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Pocas cosas son tan adictivas como una novela policiaca. En cuanto hay un muerto, y un crimen que desentrañar, parece como si los libros se acabaran solos. El libro te engancha desde la primera página y no puedes dejar de leer, aunque sean las tres de la mañana y al día siguiente te esperen a las ocho al pie del cañón. La novela negra entretiene, pero es que además nos propina un fuerte latigazo emocional, pues se convierte en un viaje a nuestros rincones más oscuros. Supone un recorrido a lo más crudo de la condición humana en el que nos enfrentamos a nuestras fobias y temores, e indagamos en conceptos tan abstractos como la justicia o la culpabilidad.
Cuando te gusta la novela negra, no piensas en libros, sino en autores: sir Conan Doyle, Raymond Chandler, Dashiell Hammett, Agatha Christie, Patricia Highsmith, Manuel Vázquez Montalbán; o en sus personajes: Sherlock Holmes, Philip Marlowe, Sam Spade, Hércules Poirot, Tome Ripley, Pepe Carvalho. Leemos vorazmente el texto en busca de la solución al enigma que se plantea siempre al principio de la novela, nos involucrarnos activamente en la trama y participamos en un universo casi siempre sórdido y espeluznante desde la seguridad de nuestra butaca favorita.
Los libros de intriga y misterio no son siempre literatura policiaca o de asesinos, pero toda novela negra tiene una buena dosis de ambos ingredientes. Y además un extra de libros de aventuras, con detectives que salen a la calle a resolver los casos y a mancharse los zapatos con los bajos fondos de la ciudad o asesinos que nos sirven de guía en un descenso a los infiernos del crie.
Aquí te mostramos nuestra selección de novela detectivesca, no son los libros más famosos de los autores más reconocidos, pero son obras excelentes que a veces no han brillado a la sombra de otro best-seller. Por cierto que si quieres estar al otro lado, también te explicamos cómo escribir una novela negra.
El castillo de Barbazul, de Javier Cercas
Si consideras que la novela negra es un género privilegiado a la hora de hablar de los tiempos en los que vivimos, la trilogía de Javier Cercas te va a dar todo lo que necesitas. El escritor de Soldados de Salamina dio un sorprendente giro a la novela policiaca con Terra alta, pero según se han sucedido las nuevas entregas hemos descubierto que no se ha desviado tanto de sus preocupaciones de siempre: la historia reciente de España, la corrupción política o lametaficción. El policía de Melchor Marín es una recreación ficticia del héroe de Cambrils y en un momento de Independencia, el segundo libro de la serie, descubre que un tal Javier Cercas ha escrito una novela sobre él y que encima la quieren convertir en una película. El castillo de Barbazul narra el tercer caso de Marín, varios años después (es decir, en un futuro inmediato), cuando el antiguo policia se ha reinventado como bibliotecario "tranquilo" (no tanto) que trata de criar a su hija Cosette que, ya adolescente, pregunta acerca de la muerte de su madre. Cuando Cosette y una amiga desaparecen en un viaje a Mallorca, Melchor Marín tiene que volver a enfrentarse a la impunidad del poder, que esta vez oculta una serie de agresiones sexuales vinculadas con las altas esferas. Como todos los libros de Javier Cercas, El castillo de Barbazul se puede leer sin conocer el resto, que la propia novela da las claves para orientarte. Aunque gana nuevas capas leído desde todo el recorrido de Tierra Alta.
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Billy Summers, de Stephen King
Trad. Carlos Milla Soler
Desde que Stephen King provó suerte con Mr. Mercedes le ha cogido el gusto a la novela policiaca. Esta vez el foco pasa del detective al criminal para presentarnos a Billy Summers, destinado a figurar entre los mejores personajes de Stephen King. Pero, ¿quién es Billy Summers? "Un basurero provista de arma", nos dice tajantemente King, es decir, el mejor asesino a sueldo del mundo, con un pasado truculento y excombatiente de Irak. Su código deontológico: sólo se ocupa de sacar la basura. Nada de víctimas inocentes. Nada de abandonar a un compañero pase lo que pase. Un buen tipo.
