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Ghost: Película de 1990 donde el fantasma del novio de una chica se le aparece en su casa por la noche para dar clases de cerámica juntos.
Ghosting: Acto de desaparecer from the night to the morning (de la noche a la mañana) cuando estás conociendo a alguien de manera casual y cortas todo tipo de comunicación sin decir palabra. Se da, sobre todo, en relaciones amorosas. Aunque ojo que también puede aparecerse (guiño, guiño) en relaciones de amistad.
Dicho esto, comenzaré este artículo didáctico sobre relaciones sentimentales diciendo que a mí no solo me han hecho ghosting, sino que también lo he practicado. Sí, no me arrepiento de confesarlo. Sobre todo lo segundo, claro está. Pero es que hay veces que no queda otra salida que desaparecer. Y, a little bit of por favor, porque no lo digo yo, lo dicen mis amigos de Tinder.
Lo sé, te mueres de envidia porque yo tengo amigos en Tinder y he ido a sus oficinas de Madrid a tomarme un café con una galleta en forma de llama.
Hacer ghosting o no hacer ghosting: esa es la cuestión
Mientras que en la década de los 90 tu pareja o amiga especial te llamaba al teléfono fijo de casa para decirte que ya no quería salir más contigo y tú tenías que guardarte las ganas de llorar hasta encerrarte en tu habitación porque el teléfono, obviamente, estaba en el salón donde estaba TODA tu familia mirándote, ahora en plena era tecnológica ella se podría ahorrar esa llamada a golpe de 'eliminar', 'bloquear' o simplemente 'ignorar'. Y así pues tú hubieses llorado a pierna suelta en tu cuarto y nadie se habría enterado.
¿Está bien hacer ghosting? ¿Está mal? Aunque la mayoría de personas abogamos por un mundo libre de ghosting lo cierto es que desde las propias aplicaciones para ligar se recomienda su uso en ciertas ocasiones.
No miento. Estaba yo un día tranquilamente navegando por las aguas de Tinder cuando, de repente (y no me preguntéis por qué) me metí en su centro de seguridad. Si te pilla de nuevas esta funcionalidad, te diré que es de lo más útil, sobre todo si te sientes un poco perdido en esto del dating online.
Total, que ahí que me meto para ver un poco qué consejos, herramientas y recursos pone Tinder a disposición de los Tinderianos (porque los hombres serán de Marte y las mujeres de Venus, pero todos estamos empadronados en Tinder) cuando veo un apartado llamado "7 momentos en los que es aceptable desaparecer".
Sí, sí. Queridos y queridas, hoy estoy aquí no solo para intentar sacaros una sonrisa, sino para que la próxima vez que penséis en desaparecer, salir por patas, poner pies en polvorosa o saltar en medio de una cita por la ventana del baño lo hagáis con la cabeza bien alta y sin dar explicaciones. Ah, y con la bendición de Tinder y de la mía propia.
¡Qué comiencen los juegos del ghosting!
7 casos en los que es aceptable (y necesario) hacer ghosting
Porque si un gato tiene siete vidas, tú tienes siete comodines de los que tirar para que no te hundan las tuyas. No tienes siete, pero tú me entiendes.
1 - Cuándo hacer ghosting: comunicación irregular o poco fiable
La coach de vida (lo que me falta a mi si pudiera pagar una) Tori Autumn (otoño, apellido guapo, guapo) asegura en Tinder que "en el mundo de las relaciones está bien desaparecer si alguien ha demostrado repetidamente ser irregular en su comunicación o en su interés en salir". Por si este lenguaje 'coacheril' no te va mucho, yo te lo explico. Si la otra persona pasa de ti o te escribe cada 15 días, puedes no contestarle. Es más, debes no contestarle.
Otoño, perdón, Autumn recomienda desaparecer desde el inicio si este es el caso para no perder tu tiempo ni tu energía: "Resiste la tentación de continuar una conversación sin propósito". Básicamente lo que todo hemos vivido con el mítico '¿Tienes un chicle?' seguido de '¿Que si quiero o que si tengo?'.
Y yo, como coach de vida que no soy, añado de mi cosecha que esto realmente no se puede considerar ni siquiera hacer ghosting porque la otra persona no está interesada en ti. O sí, pero solo para cuando está aburrida. Lo sé, igual no debería ser coach porque iría hundiendo vidas. ¿Políticamente incorrecta yo? Lo dudo.
