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Sube que te llevo un día más a mi ruta favorita por los pueblos más bonitos de Castilla-La Mancha. Un viaje apasionante (como yo) con el que pretendo ser embajadora de la tierra que me vio nacer y convertirme en la próxima pregonera de la Feria de Albacete. Sí, lo digo. Por ello, voy a mostrarte un pueblo ideal (que diría Aladdín) en el que podrás ver cosas muy antiguas, pero mucho.
Hellín, un pueblo que te hace tilín
Que yo no me gane la vida en el mundo de la publicidad y los slogan es algo que nunca entenderé. NUNCA.
"En el entorno, una mirada al pasado más remoto nos lleva al arroyo Minateda para visitar su arte rupestre, o la Cueva de la Camareta que colgada sobre el pantano de la Camarillas debió ser un eremitorio al que acudían los peregrinos como indican sus piadosas inscripciones, la mayoría del siglo VII.
Mención especial para el parque arqueológico, a unos 10 km, testimonio de una ocupación continuada desde la Edad de Bronce hasta la época islámica de los emiratos en el siglo IX. En la carretera a Elche de la Sierra podemos visitar los puentes sobre el río Mundo".
Toma ya, qué bonito que escriben en la página web de Turismo de Castilla-La Mancha. De ahí las comillas, queridos, que yo no me apropio culturalmente de palabras que no son mías. ¡Faltaría más!
Además de todo esto, que ya es mucho, Hellín te ofrece también un conjunto precioso histórico formado por la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de estructura gótica con aportaciones renacentistas. Toma ya. Pero espérate y no corras porque el convento de San Francisco contiene un magnífico camarín rococó dedicado a la Purísima Concepción. Seguimos camino por el actual centro socio cultural que fue el convento de Santa Clara, y aunque es un edificio sobrio, con líneas muy simples y un claustro con arcos de medio punto es toda una maravilla.
Comer y disfrutar, todo es empezar
Como bien sabéis, nada me gusta más que terminar un día de turismo que en la barra de un buen restaurante. O en una mesa, nunca diré que no a sentarme. Esta vez te voy a recomendar el Hotel Reina Victoria Restaurante. Aquí podrás degustar la mejor comida manchega junto a vinos de la tierra y cerveza bien fresquita. Eso, siempre. De nada.