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El poder del perro, de Don Winslow
No hay que confundir este El poder del perro con la novela de Thomas Savage, uno de los mejores libros del Oeste, aunque también transcurra en la frontera. Aquí estamos de lleno en la novela criminal. El periodista, investigador y escritor Don Winslow es un maestro del género condecorado con el premio Pepe Carvalho 2022, que se documenta ampliamente antes de escribir un libro. El poder del perro se trata de la primera novela de la 'trilogía del Cartel', un fresco de dimensiones épicas sobre el narcotráfico entre Estados Unidos, México y Colombia que en su primera entrega abarca desde 1975 hasta 2004. La gran novela policiaca de la "guerra contra las drogas", donde nunca hay vencedores. Se trata de una historia trágica de 700 páginas, donde nadie es lo que parece, el ritmo crece vertiginosamente y los diálogos nos golpean tanto como sus impactantes momentos de violencia.
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El misterio de la cripta embrujada, de Eduardo Mendoza
Seix Barral El misterio de la cripta embrujada
Seix Barral El misterio de la cripta embrujada
Durante cinco novelas somos legión los lectores que nos hemos recreado con los delirantes casos del detective anónimo de Eduardo Mendoza. Todo comenzó con El misterio de la cripta embrujada. Mendoza, que estaba abrumado y exhausto tras el éxito de La verdad sobre el caso Savolta, decidía soltar amarras para navegar en el terreno del humor. Con pocas novelas policiacas te puedes reir tanto como con estas, donde Mendoza convierte cada frase en un juego (no por nada ganó hace unos años el Premio Cervantes). El misterio de la cripta embrujada comienza cuando a este detective amateur y delirante le rescatan del psiquiátrico para hacerle investigar la desaparición de una niña en un internado de monjas y no termina hasta que Mendoza pasa revista completa a la Barcelona de la Transición, donde aún laten los secretos de la dictadura enterrados bajo el cemento y el ladrillo del desarrollismo.
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La forma del agua, de Andrea Camilleri
Trad. María Antonia Menini
Bienvenido al nacimiento del comisario Montalbo, el icónico policia siciliano con el que Camilleri rindió homenaje a nuevo Vázquez Montalbán y con el que se convirtió en un superventas italiano. Inicialmente, La forma del agua iba a ser un libro independiente y sin continuaciones pero es lo que tiene el éxito. Y cómo no iba a tenerlo. Un político y empresario local ha aparecido muerto semidesnudo en el interior de su coche en una dehesa donde antes pastoreaban las ovejas y ahora reinan la prostitución y la droga. El forense dice que se ha debido a causas naturales; el inspector Montalbo no se lo cree. Intentará concoer la opinión de la policia, de un juez y el obispo local, pero nadie quiere inmiscuirse en el caso.
El signo de los cuatro, de Arthur Conan Doyle
Trad. Sara Morales Loren
No podía faltar en una lista de novela negra y policiaca una de Sherlock Holmes, siempre entre los libros más leídos de todos los tiempos. Lo más frecuente es recomendar sus cuentos, Las aventuras de Sherlock Holmes, donde brilla en pildoras el mecanismo engresado con que Arthur Conan Doyle sembraba y desenrollaba sus intrigas. En sus novelas, en cambio, la lógica deductiva criminalística se abre más a la personalidades opuestas de Sherlock y de su fiel compañero, testigo de su brillantez y cronista el Dr. Watson. De entre sus novelas hay dos que además brillan por su atmósfera, de resonancias góticas: esta y El sabueso de Baskerville. El signo de los cuatro es su segunda novela, el enigmático caso de la desaparición del padre de Mary Morstan, que comienza a recibir perlas valiosas de un admirador desconocido. Dentro de ese misterio, hay un pacto secreto, un gran tesoro, un robo, varios asesinatos, un misterio indio, dardos envenenados y el inolvidable sospechoso de una sola pierna y su cómplice. De todas las historias de Sherlock Holmes ninguna se parece tanto a las aventuras de Tintin como esta.
La piedra lunar, de Wilkie Collins
Trad. Catalina Martínez Muñoz
La piedra lunar (1868) está considerada la primera novela policiaca de la historia y es un tesoro de primeras veces: el primer misterio en una casa de campo inglesa con una lista de sospechosos más larga que los invitados de una boda, los primeros policias torpones que casi destruyen las pruebas, el primer detective brillante, la primera pista insignificante que se convierte en la piedra angular del caso, la primera recreación de un crimen para resolvero, el primer juego de disfraces (a los detectives y criminales de novelas no les gusta nada tanto como disfrazarse)... en fin, todo. Y está cuidadosamente ensamblado manteniendo un misterio dentro de otro: de una maldición india pasamos a un robo en extrañas circunstancias, de él al pasado y futuro incierto de una criada, entonces a un drama de casamientos y de allí a un doctor romántico con los días contados y un pasado trágico. Todo cabe en esta fiesta de la literatura policiaca, todavía hoy la más adictiva de todas.
