque se te va el santo al cielo y empiezas a pensar en tus próximas vacaciones, en la copa que te vas a tomar luego o en si no deberías haber puesto una lavadora esa mañana antes

de salir hacia la oficina. Cuando eso sucede, es bueno tener recursos para dar el pego y que todos se crean que dominamos el cotarro. Te explicamos doce trucos que funcionan para que en las reuniones se crean que eres superlisto, que no se note que has perdido el hilo hace rato y evitar de paso que te endilguen los peores marrones. Algunos los he aprendido a base de acudir a largas –y a menudo infructuosas– asambleas y juntas, otros los he puesto en práctica tras leer 100 trucos para parecer inteligente en reuniones de Sarah Cooper, un libro que, por cierto, me regaló hace unos años un amigo invisible en la cena de Navidad de la empresa. ¿Me estaría tratando de decir algo?

100 trucos para parecer inteligente en reuniones de Sarah Cooper

100 trucos para parecer inteligente en reuniones de Sarah Cooper

100 trucos para parecer inteligente en reuniones de Sarah Cooper

Comprar en Amazon
Crédito: Empresa Activa

Siéntate al lado del líder

Así parecerá que estás coliderando la reunión y serás parte del foco de atención de todos. Antes de empezar, conversa con él –o ella– sobre algo trivial, sobre su familia, o sus aficiones. Tienes que hacer un pequeño trabajo de investigación previo para llevar a cabo esa conversación distendida sobre un tema con el que se sienta a gusto. A todo el mundo le gusta hablar de lo que le interesa, y además, las normas básicas de cortesía harán que te siga la corriente. Los jefes que imponían temor reverencial son cosa del pasado, hoy todos quieren parecer enrollados y justos. A los ojos de los demás estaréis al mismo nivel, tú y el líder. Nadie tiene por qué darse cuenta de que en realidad esa es la primera vez que cruzas una palabra con él y que él está haciendo un esfuerzo para recordar qué es lo que tú haces exactamente en la empresa.

People at business meeting
10'000 Hours//Getty Images

Utiliza términos de esos que impresionan

Eso siempre hace que parezca que tienes un dominio del lenguaje del que en realidad a lo mejor careces. Empezar con un "A colación de lo que ha expuesto Fulanito…" te dará una gran ventaja, pero ¡ojo! cuidado con las palabras y expresiones que se manejan hoy en día y que la RAE considera inadecuadas: no digas "en base a", di "sobre" o "basándose en". Para estar un poco al día de lo que es correcto y cool (¡zasca!) y de lo que no, sugiero suscribirse a la recomendación diaria de la Fundeu, la Fundación del Español Urgente, así sabrás cómo expresarte en los temas de actualidad (podrás, por ejemplo, tirarte el moco y pronunciar como es debido Saoirse Ronan). En las reuniones de trabajo se utilizan muchos términos en inglés, algunos han calado muy hondo, sobre todo los que tienen que ver con nuevas tecnologías. Hay otros que hay que evitar siempre, y si los sueltas, por respeto a la lengua del Bardo, pronúncialos bien, nada de taryet, o mubing, sino targuet o mobing o mejor "objetivo" o "acoso".

Cómo empezar y acabar una frase cuando tienes que hablar en inglés

Este truco funciona muy bien. A veces, la reunión es en inglés porque hay clientes de varios países o porque ha venido el jefe de la central que está en Manhattan, por la razón que sea. Se espera de ti que digas algo, aunque sea breve. Así que estúdiate bien tu frase, sobre todo trata de estar de acuerdo con algo que ya haya dicho el líder, eso es un universal que funciona aquí y en Lima. Para lograr un golpe de efecto, la frase empezará con Actually y acabará con indeed. Por ejemplo: Actually, I think that your idea of a new SEO strategy was of the upmost importance… indeed. ¿Ves? en realidad no has dicho nada, pero parece que has hecho una aportación seria, que sabes bien lo que te traes entre manos, y que hablas un inglés que ni en Cambridge, aunque la frase, gramaticalmente, sea incorrecta.

Businessman in the office
Petar Chernaev//Getty Images

Asiente con decisión mientras haces como si tomaras notas

A las reuniones se va con libreta. Tomar notas significa que te tomas en serio lo que se está tratando, aunque no te importe demasiado y no sepas ni de lo que hablan. Tú finge estar concentrado, de vez en cuando que se te vea subrayando, mientras asientes con la cabeza con cara de concentración. Pero no solo has de asentir y escribir, recuerda ser parte activa así que…

Pregunta en una presentación si pueden retroceder una diapositiva

"Perdona, ¿podrías volver a poner esa diapositiva?", son las palabras que caen como una losa en mitad de una presentación. No importa en qué momento interrumpas, parecerá al instante que estás prestando más atención que los demás, porque claramente se les ha pasado algo que tú estás a punto de señalar. ¿Que no se te ocurre nada que señalar? Pues di algo así como, "No estoy seguro de lo que significan esas cifras". Automáticamente quedarás como alguien que siempre está atento, aunque te hayas pasado la mitad de la presentación en la inopia y no tengas ni idea de qué va el powerpoint.

