Portugal puede presumir de tener algunas de las mejores playas del mundo. Y lo cierto es que siempre que pensamos en playas de nuestro país vecino, es bastante común que se nos venga a la mente El Algarve. Pero Portugal es mucho más, por lo que aquí hemos elegido otros tres pueblos con costa que no tienen nada que envidiar a los de esa preciosa zona portuguesa, para que los sopeses si quieres pasar un verano diferente y tranquilo junto al Atlántico.

Zambujeira do Mar

a beach with a building on the shore
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Zambujeira do Mar es un apacible pueblo en Odemira que puede presumir de tener algunas de las mejores playas vírgenes y escarpados acantilados de nuestro país vecino. Perfecto para explorar la naturaleza de esta zona de Portugal, este rincón atrae por igual a amantes del sol, surfistas y viajeros durante el verano, convirtiéndose en epicentro del bullicioso festival de música Festa do Sudoeste en agosto. Además, a pocos kilómetros al norte, el pintoresco pueblo de Porto das Barcas ofrece su genuina atmósfera pesquera.

Para comer bien aquí, te recomendamos el restaurante Costa Alentejana, donde podrás deleitarte con los mejores pescados y mariscos. También es muy recomendable el Brisa Mar, donde sirven unos excelente arroces, carnes y pescados.

Porto Covo

people walking on a beach
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Porto Covo es un precioso pueblo costero que se encuentra en la región de Alentejo, a unos 170 kilómetros al sur de Lisboa. Sus pequeñas casas blancas, recuperadas tras el demoledor terremoto de 1755, rodean playas escondidas al abrigo de los acantilados a lo largo de la costa. Es un lugar fantástico para explorar la belleza costera y disfrutar de la tranquilidad del Atlántico.

Para comer, no te puedes perder los mariscos y pescados frescos del restaurante Alma Nomada Porto Covo. También te recomendamos el Zé Inácio, donde además te puedes alojar al ser uno de los hostales más recomendados de la zona.

Sesimbra

a beach with a rocky cliff and a body of water
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Sesimbra es una villa pesquera situada en la Sierra da Arrábida, en la región de Alentejo. Su historia se remonta a la Edad Media, cuando se constituyó como población independiente y se convirtió en un centro de construcción naval durante la época de los descubrimientos.

A pesar del crecimiento turístico, Sesimbra conserva el encanto de los viejos pueblos de pescadores portugueses. Sus acantilados, largas playas y vegetación exuberante gracias al parque natural de la Sierra da Arrábida la hacen un lugar especial que no te deberías de perder el próximo verano.

En Sesimbra te recomendamos comer en los restaurantes O Rodinhas y O Velho e o Mar, donde sirven los mejores pescados y mariscos con vistas al Atlántico.