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¿No te habrás cruzado hoy por casualidad con un asesino en serie sin darte cuenta? Tal vez fue en el vagón de un tren de cercanías repleto de gente, o quizás tal vez en un pasillo del supermercado. Probablemente no te haya pasado... pero, ¿quién sabe? Podría estar en cualquier lugar, o en ninguna parte, y ni siquiera lo sabrías. Es decir, hasta que empieza a asesinarte. ¡Qué emocionante! Los asesinos clandestinos han sido durante mucho tiempo una espeluznante obsesión tanto para los directores de cine como para los cinéfilos. Algunas veces la obsesión da vuelta a los crímenes de un asesino real como los de 'La serpiente' o los de Richard Ramírez el 'Acosador nocturno' o los célebres asesinatos de los Manson; otras se deja correr la sangre y la imaginación para crear a un escalofriante ser de ficción. La cosa es que hay muchos (sí, textualmente muchos) asesinos de poca monta por ahí. Así que hemos decidido hacer el trabajo pesado por ti, con una lista de las mejores películas de asesinos en serie jamás hechas. Eso sí, si lo tuyo es lo real, no dejes de ver nuestra lista de mejores películas basadas en hechos reales y, sobre todo, mejores películas basadas en crímenes reales ¡escalofriante!
Y si quieres ver películas realmente buenas que no te pongan los pelos de punta, siempre puedes revisar las películas de 2022 más recomendadas o las mejores películas Netflix de 2022.
No es país para viejos (2007)
"Deje que le pregunte, ¿qué es lo máximo que has perdido a cara o cruz?" escuchamos con frecuencai en esta peli. Y es que las mejores películas de asesinos en serie se reducen a eso, a tener la vida en juego por un motivo trivial. En No es país para viejos vivir o no depende de la moneda que lanza Javier Bardem al aire y más vale acertar, porque su personaje es lo más parecido a Terminator del cine contemporáneo, un asesino a sueldo que no se detiene ante nada ni ante nadie para recuperar el maletín del dinero que le han encargado.
Los hermanos Coen arrasaron en los Oscar con esta película, que es una de las mejores de su filmografía. Una adaptación de una novela de Cormac McCarthy donde la frontera de Texas en 1980 sigue siendo el salvaje Oeste. Y en el verdadero Oeste no hay trajes de colores chillones, sino una vida que no vale nada.
"Es un buen lío, ¿no sheriff?".
El gabinete del Doctor Caligari (1920)
Es la primera gran película sobre un asesino en serie y a su manera el primer slasher de todos los tiempos. El gabinete del doctor Caligari hizo del expresionismo alemán una de las estéticas más importantes del cine mudo y sigue sorprendiendo por sus sombras y un diseño de producción escalofriante.
En una feria ambulante el doctor Caligari manipula a Cesare, su ayudante sonámbulo para cometer sus crímenes. Uno a uno todos los que se interponen en su camino aparecen muertos a la mañana siguiente.
Hitchcock y John Carpenter bebieron mucho de esta película, si no nos crees a nosotros confía en ellos y ponte a ver el clásico.
Funny Games (1997)
Ningun asesino en serie ha creado tan mal rollo como Peter y su amigo, que se dedican a destruir familias por ¿diversión? No trates de comprender por qué hacen lo que hacen porque lo más siniestro de estos dos asesinos enfundados de blanco es que no hay ningun motivo detrás de sus crímenes.
La vida de Ann, Georg y de su hijo Georgie queda destrozada el día que estos dos sociópatas aparecen en su casa para pedir educadamente que les presten unos huevos. No hace falta más para que la tensión te crispe los nervios, y la película acaba de comenzar.
El mismo director, Michael Haneke, hizo un remake idéntico algunos años después con Naomi Watts y Tim Roth, pero ya puestos a pasarlo mal mejor ve la original.