Y no quedó ninguno, de Agatha Christie
Trad. Orestes Llorens
Varias personas aparentemente sin ninguna relación entre sí son reunidas en un lugar misterioso donde comienzan a ser asesinados. Una grabación les acusa de haber participado todos en un crimen en el pasado. No es la trama de 'Bullet Train', donde alguien reune a media docena de sicarios en un tren bala de camino a Kyoto, ni de ninguna de las muchas historias que han tomado la misma promesa como modelo. Hablamos de la novela original, concebida por Agatha Christie al margen de Hércules Poirot y de Miss Marple, aunque en cierto modo esto también podría ser una secuela de Asesinato en el Orient Express. Hablamos de Y no quedó ninguno (habitualmente conocida como Diez negritos), la historia más sanguinaria, como un slasher, de la reina del crimen. Lo único que parece hilar todos los crímenes en ese islote de la costa inglesa es una vieja canción infantil, la de los diez negritos. Y, por cierto, si no hay nadie más en el islote, ¿bajo quién se esconde el asesino?
El largo adiós, de Raymond Chandler
Trad. Justo E. Vasco
Si vas a comenzar con Raymond Chandler quizás sea mejor que empieces por El sueño eterno, la primera novela del eterno detective Marlowe, pero mi favorita es El largo adiós, la última de todas si no contamos aquél guion novelizado que fue Playback y la inacabada historia de Poodle Springs. Chandler fue junto con Hammet uno de los renovadores del género que sacó al lector del sofá para arrastrarle a la calle, pero si el escritor de Cosecha roja (más abajo) se basaba en sus propias experiencias como detective, Chandler se inspiró en la propia literatura. Sobre todo en los libros de aventuras y en la mitología artúrica (uno de sus libros se llama, literalmente, La dama del lago). Lo que le interesaba a Chandler era cómo se podía ser un "caballero" en un mundo tan negro como el de la novela criminal. La respuesta es ese duro y cínico pero noble detective Marlowe que todos nos representamos con el rostro y el estilo de Humphrey Bogar. En El largo adiós, no obstante, todo se complica para Marlowe cuando se pasa del bourbon al gimlet de su nuevo amigo Tenny Lennox, cuya esposa multimillonaria acaba de ser asesinada y le fuerza a largarse cuanto antes. Esta vez Marlowe pierde su coraza, el caso es personal y es él quien se ve arrastrado por los acontecimientos en lugar de seguir un rastro. Chandler estaba abriendo una puerta al detective pasivo que a la larga, y con la película de Elliott Gould mediante, acabaría dando lugar a El gran Lebowski y a Puro vicio.
Cosecha roja, de Dashiell Hammet
Es la primera obra del genial Hammet, publicada en 1929 y que marcó una clara diferencia en el mundo de la novela policiaca, inspirándose probablemente en 'Los asesinos', aquél cuento de Hemingway que inspiraría Pulp Fiction. Rompió con el investigador tradicional, refinado y deductivo, e introdujo la figura del tipo duro, desaliñado, que resuelve los casos peinando los bajos fondos, con métodos no muy heterodoxos, hasta violentos. En Cosecha roja, ni siquiera sabemos su nombre, solo es "el agente de la Continental", un individuo que trabaja como detective privado para la Agencia Continental de Investigaciones de San Francisco y que volverá a aparecer en otras obras del autor. Tiene un lenguaje incisivo, una dudosa moral y una forma de trabajar más que cuestionable. Su contrapunto es Dinah Brand, “mujer fatal” con un largo historial de amantes y una ansia insaciable de dinero. Con estos elementos nace la primera novela negra: personajes en los que la división entre buenos y malos es poco clara, individuos derrotados y resabiados en busca de algún atisbo de verdad. La consagración le llegó a Hammet un año después, en 1930, con El halcón maltés, donde aparece por primera vez el que fue su personaje más famoso, Sam Spade, muy parecido al agente de la Continental, pero que nos imaginamos, gracias a la película de John Houston, con el rostro, la voz y el estilo de Humphrey Bogart.
Más trabajo para el enterrador, de Margery Allingham
Trad. Antonio Padilla
Una extraña muerte tiene lugar en una antigua mansión londinense, en el seno de una familia tan brillante como excéntrica, en una época en la que aún quedaban coches de caballos y en el banco te agasajaban con una copita de jerez. El investigador Albert Campion entra en acción para resolver el caso, junto a los miembros de la policía local. Es un clásico criminal con todos los elementos del género policiaco, cadáveres, sepultureros, mayordomos… pero que además bebe de los libros de humor del mejor P. G. Wodehouse o Gerald Durrell. Una trama llena de Intriga, una prosa desternillante y, en definitiva, un libro deliciosamente británico. El trasiego de personajes a veces te dejará un poco perdido, pero enseguida retomas las riendas de una novela que acaba con un final sorprendente e inesperado.
