Es un momento aterrador. El sol de julio ha estado cayendo a plomo durante horas sobre tu coche, con sus ventanillas convenientemente subidas. Son las cinco de la tarde, te tienes que subir a él y en su interior podría asarse un pollo más rápido que en el horno de Jordi Cruz. O espera, algo mejor (mejor-peor, quiero decir): estás de viaje, haces una parada en el camino, no hay ni una sola sombra y el coche se ha puesto en modo Oppenheimer a la altura de Los Molinos. Pero tienes que entrar y sufrir, no queda otra. Sabes que va a ser horrible, que el aire acondicionado tarda lo suyo en enfriar y que como te despistes y tu piel entre en contacto con la pieza metálica del enganche del cinturón, vas a sentir algo parecido a lo que sienten los toros al ser marcados a fuego con el escudo de su ganadería. Y te entra una mala leche que ríete tu de la bravura de un Vitorino. Pero tranquilo, porque aquí está Esquire para ayudarte: de los creadores de "cómo enfriar una cerveza en un minuto" llega ahora "cómo enfriar el coche en 10 segundos". Vale, lo de enfriar quizás es una exageración, pero te vamos a decir cómo quitarle unos cuantos grados de golpe con un truco que funciona. Toma nota.

un perro con gafas de sol asomado a la ventanilla de un coche
Mlenny//Getty Images

Se trata de un truco muy sencillo pero tremendamente efectivo. Lo primero que tienes que hacer es bajar la ventanilla del copiloto hasta abajo del todo. Entendemos que si bajas también la ventanilla trasera del mismo lado, aún mejor. Y cierras la puerta. Después, te vas hasta la puerta del conductor y (con esa ventanilla cerrada) abres y cierras la puerta unas cuantas veces, como si fueras un gif.

mujer cerrando la puerta del coche
Gifs.com

Parece una chorrada, pero por lo visto funciona. Estás creando una corriente que ayuda al aire recocido y abrasador del interior a escapar por la ventanilla que has dejado abierta. Y como no somos en Esquire de quedarnos nada que no sea nuestro, hay que darle al César lo que es del César. El truco es propiedad intelectual de un profesor japonés, que lo ha colgado en YouTube. Pero es que además lo ha demostrado con un termómetro dentro, y la temperatura baja en segundos de 41,6 grados a 33,5. Vale que vas a seguir sin necesitar una rebequita, pero son más de 8 grados en cuestión de segundos. Compruébalo tú mismo:

youtubeView full post on Youtube