Perder grasa es uno de los efectos que produce hacer ejercicio y, dependiendo de la práctica que realices y al nivel al que lo hagas, notarás cómo poco a poco tu cuerpo se va definiendo. A simple vista se podría adivinar quién es un aficionado al cross fit y quién a las maratones. Mientras que los primeros tienen un cuerpo con una gran definición y volumen muscular, los segundos están fibrados pero principalmente delgados. Una pérdida de grasa que se produce por el tipo de deporte y que no solo se refleja en el cuerpo sino también en la cara, favoreciendo así un aspecto más envejecido.

La pérdida de volumen, la exposición al sol o los movimientos repetitivos de la cara practicando ciertos ejercicios acaban haciendo mella en nuestro rostro. Hemos hablado con el doctor Fernando de la Hoz, médico estético del Instituto de Benito y con el doctor Víctor Hidalgo de la Clínica One Face, especializados en el diseño y fabricación de rellenos dérmicos y productos cosméticos con ácido hialurónico, para que nos expliquen por qué se produce esto, con qué deportes y qué podemos hacer para contrarrestar estos efectos no deseados de la práctica deportiva.

¿Qué deportes hacen que mi cara envejezca?

El doctor Fernández de la Hoz, del Instituto de Benito, aclara que “en realidad no podemos afirmar que el deporte produzca un descolgamiento facial, sino que son los factores medioambientales que lo rodean, la exposición solar y los radicales libres si se practica en el exterior, los causantes de este envejecimiento facial. Además, el enorme esfuerzo metabólico que demandan los deportes de impacto como el "running", (siempre en niveles de esfuerzo alto como correr una maratón o media maratón), en estos casos hace que se produzca una deshidratación de la piel y pérdida de grasa, porque disminuye el metabolismo basal debido al alto esfuerzo energético. La pérdida de grasa se produce en todo el cuerpo y también en el rostro, de ahí ese descolgamiento facial”.

Desde la clínica One Face nos explican que esta pérdida de volumen en el rostro afecta tanto a hombres como a mujeres y no solo a los corredores, “cualquier actividad física que implique una pérdida de peso significativa o un bajo porcentaje de grasa corporal puede acentuar la pérdida de volumen en el rostro. Los deportes de resistencia, como el ciclismo, correr una maratón o un triatlón, suelen conllevar una composición corporal más delgada, lo que podría llevar a una mayor pérdida de volumen facial. Además, los deportes que implican movimientos repetitivos de la cara, como levantamiento de pesas o natación, también pueden afectar al volumen y a la firmeza de la piel a largo plazo”.

¿Podemos prevenir estos efectos no deseados?

El médico estético del Instituto de Benito nos cuenta que un adecuado aporte proteico y una buena dieta diseñada por un profesional dependiendo de cada metabolismo puede ayudar a evitar esta pérdida de volumen en el rostro. “Es importante la personalización en cada caso, un buen descanso y buenos hábitos de hidratación. Y siempre que el ejercicio que practiquemos sea en el exterior es fundamental usar alta protección solar para la cara”.

Una vez que tenemos la “cara de corredor”, ¿qué tratamientos hay?

Según nos explican el doctor Víctor Hidalgo, hay varios tratamientos disponibles para disimular la pérdida de volumen en el rostro y mejorar la apariencia de la piel. Entre los más efectivos, está la reposición volumétrica con ácido hialurónico. “El ácido hialurónico nos sirve para restaurar el volumen facial y suavizar las arrugas y líneas de expresión, dependiendo del tipo de ácido qué elijamos. Los resultados pueden durar alrededor de un año o año y medio, dependiendo del tipo de relleno y la tasa de absorción de su cuerpo”.

En el Instituto de Benito nos recomiendan cualquiera de los tratamientos enfocados al rejuvenecimiento facial: Protocolos con inductores de colágeno, combinados con aparatología para conseguir una voluminización facial. Por supuesto siempre los tratamientos de revitalización, como la combinación de peelings más luz pulsada que ayudan a prevenir el estrés oxidativo en la piel. Y los tratamientos de redensificación, también llamados de voluminización facial, para estimular los procesos biológicos de la piel, nutrirla y aumentar su densidad. Los efectos de estos tratamientos, tal y como nos advierte el doctor Fernández de la Hoz, no duran tanto en personas con una actividad física de alto nivel y un gasto metabólico importante, pero los resultados se observan desde el primer momento.