Aunque la crítica se haya podido cebar con la línea argumental de Lewis Strauss en Oppenheimer, es innegable que Robert Downey Jr es tan protagonista de la película de Christopher Nolan como Cillian Murphy y que su actuación está por encima del retrato que se ha hecho del personaje. Y tanto es así que Robert Downey Jr. entró de cabeza en las apuestas para los ganadores de los Oscar 2024 cinco meses antes de ser nominado. Eso sí, entró solo como Mejor Actor de Reparto, y lo hizo igualado en probabilidades con Ryan Gosling por su papel de Ken en Barbie. Luego sus posibilidades empezaron a crecer cada vez más. El Globo de Oro 2024 a Mejor Actor de Reparto a Robert Downey Jr. dejó claro que Hollywood se tomaba en serio su candidatura. Los otros cuatro globos de oro de Oppenheimer también demostraron cuál era la película que tenía más posibilidades para ganar: Mejor Director, Christopher Nolan; Mejor Actor, Cillian Murphy, Mejor Película y Mejor Banda Sonora. Lo que nunca ha estado claro es que Robert Downey Jr. sea un actor de reparto en esta película, como tampoco está claro que Ryan Gosling lo sea en Barbie, pero, bueno, aceptamos pulpo como animal de compañía. De todas formas, es decisión única y exclusiva de los académicos determinar en qué categoría se nomina a un actor, por mucho que el estudio promueva una u otra. A toro pasado estaba claro que Matt Damon no iba a entrar en la carrera a los Oscar. En el caso de Robert Downey Jr. esta elección (la de Actor Secundario) era la manera más práctica de otorgarle más posibilidades de conseguir un Oscar, ya que de haber ser sido nominado como Mejor Actor tendría que haberse enfrentado directamente a Cillian Murphy en la misma categoría y habría obligado a los académicos a tener que decidir entre uno de los dos (léase: a descartar a uno de ellos) y su candidatura simple y llanamente habría sido un canto al sol.

Las críticas nunca han ido contra la actuación de Robert Downey Jr. en Oppenheimer (que es el whiplash de la película, el malo malísimo, el villano villanesco, el archinémesis, elevado por Nolan a la categoría de Lex Luthor histórico) como por la complejidad argumental que introduce esa segunda línea narrativa paralela que le roba protagonismo a la principal de Cillian Murphy. También es cierto que aunque era el favorito, en las apuestas se apuntaba que Robert Downey Jr no se llevaría el Oscar como Mejor Actor de Reparto por su interpretación en Oppenheimer y que sería derrotado por Robert de Niro y su papel en Los asesinos de la luna.

robert downey jr es lewis strauss en la película de christopher nolan oppenheimer
Melinda Sue Gordon/Universal Pictures

La pregunta que nadie se hacía era: ¿Es buen momento para De Niro? ¿Es suficiente para imponerse a Robert Downey Jr? De Niro ha sido nominado en siete ocasiones y ha ganado solo en dos: consiguió el Oscar a Mejor Actor de Reparto por El Padrino 2 (en 1975) y el de Mejor Actor por Toro Salvaje (en 1981). No, no ganó por Taxi Driver en 1977 y nunca estuvo nominado por Uno de los nuestros, ni por Casino, ni por El rey de la comedia, ni por Heat. Su última nominación (muy merecida, aunque la película no haya por dónde cogerla) fue hace diez años, en 2013, por El lado bueno de las cosas. Era el favorito en las apuestas. Sin embargo, ni Robert Downey Jr, ni Cillian Murphy tenían un Oscar, lo que jugaba a su favor a la hora de reconocer su trabajo e impulsar su carrera. En el caso de Robert Downey Jr. con el añadido de que era una forma de premiar al favorito niño redimido de Hollywood.

Robert Downey Jr había sido nominado antes a los premios Oscar en dos ocasiones. La primera, en 1992, como Mejor Actor por Chaplin. Ese fue el año (ahora tápate los ojos) en el que Al Pacino consiguió el premio en esta categoría por Esencia de mujer. Sí, ya, lo sé. Ya no es que Robert Downey Jr se quedara sin estatuilla, es que estaba acompañado por Clint Eastwood con Sin perdón, Stephen Rea por El juego de lágrimas y Denzel Washington por Malcolm X. Si ese premio no fue un despropósito, no sé yo lo que es un despropósito en los Oscar. Bueno, es un despropósito que Pacino no se lo llevara ni por El Padrino, ni El Padrino 2, ni por Tarde de perros, ni por Serpico, ni por Glengarry Glen Ross.

La segunda ocasión en la que fue nominado Robert Downey Jr a los Oscar fue en 2008 por Tropic Thunder y su Kirk Latharus, un tipo que ansía la estatuilla de la Academia por encima de todas las cosas (la ironía no hace falta explicarla). Ese año perdió contra Heath Ledger y su Oscar póstumo por su Joker. En la parrilla de salida estaba el Michael Shannon de Revolutionary Road, Josh Brolin por Milk y Philip Seymour Hoffman por La duda. ¿Habría ganado Heath Ledger de haber estado vivo? Nunca lo sabremos. Y, sí, es irónico que entre en la carrera de los Oscar como Mejor Actor de Reparto con un villano en una película también de Christopher Nolan quince años después.

Robert Downey Jr tenía también a su favor haber roto con la imagen que las películas de Marvel han creado de él, por no hablar de su eterna historia de chico malo y su camino de redención que tanto gusta en Hollywood, pero esto, obviamente, trasciende sus capacidades actorales. Su papel en Oppenheimer es más complicado de lo que parece, aunque por motivos distintos a Ryan Gosling en Barbie (que también sería una injusticia que no ganar). Y lo es porque es difícil defender un personaje con un personaje con el que se ha obsesionado el guionista y director de la película. (Y sí, lo sé, es también este mismo argumento el que sirve para apoyar que se lleve el Oscar.)

Christopher Nolan se toma muy a pecho al personaje de Lewis Strauss. Muy en serio. Hasta el punto de que se sale de la biografía que toma como plantilla para perfilar al personaje. En 1959, el presidente Dwight Eisenhower nombró a Lewis Strauss como secretario de comercio. Sin embargo, uno de los científicos del Proyecto Manhattan, David Hill (al que en la película da vida Rami Malek), testificó que Strauss había orquestado la campaña contra Oppenheimer como un acto de "pequeña venganza". Como resultado, el Senado rechazó la nominación de Strauss. Pues bien, resulta que esta escena sale de las transcripciones oficiales de la audiencia del Senado, que no estaban incluidas en la biografía de Oppenheimer que sirve como patrón de la película. Nolan desenterró este dato por su cuenta, así que fíjate en el peso que tenía Robert Downey Jr sobre sus espaldas.