El futuro finalmente ha llegado. Y nos parece bastante feo, siendo sinceros.

El primer coche volador del mundo acaba de hacer su debut en Suiza, dentro de un salón del automóvil internacional, de la mano de la firma holandesa PAL-V, según ha informado CNBC. No tiene el encanto retro del DeLorean volador de Doc Brown, ni la esbeltez de los coches de la policía de Blade Runner. Más bien se parece más a un helicóptero que ha sido acoplado sobre un triciclo. Atrapa más tu atención para echarte unas risas por su extraño aspecto que por el evidente avance tecnológico en sí. Aún así, nos quitamos el sombrero ante sus inventores y el paso adelante que esto supone.

Se llama PAL-V, tiene una velocidad máxima de casi 161 kilómetros por hora en carretera, y 180 en el cielo. Puede ascender hasta los 11.000 pies (unos 3352 metros de altura), lo suficientemente alto como para preocuparse por el tráfico aéreo comercial, y tiene una autonomía de hasta 563 kilómetros. Pero olvídate de cualquier transición dramática al estilo James Bond pasando del suelo al cielo tocando un solo botón: tienes que ajustar manualmente el vehículo para hacer la transición, algo así como el techo convertible de un automóvil de la vieja escuela, que según PAL-V es algo que lleva menos de 10 minutos.

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Estará disponible en dos modelos, el personalizable Liberty Pioneer Edition y el estándar Liberty Sport Edition (los nombres son un guiño sutil a la libertad de los cielos), y ya está disponible para pre-pedido, con entrega en 2019. El Pioneer cuesta 599,000 dólares (unos 486.000 euros), y el Sport sale por 399,000 (casi 323.000 euros al cambio). Los dos precios incluyen lecciones de vuelo para conducirlo. Hay una pequeña (o gran pega) y lógica pega: debes tener una licencia de piloto y tener acceso a una pista de aterrizaje para poder realizar el pedido. De lo contrario, tu mejor oportunidad de coger el vuelo sigue siendo la misma de siempre: comerte baches en tu Honda Civic.

Vía: Esquire US