30 películas de culto con muy buenas críticas

El clásico de ciencia ficción de Ridley Scott es una de las mejores películas del género. Harrison Ford protagoniza la adaptación de la novela de Phillip K. Dick Sueñan los androides con ovejas eléctricas y nos interroga sobre la conciencia humana. Un cúmulo de grandes momentos, una de las mejores fotografías de la historia del cine (obra de Jordan Cronenweth), la mítica música de Vangelis, una frase (sí, la de las lágrimas) que al fin vas a decir con sentido y un final/es que te llenarán horas de conversación interesante.

Pocas películas españolas han alcanzado el nivel de aclamación popular en las últimas décadas como Celda 211. Daniel Monzón revolucionó el relato carcelario con esta impresionante película, siempre tensa y emocionante, sobre un policía (Alberto Ammann) que se queda aprisionado en la cárcel durante una violenta revuelta y se hace pasar por preso. Por muchos papelones que haga Luis Tosar, siempre nos costará no verlo como Malamadre.

Para algunos la mejor película del universo, para otros una obra pretenciosa y sobrevalorada. Tanto si acabas en un extremo como en el otro, merece la pena ver este violento y distópico fresco social que protagonizaron Brad Pitt y Edward Norton bajo las órdenes de David Fincher, aunque sea para entender las constantes referencias y animarte a leer la novela de Palahniuk en que se basa.

Sí, El gran Lebowski mola mucho. Todo el mundo lo sabe, todos han disfrutado con Jesús jugando a los bolos o con El Nota flipando en colores. Es la mejor comedia de los Hermanos Coen y está llena de momentos icónicos y un reparto de lo más inspirado. Sin duda, una película a la que acudir una y otra vez.

Quizás sea la joyita más desconocida de la lista pero si tienes un buen amigo friki del cine y te va el humor negro y las relaciones extrañas, te la habrá recomendado. Si te quiere, claro. Cuenta la relación semiamorosa de un adolescente y una jubilada con un extraño gusto por la muerte y los funerales. Ya, aunque no me creas de primeras, todo tiene mucho sentido y acaba siendo bastante emotivo, humano, entrañable y sincero.

Todo el mundo debe conocer a los Monty Phyton y, aunque no te sepas de memoria toda su obra, al menos has de echarle un ojo a su película más conocida. Los genios del humor inglés hicieron una obra maestra de la comedia con Brian, una parodia de Jesucristo con extraterrestres y Pijus Magnificus de la que acabarás memorizando los diálogos.

En Esquire no podemos ser más de Scarlett Johansson y más de Bill Murray, y la buena de Sofia Coppola los juntó como extraña pareja en una de las cintas más especiales de lo que llevamos de siglo. Su extraña y solitaria conexión en Japón está surcada por un fino humor pero acaba siendo brutalmente descorazonadora. Eso sí, siempre nos quedará ese final al oído.

No podía faltar en esta lista el cineasta español por excelencia. Los grandes nunca son profetas en su tierra y, quizás sea por su fama, pero hay gente en este país que todavía no se ha rendido a Almodóvar. Algunos incluso le tienen manía sin ver sus películas. Desafortunados ellos, si tu eres de esos que quieres empezar, quizás la mejor película para hacerlo sea la que le hizo saltar a la fama internacional, Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988). Puro Almodóvar, pura comedia, pura intriga, se trata de un relato de historias cruzadas sorprendente y siempre rabiosamente entretenido.

No hay una película que despierte esa sorpresa, esa indignación, ante alguien que afirma no haberla visto. Si tu también eres de esos que miente afirmando que se la sabe de memoria para que no te quemen en la hoguera, harías bien en solucionarlo de una vez. Sí, sabemos que dura 2 horas y media pero te aseguramos que no va a ser la última vez que veas a este genial compendio de personajes.

Si todavía no sabes el final de Seven eres casi tan afortunado como quien no conoce el giro argumental de Psicosis 60 años después. Aprovecha para descubrir uno de los mejores relatos policiales de las últimas décadas, libre de spoilers, antes de que alguien te la fastidie, porque ya te decimos que es cuestión de tiempo. Y bien merecido que te estaría...