El enemigo de las rubias (1927)
Vamos a hablar un buen rato sobre Alfred Hitchcock en esta lista, y empezamos con la primera vez que puso en la gran pantalla una historia sobre una serie de asesinatos. El enemigo de las rubias (The Lodger, en su título original) fue su tercer largometraje, pero incluso en estos primeros momentos de su cine ya descubres muchas de sus piedras de toque y motivos: un jugoso asesinato, confusión de identidades, y el primero de sus camafeos, en forma de un hombre al teléfono en una redacción.
Mientras la niebla se extiende por toda la ciudad, un asesino en serie llamado El Vengador ha aterrorizado a los londinenses tras una serie de asesinatos. Todas son jóvenes rubias - un Hitchcock demográfico continuaría matando y aterrorizando alegremente durante el resto de su carrera de director - y cuando un guapo pero espeluznante joven aparece en una casa de huéspedes, se despiertan sospechas. Las pruebas se acumulan, pero no todo es lo que parece.
El terror es magistral, con una clara influencia del expresionismo Alemán, y es sin duda una espeluznante y gótica introducción a los dos temas que se entrelazarían sobre el resto de la obra de Hitchcock: el sexo y la muerte.
Pesadilla en Elm Street (1984)
Entre Halloween y la Matanza de Texas, la figura del asesino en serie había llegado a su punto máximo en 1984. Sin embargo, Pesadilla en Elm Street afiló la cuchilla con su explosiva mezcla de adolescencia suburbana, fantasía, sangre y terror sobrenatural.
Lo adolescentes, a partir de entonces, no podían estar tranquilos. Michael Myers les acechaba en los suburbios de las ciudades, Leatherface lo hacía en cualquier pueblo perdido de la mano de dios, y Freddy Krueger, por su parte, remataba a los supervivientes en sueños. No había manera de escapar.
Desesperados por dormir pero aterrorizados por Freddy, los sueños y la realidad comienzan a desbordarse el uno al otro. Una película inventiva, divertida, extraña y repeta de algunas de las imágenes más inquietantes de la historia del género del terror.
Prevenge (2016)
No hay muchas películas sobre asesinos en serie escritas y dirigidas por mujeres, por lo que el debut de Alice Lowe supuso una bienvenida ráfaga de humor negro y energía fresca. La película cuenta la historia de Ruth, que recientemente ha enviudado y pronto será madre por primera vez. Ella se siente muy aprensiva al respecto, y no hablamos solo sobre cosas habituales como pañales, la falta de sueño o esos eccemas inexplicables que les salen a los niños de vez en cuando.
"No tengo el control, no quiero saber lo que hay ahí", explica Ruth a su comadrona. "Me da miedo".
"El bebé sabe qué hacer", dice la comadrona. "El bebé te dirá qué hacer".
Lo que el bebé quiere hacer es matar. Y matar de nuevo. Y otra vez. La venganza por la muerte de su compañero se convierte en una matanza al azar, provocada por una pequeña voz desde el interior de su creciente vientre. Alienada de su propio cuerpo, el embarazo de Ruth se convierte en una invasión del pequeño ladrón de cuerpos que también medita sobre el dolor, la pérdida y el aprendizaje de cómo seguir adelante.
Halloween (1978)
Olvídate de todas las secuelas, precuelas y reinicios que siguieron a la primera Halloween. La original es quizás la película de terror más esencial de los últimos 50 años, lanzando el voyeurismo de las películas más espeluznantes de Hitchcock al patio trasero de los suburbios anónimos de Estados Unidos. Michael Myers podría estar acechando en tu vecindario.
Myers, enviado a un hospital psiquiátrico después de asesinar a su hermana cuando tenía 6 años, escapa 15 años después y acecha a más víctimas. Sus ojos vacíos y huecos iluminan a Laurie Strode (Jamie Lee Curtis, en su primer gran papel), que consigue la ayuda del Dr. Sam Loomis (Donald Pleasence) para escapar de él. Por si fuera poco, la película tiene una de las mejores bandas sonoras de la historia del cine.
