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Aunque mi princesa Disney favorita es La Sirenita (básicamente porque tiene cola y vive debajo del mar), la Bella (la de la Bestia) también me parecía fantasía porque le gustaba leer. No solo le fascinaba, sino que ir a la librería / biblioteca era su plan favorito. Eso y enamorarse de un señor hechizado en forma de animal que la secuestró. Pero que todo bien.
Dicho esto, nada me gusta más que escribir de pueblos bonitos con historia y si la tienen impresa, mejor. Y si están en Castilla-La Mancha, tierra que me vio nacer, 'fantabuloso'. Híbrido (como los coches) de fantasía y fabuloso.
Carcelén: una fortaleza de libros
No he podido evitarlo y por eso ya te he desvelado el nombre de este pueblo de Albacete cuyo castillo del Conde Casal fue una biblioteca. Jolín, hoy no dejo nada de suspense a la noticia pero es que tengo muchas ganas de pasar a la acción. El castillo de Carcelén data del siglo XIV pero está la mar de apañado porque se reformó en en siglo XV y más recientemente en el XX. Su torre, que conserva la puerta de acceso original, es de planta casi cuadrada y presenta tres torres redondas en los ángulos libres. Una monada, vaya.
Cuentan los historiadores que fue construido por mandato de Don Sancho Manuel y que aunque fue usado en algunos momentos de cárcel, luego pasó a ser una residencia privada. Mucho mejor, obvio. Pero lo realmente bonito es que hasta hace dos años fue la ubicación de la biblioteca municipal (y sala de exposiciones). Lo que viene siendo un ejemplo maravilloso de por qué se puede dar una segunda vida a nuestro patrimonio. Es por ello que fue declarado Bien de Interés Cultural.
Carcelén: mucho más que su castillo
Dentro del conjunto histórico de Carcelén, no puedes perder la oportunidad de visitar la Iglesia de San Andrés Apóstol, que se reformó en el S. XVIII y la Ermita del Cristo de las Eras, una joya barroca que data de los S. XVII y XVIII, con un impresionante Crucificado del S.XVI. Después puedes irte de bares que ya que te has empapado de historia, ahora toca empatarte de cerveza, vino y de un montón de platos típicos de la gastronomía manchega. Yo te recomiendo Bar El Olmo.