El checo Milos Forman abandonó a tiempo la Republica Checa para emigrar a Estados Unidos y cubrirse de Oscars con la película más icónica (con permiso de El resplandor) de Jack Nicholson. El mítico actor interpreta a un delincuente que se hace pasar por loco para reducir su pena y acaba en un manicomio lleno de pacientes que intentará revolucionar. No nos olvidemos de la enfermera Ratchet, que por algo ya tiene su propia serie de orígenes en Netflix.

Películas de guerra hay muchas, y muy buenas, pero ninguna alcanzó a representar el caos y el horror, el miedo y la oscuridad humana, la podredumbre y la locura como una de las dos Palmas de Oro en Cannes de Francis Ford Coppola (la otra la ganó por La conversación). La historia de la búsqueda de un oficial caído en la locura en la selva profunda es, a la vez, una espectacular cinta de acción bélica y una profunda reflexión individual sobre los traumas y la cordura.

Durante varias décadas ha sido elegida la mejor película de la historia del cine, y no exageran ni un ápice. Por supuesto, si no eres muy cinéfilo, puede que te importe poco comprobar cómo revolucionó los tiros de cámara, la profundidad de campo, la forma de narrar mediante flashbacks o las imaginativas elipsis temporales. Sin embargo, por encima de todo siempre quedará el enorme relato americano sobre la ambición, el dinero, el poder y la soledad que envuelve al Kane de Orson Welles.

Obra maestra de Billy Wilder, más cómica que Días sin huella, más dramática que Con faldas y a lo loco, esta película ganadora de 5 Oscars es la favorita de muchos críticos porque representa, como ninguna, múltiples aspectos de la vida humana. Todo a través del patético pero resistente oficinista enamorado que encarna un genial Jack Lemmon.

Paul Newman y Robert Redford protagonizan este clásico redondo, el icono de las películas de atracos y enredos cuya elegancia, clase e intriga está muy lejos de ser alcanzada, incluso por obras notables como Ocean’s Eleven. Dirigida por George Roy Hill, ganó 7 Oscars y el cariño y la reverencia de todos, para siempre.

La primera película hablada de Charles Chaplin continúa hoy como una indiscutible obra maestra, con un discurso final que hay que aprenderse de memoria y un buen puñado de gags inmortales. Todo a lo largo de la historia de un barbero judío con un asombroso parecido a Adolf Hitler, digo, a Astrolfo Hinkel.

Si hay una película española que se lleve el número uno en casi todas las votaciones y listas del cine nacional es esta inmortal y desternillante crítica de Luis García Berlanga a la pena de muerte. Todo nace de las necesidades económicas de un enterrador que, cómo no, se ha de casar con la hija del verdugo. No podrás visitar las Cuevas del Drach sin acordarte de ella.

Como el sonoro, el technicolor o el fin del código Hays, el cine digital cambió el cine para siempre y nada lo representa mejor que esta historia de acción sci-fi de las hermanas Wachowski que nos hizo a todos, además de a imitar a Neo cuando jugamos al limbo, reflexionar sobre nuestra realidad y cuestionarnos la veracidad de nuestra existencia.

El terror, el thriller, los asesinos en serie… El cine en general tiene un antes y un después en esta reconocida cinta de Hitchcock que, desde su estreno, fue encumbrada por el público (más que por la crítica) como un clásico inmortal de lo bien (y lo mal) que se lo puede pasar uno en el cine. Si todavía no has visto la escena de la ducha o desconoces el final… Decirte que eres muy afortunado se queda corto.

Desde Psicosis, no hubo una cinta de asesinos en serie capaz de arrebatarnos de tal modo que quisiéramos, a la vez, morirnos de miedo a cada mirada y decorar nuestra casa de merchandasing. Jonathan Demme creó un energético thriller lleno de giros y de enorme final pero en el que, sobre todo, destacan las conversaciones, con cristal blindado de por medio, entre Hannibal (Anthony Hopkins) y Clarice (Jodie Foster).