La matanza de Texas (1982)
Este extraordinario, visceral y oscuramente hilarante slasher de Tobe Hooper tenía uno de los mejores eslóganes para carteles de cine jamás escritos: "¿Quiénes sobrevivirán y qué quedará de ellos?" En la que es una de las mejores películas de terror de la historia, el gigante armado con una sierra mecánica de nombre Leatherface y su macabra y parcialmente no muerta familia arrancan trozos literales y psicológicos de un grupo de adolescentes que se han perdido en la más deshabitada nada.
Hecha con un presupuesto mínimo, su poder está en su estilo vérité y sus ritmos tranquilos que de repente te hacen pasar de una típica road movie a una película de terror de culto plagada de paranoia y desconfianza post-Watergate. También supuso la fuente que creó un montón de convencionalismos del género del terror de los que bebieron multitud de películas menores, como el asesino enmascarado sin rostro y la herramienta eléctrica como arma. Sin embargo, nadie lo hizo tan bien como aquí.
El estrangulador de Rillington Place (1971)
Esta pequeña y subestimada joya no fue muy apreciada cuando se estrenó, pero su relato de la historia desesperadamente triste de los asesinatos cometidos por Christie durante los años 50 merece mucho la pena.
Richard Attenborough interpreta al tranquilo asesino en serie John Christie, que se presentaba como médico a las mujeres que vivían en las cercanías de su casa a las que luego asesinaría, y un jovencísimo John Hurt, que es el chivo expiatorio al que intenta inculpar del asesinato de su esposa e hijo. Todo aquí es más escalofriante que el terror directo de otras películas. Como curiosidad, por si la historia ya no fuera lo suficientemente tremenda, fue rodada a solo dos puertas de la casa real en Notting Hill donde ocurrieron los asesinatos.
Frenesí (1972)
Puede ser que el último periodo de Hitchcock no fuera tan exitoso, pero su penúltima película supuso una verdadera hazaña, recapturando el tono de sus thrillers conspirativos de los años 40, con el astuto humor del guión de Anthony Shaffer y el clásico montaje del hombre equivocado siendo perseguido por un crimen que no cometió.
Bob Rusk, un comerciante del mercado de Covent Garden, le tiende una trampa a su amigo Richard Blaney para que asuma la culpa de una serie de estrangulamientos. Todo se hace con energía y estilo, y hay un par de piezas clásicas del cine de Hitchcock. Destaca notablemente el travelling que deja una habitación a mitad del asesinato y se mezcla entre los compradores felizmente inconscientes del horror que está ocurriendo a pocos metros de distancia.
Zodiac (2007)
Basado en la verdadera historia de un asesino (que puede o no ser el senador de los Estados Unidos Ted Cruz, si le preguntas a ciertas (EQUIVOCADAS) secciones de Twitter), que aterrorizó San Francisco y el norte de California a finales de los sesenta, Zodiac es la versión de David Fincher de una de las persecuciones más famosas de la historia de los Estados Unidos.
Con Jake Gyllenhaal, Mark Ruffalo, Robert Downey Jr. y muchos primeros planos al estilo Fincher en salas de interrogatorio poco iluminadas, Zodiac puede ser larga (162 minutos), pero ¿quién dijo que atrapar a un asesino (NO a Ted Cruz) sería fácil? Nadie.
Monster (2004)
Charlize Theron ganó un merecido Oscar a la mejor actriz por su descarnado y desesperado descenso a la verdadera historia de Aileen Wuornos, una mujer cuyos desesperados intentos de prostitución en la carretera conducen a actos mucho más siniestros e irreversibles.
Lejos del elegante icono de la fragancia que supone una actriz como Theron, Wuornos está picada de viruela, desaliñada y emocionalmente lisiada, mientras que Christina Ricci como su ingenua compañera está igual de impresionante... y trágica.
