Esta vez tampoco toca vino si no mi segunda bebida alcohólica favorita: whisky.

Por tanto, os brindo mi excelso conocimiento sobre este destilado de cereal para que podáis probar alguno que, si bien no es muy famoso, ni muy caro, sí que ostentan gran nivel y alguno bastante culto.

No habrá Ballantine´s (que por cierto es muy bueno), ni Ardbeg (el mejor) ni The Macallan, pero sí referencias que le darán diversidad a nuestro mueble bar.

Y, encima, de remate os pondré un bourbon para que podáis jugar al Mad Men si es que se sigue haciendo eso.

Tomatin Legacy

Tomatin Tomatin Legacy Highland Single Malt Scotch Whisky

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Esta referencia, de tener su gracia entre los aficionados, explotó como bien nos contaba una de las mejores personas vivas, pero también de las más impresionables, Álvaro Luengo, en este artículo sobre cómo el Tomatin se alzó como mejor whisky del mundo en un prestigioso concurso.

Dejando atrás estos sucesos que tanto gustan a mi jefe Esquire, he de decir que es cierto que estamos ante un muy buen whisky, ni mucho menos el mejor, pero sí una opción a tener en cuenta y más dado su precio.

Además tiene un nombre muy gracioso, es propiedad de un grupo japonés de sake y shochu llamado Takara y atesora un perfil cítrico y floral, junto a una textura bastante singular por densa, algo no muy común en este rango de precios.

Lo que no se bien es cómo se pronunciará realmente…

The Glenrothes, Single Malt 12 años

The Glenrothes The Glenrothes Whisky Escocés de Malta 12 años

The Glenrothes Whisky Escocés de Malta 12 años
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Desconozco la razón, pero este whisky goza de enorme predicamento entre los bartenders, colectivo igual de pejiguero y recalcitrante que el winelover. Cada uno con lo suyo, pero igual de autoconscientes.

De hecho así lo conocí, gracias a unos amigos profesionales del cocktail que me animaron a ir a una fiesta de presentación de esta marca, justo de este 12 años. Sí que puede que tenga algo que ver con su prestigio que sea una destilería de las más antiguas, fue fundada en 1879, por lo que su buen hacer está más que contrastado. También es que es muy agradecido para diferentes cocktails, ya que tiene un final de boca tan de canela que funciona muy bien tanto mezclado como solo.

Si optáis por lo segundo yo os sugiero que lo sirváis ya algo frio, pero sin hielo, para que estas notas se marquen más.

The Balvenie, DoubleWood, 12 años

The Balvenie The Balvenie DoubleWood 12 años

The Balvenie DoubleWood 12 años


Mi último descubrimiento de nivel (los descubrimientos mediocres me los guardo a costa de mi hígado, soy ese tipo de héroe sin capa).

No lloréis por mí, mejor hacedme Bizums.

El caso es que he conocido The Balvenie, este mismo año, en un evento la mar de divertido y apañado en el que acabé fumando crack en un narcopiso. Aun así entré en una hiperconsciencia que me ayudó a saborear más este “doble madera” (de bourbon y Jerez) de una destilería que tiene dos patrimonios: se cultivan su propia cebada y cuenta en sus filas con David Stewart (Parera), el master blender y malt master más longevo del universo conocido, que además es muy winelover (le encanta la Chenin Blanc).

Nada podía salir mal y así fue.

El resultado es de punto barroco pero equilibrado, aun así, le sienta espectacular cualquier receta de trago largo, esto lo mezclas con cerveza de jengibre y te bajas media botella en una tarde. Manejad con cuidado, estáis avisados.

Maker´s Mark, Bourbon Whisky

Maker's Mark Maker's Mark Kentucky Bourbon Whisky

Maker's Mark Kentucky Bourbon Whisky


Y por aquello de dar aún más valor añadido cierro con un Bourbon, este whisky de trigo, de la variedad Red Winter, es de absoluto culto, dentro de los de su precio es mi predilecto.

De producción limitada ellos también se lo flipan bastante ya que uno de sus reclamos es respetar las 4W: Agua (water), madera (wood), trigo (wheat) y, por último, la cera (wax) que cierra la botella.

Vamos, que lo mismo te dan de beber como que te dan una charla TED a base de powerpoints.

Y sí, funciona fenomenal en un Old Fashioned.