La dalia negra, de James Ellroy
Esta novela te envuelve y te atrapa porque el autor pone mucho de sí mismo, y te arrastra en ese viaje diabólico para hallar una respuesta que no hay. La madre de James Ellroy fue brutalmente violada y asesinada cuando el escritor tenía 10 años, lo que le marcó desde muy joven. Nunca se encontró al asesino. La dalia negra narra un asesinato muy similar que tuvo lugar en Hollywood poco antes de que Ellroy naciera y que tampoco se resolvió, el de Elizabeth Short, una veinteañera cuyo cadáver apareció, seccionado en dos partes, en un solar. Ellroy reconstruye el suceso a través de la figura de dos policías de Los Ángeles, ambos exboxeadores, decididos a averiguarlo todo sobre la vida de la víctima y su brutal asesinato. La investigación se convierte en un viaje infernal a la otra cara del Hollywood de la posguerra, el submundo de las redes de pornografía y corrupción de menores. Es la primera novela del «Cuarteto de Los Ángeles», tetralogía que sigue con El gran desierto, Los Ángeles al desnudo y Jazz Blanco. El estilo de Ellroy, sin concesiones, incisivo, brutal a veces, es muy adecuado para describir lo más negro del alma humana. La obra más intimista de Ellroy, en la que investiga el asesinato de su madre y lo que para él supuso esa tragedia, es Mis rincones oscuros, también muy recomendable.
Delitos a largo plazo, de Jake Arnott
Trad. Fernando Garí Puig
Si te gusta el swinging London, las películas sobre los bajos fondos de los años sesenta en un Londres descarnado y aun así rutilante, donde abundan antros de baja estofa y selectísimos clubs nocturnos por los que pululan famosos, mafiosos, prostitutas de lujos, policías corruptos y matones, vas a disfrutar de lo lindo. Si te fascinan los gemelos Kray, esos gángsters desalmados que fueron dueños del hampa londinense, esta es tu novela. Es la primera de una trilogía sobre Harry Starks, un gángster homosexual y psicopático con todo tipo de negocios ilegales y muy pocos escrúpulos. En Delitos a largo plazo, conocemos a Starks a través del relato de cinco personajes en un escenario en el que se alternan personajes de ficción y personas reales como Judy Garland o los mismísimos Kray. En Canciones de sangre y Crímenes de película, Starks es un mero personaje secundario, pero siguen siendo novelas sobre policías y criminales excepcionalmente adictivas.
Los mares del Sur, de Manuel Vázquez Montalbán
Probablemente sea la novela más leída y traducida del genial Montalbán –a quien rinde hornor otro gran escritor del género, Andrea Camilleri con su singular Montalbano. Fue Premio Planeta en 1979. No solo es una novela policiaca, sino una acerada crítica a la perdida y desilusionada sociedad española de la Transición. El detective Pepe Carvalho, culto, cínico, íntegro y gran gourmet realiza sus pesquisas en una Barcelona muy diferente a la de hoy en día, moviéndose entre las altas esferas de los más privilegiados y los bajos fondos de la marginación social. Un libro que no solo no pierde con una segunda lectura, sino que gana en matices, captaremos los guiños que se nos escaparon en su día y que abundan en la novela y la entenderemos como una obra más compleja. En mi opinión, y sin desmerecer otras, esta es la mejor novela del autor. Ahora le toca recoger el testigo y seguir con el personaje de Carvalho, por voluntad de la familia Montalbán y de la editorial, a otro gran escritor noir, Carlos Zanón. Carvalho: problemas de identidad ha sido la primera nueva aventura de este lúcido investigador privado, que a pesar de su extensa cultura profesa una profunda adversidad hacia los intelectuales y que, en en un ejercicio de crítica literaria, alimenta su incombustible chimenea con los libros de su biblioteca.
