Los coches son fieles compañeros que nos acompañan tanto en nuestra cotidianidad como en esos viajes en carretera que se asientan en el recuerdo. Encontrarlo no es nada fácil pero cuando damos con él salta como una chispa entre piloto y vehículo. Y eso sólo sucede con una simple la mirada. Muchas veces enamorarse de un coche sucede a primera vista.
La belleza no debe estar reñida con la innovación o las más altas prestaciones. Por eso, en una colaboración única, Mazda ha unido fuerzas con el artista alemán Ole Bielfeldt. Si no lo conocías tenemos que decirte que es un prodigioso artista alemán de la macrofotografía. A través de su proyecto "Macrofying", el joven artista de 22 años se sumerge en nuestro mundo pero desde una óptica microscópica, desde la que desvela imágenes y vídeos hipnóticos que muestran las maravillas que esconden los objetos cotidianos.
¿Qué une a Ole con Mazda? El singular enfoque artístico que conecta con el trabajo de los maestros takumi de la firma de vehículos, una élite de artesanos que dedican su vida a esculpir automóviles en busca de lo extraordinario, sublimando, así, la ingeniería a una manifestación de creatividad única. Cada coche encarna una perfección tangible en la que se deja ver el alma humana. ¿Quién dijo que no era posible crear obras de arte en movimiento?
Para esta colaboración, el diseñador de Mazda y el autor de Macrofying han hecho un análisis del proceso creativo del diseño y fabricación de uno de los coches más icónicos de la marca: el SUV Mazda CX-60. La muestra "The Takumi Touch" expone desde los primeros trazos del boceto hasta la última capa de pintura y revela los secretos que conforman estos automóviles tan especiales; todo ello gracias a la visión de Ole Bielfeldt, que ha conseguido que nos adentremos en la esencia de los materiales y técnicas que hacen posible las creaciones de Mazda.
La perfección de los detalles
El SUV Mazda CX-60 se lleva todas las miradas, al haberse convertido en enseña del trabajo artesanal takumi. Con sus costuras inspiradas en las delicadas técnicas de encuadernación y el uso de materiales de la más alta calidad, como la madera de arce o la naba; el Mazda CX-60 materializa el lema que vincula Macrofying con la firma nipona: "La perfección está en los detalles".
La excelencia made in Japan lleva el nombre de SUV Mazda CX-60, que se ha convertido en la prueba irrevocable de maestría y estética en el sector de la automoción. Además, es el primer modelo que se ofrece como híbrido enchufable que no escatima en potencia, autonomía y consumo de combustible; con un impacto ambiental bajo que demuestra el compromiso de la firma por el respeto al medioambiente.
¿Recuerdas ese horizonte del que te hablaba al principio? No era cursilería, sino la posibilidad de elegir cómo vas hacia tu meta: los cinco modos que ofrece Mi-Drive (Mazda Intelligente Drive Select), normal, Sport, Off-road, remolque y eléctrico; serán tus aliados para llegar ese lugar en el que estabas pensando.
Como es lógico, ese cuidado que pone Mazda en el diseño no es gratuito, tiene una finalidad: que el piloto tenga la sensación de que el vehículo es una extensión de sí mismo. Todo ello, gracias, en parte, a una alianza que nos recuerda la importancia de los detalles que habitan nuestro mundo.
Así es el proceso de creación. Mira:
