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A veces uno sabe lo que tiene entre manos y, quizás, el poquísimo ruido de Todo un hombre nos debería haber hecho sospechar. Sin embargo, nadie puede negar que sobre el papel la cosa pintaba genial. David E. Kelly, creador de Big Little Lies y The Undoing, se pasaba de HBO a Netflix para crear lo que parecía otra miniserie de éxito. Todo para adaptar un libro de Tom Wolfe y con Regina King como directora. Sin embargo, lo que mejor apuntaba era un reparto liderado por Jeff Daniels, al que algunos recordamos más por la excepcional serie The Newsroom que por su papel en Dos tontos muy tontos. Otras grandes estrellas como Diane Lane y Lucy Liu le acompañan en los 6 capítulos de alrededor de 45 minutos de duración donde también podemos comprobar el trabajo de otros actores menos conocidos pero igual de notables como Sarah Jones, Tom Pelphrey o Aml Ameen.
Lo último y más importante era una sinopsis que apuntaba hacia algo parecido a Succession: la historia de un enorme magnate cuya vida parece desmoronarse cuando el banco pretende embargarle los 1.000 millones que le debe. Todo pintaba tan bien que..., bueno, nunca imaginamos que funcionaría tan mal. El gran Jeff Daniels está espantoso en un papel absolutamente ridículo de manera, queremos confiar, inintencionada. Por una vez hemos de recomendar antes la versión doblada que la original, donde exhibe un acento sureño y unos ademanes ridículos. Su sobreactuada interpretación hace que no pase ni una escena sin que dejes de creer en que ese hombre sea un millonario y no un simple paleto al que le debe de faltar poco para encerrar en un manicomio. Solo Pelphrey como un envidioso banquero con complejo de inferioridad ante el magnate ralla en el mismo nivel estrambótico.
Quizás no se les vería tan fuera de lugar a ambos si el resto del reparto no se encontrase, mientras tanto, en un drama político lleno de compleja crítica social que no alcanza si quiera a empezar. Sí, porque mientras que el personaje de Daniels va haciendo ridículo por aquí y por allá, Todo un hombre se permite en estos seis capítulos también construir un trama judicial de denuncia racial con ecos de George Floyd y, encima, meterse en un berenjenal sobre la violación y la responsabilidad de la víctima de denunciar o no. Puerta que, eso sí, cierra nada más abrir por, creemos, falta de algo que decir al respecto.
Todas las piezas están aquí. Todo un hombre parece y parecía tenerlo todo para convertirse en la mejor miniserie de Netflix este 2024. Una pena que no haya sido el caso. Ya disponible al completo en Netflix, no nos extrañará que la plataforma pase directamente a anunciar a bombo y platillo la temporada 3 de Los bridgerton. Eso sí, no todo es malo, los que se han quedado con las ganas de una tercera entrega de Dos tontos muy tontos quizás encuentren en las escenas de Daniels y Pelphrey lo que buscaban.
