Con Netflix nunca se sabe, y es que el público es impredecible. Pueden estrenar una gran serie con estrellas delante y detrás de las cámaras como Ripley y tener un fracaso. Pueden estrenar una serie europea facilona sin ninguna publicidad y petarlo como con Antracita, pueden seguir prometiendo más de una Rebel Moon que, en fin... Por eso, aunque solemos intentar ir por delante de los estrenos, hay casos que no podemos evitar.

richard gadd mi reno de peluche
Netflix

Nadie prestó atención a Mi reno de peluche hasta tiempo después de su estreno. Gracias a nuestros compañeros británicos pudimos leer sobre la asombrosa historia real de Mi reno de peluche. También, de nuevo por medio de Esquire UK, nos pusimos en la pista de ese necesario análisis del final de Mi reno de peluche. Pero aquí estamos, tras analizar el final y los hechos reales, recomendando una serie sorprendente para todo aquel que, como nosotros, haya tardado en verla tras su estreno el pasado 11 de abril. Liderando el top mundial junto con la citada Antracita, Mi reno de peluche se ha convertido en un fenómeno boca a boca, pero también uno que ha triunfado por la propia forma de la plataforma de Netflix. Muchos espectadores ni han necesitado la recomendación de otro para probar, simplemente le han dado al play por probar al verla en portada o en el top y ya han quedado enganchados a sus siete episodios.

Así es Mi reno de peluche, una serie que no tarda en engancharte ni dos minutos y que no te suelta hasta el final. La serie, obviamente, empieza fuerte. Conocemos al protagonista, a un camarero y monologuista que denuncia el acoso de una clienta tras seis meses de continuos mensajes y varios sucesos inquietantes. No solo es una historia real, sino que es una historia real que le sucedió al creador y protagonista de la serie, Richard Gadd. Pero lo que en un principio parece un thriller de acoso sexual con los papeles invertidos y ciertos toques de humor negro va adentrándose en terrenos muy pantanosos, negrísimos, contados con atrevimiento, sin excusas, sin miedos, con verdad y sin perder la ironía.

jessica gunning mi reno de peluche
ED MILLER/NETFLIX//Netflix

Mi reno de peluche comienza, repetimos, como un thriller con humor negro que apunta a que va a caer en la gordofobia y acaba siendo una lección sobre el respeto a los traumas y a los problemas de salud mental. Es una compleja reflexión sobre los cambios personales, los gustos sexuales y afectivos y la cosificación social. Temas muy complejos que nunca se transmiten en la serie mediante discursos buenistas sino a través de la propia intriga, acciones y desarrollo de personajes de la trama.

Además, no tiene pinta (al menos no debería) de tener temporada 2 por lo que ya la tenemos entera, al completo y con conclusión (menudo final) en Netflix.