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El Golem es una leyenda judía, principalmente de centroeuropa, sobre una musculada figura de arcilla que cobrara vida para defender al pueblo judía. Su adaptación al cine, sin embargo, hizo que se confundiese su relato con el de Frankenstein. Nada de esto tiene que ver con el protagonista de nuestra historia, pero os hemos de confesar que ver al checo Illia Golem nos ha hecho pensar en ella más allá de su apellido. Este golem de anabolizantes y músculos lleva años siendo viral por su físico. Sin embargo, nuestros compañeros de Men's Health lo han llevado de nuevo a varias portadas nacionales al desvelar la diete que lleva un cuerpo así.
Admitimos que a nosotros siempre que nos hablan de culturistas seguimos en la época de Arnold Schwarzenegger, y cómo mucho llegamos a la viralidad en redes del llamado "niño culturista". Pero siempre está bien que alguien te recuerde que si no estás como un armario no solo es porque vayas al gimnasio con la misma frecuencia que los eclipses sino porque además no comes lo suficiente. O, vale, está bien, no comes lo que deberías. Pero oye, sushi en cantidades industriales y filetes no son los típicos platos que dificultan el hacer dieta.
Dieta de 7 platos de Illiam Golem en 24 horas
- 8:00am: 300 gramos de avena en copos
- 11: 00 am: 3 platos de sushi de 36 piezas cada uno. (1600 gramos de arroz, 800 gramos de salmón)
- 1:30 pm: 1300 gramos de ternera y un postre de crepes con helado
- 3:40 pm: 500 gramos de arroz, aceitunas, omega 3 y más un tazón de pasta fresca
- 4:50 pm: 200 gramos de queso y 300 gramos de pasta
- 7:30 pm: Otros 1300 gramos de ternera y 700 gramos de queso cottage o requesón
- 9:15 pm: 14 tortitas de avena con sirope de arce
Lo cierto es que, más allá de las cantidades industriales, es una dieta bastante divertida. Empezamos con copos de avena, seguimos con más de cien piezas de sushi (eso sí, todo makis de salmón, nada de diversión aquí). Luego viene casi un kilo y medio de ternera y un postre de crepes con helado nada menos. Lo siguiente es más lo que nos imaginamos de una dieta de gimnasio, mucho arroz y pasta. Pero la cena vuelve fuete con otro kilo y medio de ternera, más de medio kilo de queso y, para irse a dormir bien a la cama, 14 tortitas con sirope de arce.
Todo esto lo hace un señor de ya 35 años, con 1,85 de altura (aunque la anchura de su cuerpo hace que parezca menos) y de 158 kilos de peso. Que, viendo lo que come, no nos parecen tantos. Capaz de levantar 272 kilos en press de banca y 317 kg de peso muerto, Golem empezó en esto de la gimnasia como autodidacta con ayuda de compis de gimnasio. Su ídolo, cómo no podía ser de otra manera, fueron Schwarzenegger y Stallone:
De niño quería ser como Arnold Schwarzenegger y Stallone en Rambo. Y que la gente al cruzarse conmigo vieran a un monstruo. Quería estar tan fuerte como mis ídolos de Hollywood. En mi pequeño pueblo, se abrió un gimnasio y me apunté.
Desde luego, sin la existencia de estas dos figuras del cine habría la mitad de pesas, gimnasios y batidos de proteínas hoy en el mundo.
Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática.
Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Incluso tiene su lado erótico, pero limitado, lamentablemente, a seleccionarnos lo mejor de series y películas eróticas. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes.
Tras 5 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino.
Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación.
Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.