Business team working together on whiteboard at brick wall in office
Westend61//Getty Images

Dibuja diagramas de Venn

Levantarse de pronto y dibujar un diagrama de Venn es una gran manera de parecer inteligente. No importa si tu diagrama de Venn es inexacto o está incompleto, de hecho, cuanto más inexacto y menos completo, mejor. Antes incluso de que sueltes el rotulador, tus colegas ya se habrán abalanzado sobre la pizarra y estarán peleándose sobre el tamaño de los círculos y las etiquetas y post-its que colocar en cada lado. Llegados a este punto, vuelve a tu silla y garabatea círculos y frases inconexas en la libreta hasta que tus compañeros lleguen a un acuerdo sobre el diagrama perfecto.

Convierte los porcentajes en fracciones

Si alguien dice "alrededor del 25% de los usuarios hacen clic en este botón", refuerza ese dato al instante con un "Así que uno de cada cuatro…", y toma nota de ello en la libreta o teclea algo en tu portátil. Todos asentirán con la cabeza, impresionados y muriéndose de envidia por la rapidez con que llevas a cabo difíciles cálculos aritméticos.

tough questions
sturti//Getty Images

Repite muy despacio lo que haya dicho un experto

En las reuniones importantes siempre hay un experto del tema que concierna para explicar nuevas medidas y cambios que han decidido otros pero que cuentan los expertos para que los mandamases no se manchen las manos de sangre. Puede ser el informático hablando sobre las nuevas herramientas SEO o el ingeniero que ha diseñado el nuevo sistema de regadío a implementar, el caso es que después de su (siempre) breve intervención, es tu momento de gloria: repite muy despacio la última frase que haya dicho el experto… "Así que con el nuevo disjunctive measurer nuestro posicionamiento crecerá exponencialmente porque todos los usuarios utilizarán el remote funambulist system", o lo que sea que haya soltado. Conserva la jerga y los anglicismos, aquí sí, al máximo. Así parecerá que eres tú el que tiene los conocimientos del experto.

Interrumpe la algarabía para "dar un paso atrás"

En toda reunión llega un momento en el que todo el mundo habla a la vez, se interrumpen los unos a los otros para explicar sus ideas, se lanzan opiniones, datos e informes. El tema a tratar está tan avanzado que no te enteras de qué hablan. Ese es el momento ideal para irrumpir con un: "Chicos, chicos, ¿podemos dar un paso atrás?". Todos se girarán hacia ti, asombrados por tu habilidad para silenciar la refriega. Antes de que puedan abrir la boca, continúa con un rápido "¿A qué problema nos enfrentamos?" y, ¡toma! te has ganado otra hora de parecer inteligente.

Close-up of businesswoman scrolling on smart phone
Klaus Vedfelt//Getty Images

Finge que tienes una llamada y deja un momento la reunión

Probablemente no te atreves a salir de la sala porque temes que la gente piense que, para ti, esta reunión no es una prioridad. Sin embargo, levántate diciendo: "Lo siento, pero tengo que cogerlo. Es de la imprenta" (o de la fábrica, o de la central, de lo que mejor vaya en tu caso). No importa que no haya sonado porque todo el mundo asumirá que alguien inteligente como tú va a las reuniones con el móvil en silencio (eso también es un consejo, anótalo). El caso es que si sales de una reunión por una llamada telefónica "que tienes que atender", todos pensarán que tienes cosas aún más importantes que esa reunión. Y de paso estiras las piernas.

Brain battle
Giphy

Devuelve la pelota cuando te la arrojen

Ya sé que no se contesta a una pregunta con otra pregunta, pero eso es en la vida normal y esto es una reunión de trabajo. Estás entre tiburones y un paso en falso puede ser letal. Tal vez de pronto tengas que rendir cuentas o dar una opinión sobre cómo va tu departamento. Es el momento de repetirle la pregunta al inquisidor, incluirlo y hacerle saber que te importa mucho su parecer. Por ejemplo, te piden que expliques tu estrategia de posicionamiento, que tú en realidad no tienes muy clara. Tranquilo, respira tranquilo y responde: "Pues la verdad es que me interesa mucho tu opinión, ¿qué estrategia utilizarías tú?". A la gente le encanta hablar, aunque no sepa nada del tema. Ha pasado el peligro. Pero en el caso de que te haya tocado un hueso duro de roer que te suelte un "No sé, Martí, yo solo sé de contratos" (o de activos o de lo que sea que sepa el menda), ten preparada tu respuesta estrella: "Ese es el problema, que una estrategia (o lo que sea) no es algo cerrado como un contrato (o un activo etc.), intervienen múltiples factores que hacen de ella algo flexible, dinámico… un flujo (esta es otra de las palabras mágicas) inconstante". Ya está, salvado por el lingo y por conceptos abstractos que ayudan a que nadie sepa de qué estás hablando pero suenan bien".

Business people talking in meeting
Jose Luis Pelaez Inc//Getty Images

Ríete de ti mismo

Si alguien te pregunta qué piensas, y lo cierto es que llevas una hora sin escuchar ni una sola palabra de lo que se ha dicho, suelta un sincero: "La verdad, no he escuchado ni una sola palabra de lo que se ha dicho en la última hora". A la gente le encanta el humor autodestructivo. O en su defecto frases del tipo: "Tal vez podríamos llamar a los abogados que llevaron mi divorcio, ellos sí que saben hacer daño" o "Me habéis pillado de lleno". Se reirán, valorarán tu honestidad, tal vez se chiven a Recursos Humanos, pero lo más importante, pensarán que eres la persona más inteligente de la sala.

clever
Giphy