2 - Cuándo hacer ghosting: no respeta el consentimiento o la seguridad personal
Bandera roja y de las gordas si una cita o pareja potencial te hace sentir inseguro de cualquier forma, situación y lugar. "Confrontar a una persona enojada o abusiva hace mucho más daño que bien. Desaparecer sin avisarle no significa que seas débil: significa que eres inteligente y fuerte", asegura la Dra. Carla Marie Manly, psicóloga clínica especializada en seguridad en las relaciones.
Una movida y de las gordas si te pasa esto, hablando claramente. Además, la coach personal y experta en citas, Michelle Baxo también apoya el ghosting en esta ocasión: "Considera esto como un acto de amor propio y de poner límites saludables".
3 - Cuándo hacer ghosting: no te entiende
Y no porque no hable el mismo idioma que tú. De hecho, yo diría que este problema es el que más veces nos encontramos los solteros con otros solteros. A veces queremos saber por qué una persona no quiere vernos más (así somos los singles) y no nos damos cuenta de que a veces no hay ni siquiera una respuesta para esto. Es decir, a mí hay gente que no me gusta y no me gusta. Punto.
Es por ello que ambas expertas consultadas por Tinder nos dan su permiso para desaparecer si la persona a la que hemos rechazado parece no pillarlo: "Cuando una pareja rehúsa entender el mensaje de que la relación ha terminado, aun cuando ha habido varios intentos de explicar que la misma terminó, desaparecer es a veces la única opción lógica".
P.D: Yo he estado en las dos partes. Y sí, totalmente entendible que la otra persona me hiciese ghosting.
4 - Cuándo hacer ghosting: posible catfishing
Lo que viene siendo que hay gato encerrado (cat closed) o que te da en la nariz que está todo el pescado vendido (all the fish sold). No, ahora en serio. El catfishing es cuando alguien se hace pasar por otra persona. Mal rollo, vaya. Aunque sí, no te voy a negar que catfishing tiene más pinta de ser un programa japonés en el que ponen a unos gatos a pescar. Yo pienso lo mismo.
Dicho esto, Johnny Santiago de Social Catfish, una plataforma de verificación de identidad, nos da la clave para que no nos den gato por liebre: "Si la persona a la que le envías mensajes nunca quiere hablar por videollamada, comienza a pedirte dinero por razones extrañas o inventa excusas para justificar no conoceros en persona, sigue adelante y desaparece".
En los perfiles de las aplicaciones online, este tipo de fraudes suelen darse en usuarios que tienen mucha fotos, intereses y hobbies.
5 - Cuándo hacer ghosting: mentiras, engaños y gaslighting
De nuevo, toca hablar de un término muy extendido en relaciones sentimentales y que se refiero a cuando alguien te hace luz de gas. O sea, que te dice que lo que tú le dices no es verdad, aunque tú sabes que sí y puedes demostrarlo. Una auténtica movida que lo que hace es volvernos locos y comenzar a poner el foco sobre nuestra personalidad.
Ni se te ocurra hacerles caso. Si te ha mentido, has detectado engaños o sientes que te está manipulando... ¡Huye! "Si intentas tener una conversación abierta y honesta con una persona engañosa, sus estrategias harán que sientas que tú eres el problema. Desaparecer puede ser la única táctica segura", asegura la Dra. Manly.
6 - Cuándo hacer ghosting: sientes inquietud
O lo que yo llamo having the fly behind the ear. Tener la mosca detrás de la oreja. Sí, de eso que te da como mala espina la otra persona y bueno, no sabes muy bien por qué, pero te daría más confianza ir en el ascensor con Hannibal Lecter. A mí me pasó eso con un chico al que conocí y, claro, es que no se lo vas a decir a la cara ni tampoco vía WhatsApp. "No tienes que justificar lo que te dice tu instinto", nos dicen desde Tinder.
Efectivamente, si te pone los pelos de punta, apaga y vámonos.
7 - Cuándo hacer ghosting: si te está usando
¿Solo te escribe para que le ayudes con la mudanza? ¿Se ha quedado fuera de casa y ha perdido las llaves? ¿Quiere tomar algo y no tiene con quién y por eso te escribe? Vale que igual no eres Sherlock Holmes, pero todas las pruebas señalan a que te está utilizando. Y sin pudor alguno. Si ella no se corta, tú tampoco.
Mi opinión personal en este caso en concreto es que si no te molesta mucho, déjate utilizar. Pero hasta un límite. Carmen Raya, siempre apostando por estirar las relaciones que no van a ningún lado hasta que le explotan en la cara.