Nudos y cruces, de Ian Rankin
Trad. Francisco Martín
Es la primera del escocés Ian Rankin, donde nos presenta a John Rebus, inspector del cuerpo de policía de Edimburgo, un hombre honesto, valiente, bebedor y fumador compulsivo, con sus propios y particulares demonios. Cuando el autor lo escribió, no pensaba que fuera una novela de detectives, su intención era adaptar Dr. Jekyll y el Sr. Hyde de Robert Louis Stevenson a una moderna Edimburgo, con Rebus como la figura de Jekyll. En este su primer caso, Rebus se enfrenta al asesinato de dos jóvenes, removerá toda la ciudad para hallar la verdad, reflexionará delante de una pinta en uno de los bares más pequeños de Edimburgo, el Oxford bar, un pub que existe en la vida real (y merece una visita) que casi pasará a ser su cuartel general durante toda la saga. Bienvenido al mundo de John Rebus, a un universo que se desarrolla a lo largo de las 22 novelas y 29 relatos en los que aparece. Yo llevo décadas siguiendo sus pesquisas y me conozco al inspector, y a su sidekick Siobhan Clarke, mucho mejor que a muchos miembros de mi familia.
Lejos del corazón, de Lorenzo Silva
El teniente Bevilacqua me recuerda mucho a John Rebus, y su ayudante, la sargento Chamorro, es similar a la detective Clarke, pero en castizo; aquí queda muy lejos la policía de Edimburgo, los que resuelven los casos son guardias civiles: Chamorro, por vocación familiar, su jefe porque no sabía muy bien qué hacer cuando acabó la carrera de psicología. En este último caso, uno de los diez libros electrónicos más vendidos del verano de 2018, la pareja de la Benemérita acude al estrecho de GIbraltar para buscar a un joven secuestrado y se encuentra con un lugar donde el dinero negro corre a raudales y el contrabando y el blanqueo de capital es el pan de cada día. Se meten de cabeza en un avispero del que no es tan fácil salir ilesos. Como en los dos casos anteriores, si eres nuevo en la saga, casi te recomendaría que la siguieras desde el principio, por El lejano país de los estanques, para hacerte con la vida privada de los personajes, que tiene su tela.
Blacksad, de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido
Probablemente una de las mejores novelas gráficas de los autores españoles más aclamados y vendidos en todo el mundo. John Blacksad es un gato detective (todos los personajes de esta serie son zoomorfos, o sea, con forma de animales) cuyas pesquisas tienen lugar en los Estados Unidos de la posguerra. No falta ningún componente de la novela negra tradicional, mujeres tan bellas como terribles, matones, bajos fondos, agentes infiltrados, peleas, cazadores de nazis, de todo. El dibujo de Guarnido es detallista, plasma a la perfección el ambiente noir, con viñetas que son, todas y cada una, una auténtica obra de arte. No es de extrañar que además de los galardones recibidos en el Salón del Cómic de Barcelona y en el de Angulema, fuera en 2014 Premio Nacional de Cómic, y haya recibido además varios premios Eisner, los Óscar del mundillo del cómic. Es uno de esos cómics imprescindibles que hay que leer una vez en la vida.
Instinto y pólvora. La vida real de una inspectora de policía, de Silvia Barrera
Este libro no es una novela policiaca, pero interesará a todo el que le guste el género, y quiera saber cómo funcionan las cosas en la vida real. Yo lo leí un poco por curiosidad, porque me encantan las tramas policiales, pero no tenía muchas expectativas: me parecía un producto descaradamente ideado para ser best-seller, escrito por una policía guapa que además sale en la tele. En cuanto empecé a leer, me di cuenta de que lo mío eran de nuevo prejuicios estúpidos. El libro te atrapa desde la primera página, cuando te empieza a explicar lo que es el cibercrimen, te cuenta los casos de abusos y estafas más frecuentes, te aconseja sobre cómo obrar ante el acoso en la web y te explica cómo se las apañan los malos en la Deep Web. En la segunda parte nos narra los inicios de su carrera profesional, no precisamente un camino de rosas, sino más bien un bosque lleno de zarzas en el que tuvo que abrirse paso a base de esfuerzo y perseverancia. Cuenta un montón de casos interesantísimos en un lenguaje claro y directo, con modestia, sensibilidad y un gran sentido del humor. Barrera, tal vez porque ha tenido que rellenar páginas y páginas de informes policiales, sabe comunicar lo que tiene que contar y lo hace de manera amena y a la vez impecable. Repite alguna metáfora, pero eso contribuye a que su prosa sea aún más fresca y sincera, y sus anécdotas, muy valiosas. Probablemente he aprendido más con este libro que con toda la novela negra que llevo devorando desde la adolescencia. Un auténtico tratado sobre cómo es la vida maderil, desde la perspectiva de una mujer ambiciosa e inquieta.