Compleja, conmovedora y sombría, es una película de asesinos en serie que te hace quedarte sentado en la butaca durante un rato una vez que aparecen los títulos de créditos.
El silencio de los corderos (1991)
Vamos Clarice, sabías que esto iba a pasar. El hecho de que Anthony Hopkins ganara un Oscar por sólo 16 minutos de pantalla en el papel del Dr. Hannibal Lecter, el monstruo amante del Chianti y la carne fresca, es prueba suficiente de que si no has visto todavía El silencio de los corderos, entonces deberías ponerte a ello inmediatamente.
"Siempre que sea posible, uno debe tratar de comerse a los groseros". Solo uno de los muchos consejos sabios de Lecter.
Psicosis (1960)
Inspirada en la historia de Ed Gein, un asesino con una particular inclinación por el diseño de interiores donde se usaban partes del cuerpo humano, esta película de Hitchcock es un clásico del género y una de las películas más influyentes de todos los tiempos, capaz de llevar más allá de los límites a la violencia, la sexualidad y las escenas de ducha.
Aterradora por su acumulación y sofocante tensión, Hitchcock compró todas las copias de la novela de Robert Bloch antes del estreno de su película, para mantener el misterio y el horror de Norman Bates, su madre y su motel asesino.
Seven (1995)
Otra película de Fincher, esta vez protagonizada por el pretriste Brad Pitt como el dinámico aprendiz del viejo y cansado detective interpretado por Morgan Freeman. Los dos persiguen desesperadamente a un asesino en serie que emplea técnicas ostentosas y espantosas en sus víctimas, cada una de las cuales representa uno de los siete pecados capitales (la gula es nuestra favorita).
Definitivamente son muy noventeros (Brad Pitt con una chaqueta de cuero mirando hacia arriba bajo la lluvia de Nueva York mientras una odiosa orquesta toca de fondo), pero eso importa poco con una historia tan impresionante y acelerada como esta.
Henry: retrato de un asesino (1986)
Una película considerada tan depravada por la junta de censura americana que se le dio una calificación de 'X' (lo que significa que los cines no querrían tenerla en cartelera), Henry: retrato de un asesino fue estrenada en 1990 y desde entonces se ha ganado el estatus de película de culto por su visceral retrato de Henry Lee Lucas, un asesino con problemas con su madre, que confesó haber matado hasta 300 personas.
Esta película no es tanto un thriller psicológico o inteligente. Al final, es el nihilismo y la inutilidad de los asesinatos de Henry lo que la hacen tan perturbadora. La idea de que alguien pueda asesinarte solo porque le apetezca.
American Psycho (2000)
Con elementos de sátira mordaz, farsa y comedia negra - junto con todo el asunto del asesino en serie - Christian Bale interpretó al antihéroe de American Psycho, Patrick Bateman, un desalmado financiero de Wall Street propenso a sufrir ataques maniáticos y a desahogarse asesinando a gente. Además, está obsesionado por la ropa, las reservas en los restaurantes, las tarjetas de visita y Huey Lewis and the News. Es uno de los personajes más odiosos de la literatura, creado por Bret Easton Ellis, y la película supo estar a la altura.
Una película brillante por derecho propio, American Psycho también sirve como un irónico retrato previo al choque de las vanidades y excesos de un egoísta estilo de vida en la ciudad.
"¿Es eso un impermeable?"
Snowtown (2011)
Mientras que muchas de las películas de esta lista se centran en las juergas homicidas de asesinos en serie en toda regla, esta película independiente australiana nos muestra la oscura e insidiosa ascendencia necesaria para llegar allí.
A veces imposible de ver y a menudo insoportablemente sombría, en ella vemos a un adolescente en busca de su identidad, pero su mentor consigue estropearlo todo hasta llevar ese deseo al más oscuro de los resultados.
