Las series más caras de la historia

Atendiendo a los presupuestos de las series que lo han facilitado, The Pacific es la serie más costosa con 20 millones de dólares por episodio.

The Crown, la coproducción británica y estadounidense de Netflix sobre la vida de Isabel II, tiene un presupuesto de 13 millones de dólares por episodio.

La serie sobre médicos ER, creada por Michael Crichton y protagonizada entre otros por Anthony Edwards, Julianna Margulies, George Clooney o Noah Wyle, contaba con un generoso presupuesto de 13 millones de dólares por episodio.

Hermanos de sangre tuvo un presupuesto de 12,5 millones de dólares por episodio, yéndose una amplia mayoría de esa cifra en vestuario, atrezzo y muchas localizaciones.

Otra producción de Netflix, The Get Down, contaba con un total de 11 millones de dólares. La serie, creada por Baz Luhrmann y Stephen Adly Guirgis, fue cancelada tras una temporada.

Juego de Tronos reconocía que, en sus primeras temporadas, contaba con un presupuesto de 10 millones de dólares por capítulo. Pero ese dato se ha disparado sobre todo en la última entrega, si bien ha contado con 7 capítulos en lugar de los 10 habituales.

Las últimas temporadas de Friends gastaban cerca de 10 millones de dólares por capítulo. La mayoría de este presupuesto acababa yendo a los bolsillos de los protagonistas.

Roma, la gran apuesta de HBO, contaba con 9 millones de dólares de presupuesto por capítulo. Una pena que el canal tuviera que cancelarla tras dos temporadas por su alto coste.

Netflix apostó fuerte con la serie Marco Polo, con 9 millones de dólares para cada entrega. Al final, fue cancelada por sus malas críticas y poca aceptación.

Sense8, la serie creada por las hermanas Wachowski, también ha sido cancelada por Netflix. Tenía un coste de 9 millones de dólares por entrega.

Camelot, la serie sobre la leyenda artúrica, sólo contó con 10 episodios, con un gasto de 7 millones de dólares por capítulo.

El ala oeste de la casa blanca se produjo con 6,5 millones de dólares por episodio.

Frasier, la inolvidable comedia protagonizada por Kelsey Grammer, contaba con 5,2 millones de dólares por entrega.

Boardwalk Empire, otra de las series más importantes de HBO, cuenta con unos 5 millones de dólares para cada capítulo semanal.

House of cards, con Kevin Spacey como protagonista, cuenta con un presupuesto de 4,5 millones por capítulo. Y sí, aquí los salarios son el gran pozo sin fondo de la producción.

Deadwood, la épica serie del Oeste protagonizada por Ian McShane y Timothy Olyphant, contó con 4,5 millones de presupuesto para cada episodio de sus tres temporadas.

La popular Perdidos se hizo con una media de 4 millones de dólares por episodio. El episodio piloto llegó a costar entre 10 y 14 millones.

Fringe, la serie que crearon J. J. Abrams, Alex Kurtzman y Roberto Orci, costaba unos 4 millones de dólares por entrega.

Orange is the new black necesitó 3,8 millones de dólares por capítulo para regalarnos episodios tan divertidos.

Tres millones de dólares fueron suficientes para cubrir la producción de cada capítulo de Breaking Bad. Lógico si vemos el tipo de localizaciones, traslados y material utilizado.