Malas tierras (1973)
Basada en la historia real de Charles Starkweather y Caril Ann Fugate, amantes adolescentes cuyo asesinato en 1958 en las llanuras de Nebraska acaparó los titulares de prensa en Estados Unidos, Malas tierras es la mejor obra de Terence Malick (lo sentimos, Árbol de la vida).
Una de las muchas grandes películas sobre una joven pareja que escapa a los caminos secundarios de la América libre, Malas tierras es Bonnie y Clyde con más estilo, un mejor guión y una psicopatía mucho más contundente.
M, el vampiro de Düsseldorf (1931)
M, el vampiro de Düsseldorf es considerada la primera película de asesinos en serie y un clásico del género, narrando la frenética persecución de un asesino de niños en las calles de Berlín.
Considerando el año en que se hizo, M todavía se mantiene notablemente fresca cuando se ve con ojos modernos. De hecho, muchos directores modernos podrían aprender un par de cosas (o diez) de su simple pero eficaz construcción del suspense y su despliegue de la atmósfera.
Ah, y el vestuario es maravilloso también.
Memories of Murder (2003)
De innegable influencia en Zodiac y True Detective, hasta Parásitos está era la película más icónica de Bong Joon-ho. Cuanta la historia del primer asesino en serie de Corea, que asesinó a una decena de mujeres entre 1986 y 1991. La historia se centra en una atípica pareja de policías y en su búsqueda desesperada entre pueblos y arcenes de carretera, entre cadáveres, familias rotas y pistas falsas, para hallar a un asesino que cada vez parecía estar más lejos.
Son sus paisajes, la relación de sus protagonistas y el árido amargor de su final lo que ha marcado el thriller del siglo XXI. Como curiosidad, no se logró capturar al asesino hasta 2019, 16 años después del estreno de la cinta.
El fotógrafo del pánico (1960)
1960 es, sin duda, el mejor año de la historia del cine, si en él metemos algo de 1959 y 1961, un año largo que se dice, ya podemos decir que se estrenaron en esos meses mejores películas que en los últimos 50 años. Fue un momento asombroso, un punto internacional de no retorno entre el cine clásico y las llamadas nuevas olas del cine moderno, una explosión mundial que, por desgracia, cuenta con algunos injustos olvidados entre los que sin duda está Peeping Tom, título original de El Fotógrafo del pánico.
El gran Michael Powell, director de Las zapatillas rojas, Narciso negro o Vida y muerte del Coronel Blimp, entre otras maravillosas, se atrevió a realizar esta escandalosa película, la más atrevida del cine británico hasta La naranja mecánica. La historia se centra en un asesino en serie obsesionado con fotografiar a sus víctimas en el momento en que las asesina. En su vida normal, se gana la vida como fotógrafo, tanto de cine como erótico y pornográfico, por lo que sus víctimas suelen ser actrices y prostitutas. Un relato arrollador que mezcla misterio, crimen y erotismo en lo que es toda una oda al principio vouyerista del cine criminal, tal y como lo fue La ventana indiscreta.
Monsieur Verdoux (1947)
Puede que muchos no sepan lo sombrío y oscuro que podía llegar a ser el cine de Charles Chaplin. La oscuridad siempre estuvo presente en todas sus comedias, desde su personaje de pobre vagabundo hasta la explotación laboral en Tiempos modernos o el nazismo en El gran dictador. Se despediría de Estados Unidos con Candilejas, una amarga historia sobre la vejez de un artista acabado. Sin embargo, ninguna se acerca a la oscuridad de esta cinta basada en hechos reales en los que Chaplin se pone en la piel de un barba azul, un asesino de mujeres ricas que, primero las conquista y luego las mata para quedarse con su fortuna.
Por supuesto, lo hace para dar de comer a su verdadera mujer e hija, pero en este caso la lectura social de Chaplin es tan amarga que hasta cuando su personaje culpa de sus acciones al corrupto sistema social se nos remueve el estómago.
