La película de Cord Jefferson y Jeffrey Wright American Fiction tenía todos los elementos necesarios para robarle el Oscar a Christopher Nolan, a Cillian Murphy y a Oppenheimer. American Fiction está basada en la novela X (Erasure, en inglés), del inconmensurable escritor estadounidense Percival Everett, editada en castellano por Blackie Books y difícil de encontrar a estas alturas si no es de segunda mano, la película convierte una sátira sobre el paternalismo racista cultural imperante en Estados Unidos en una comedia con mucho humor negro que podría haberle restado enteros a la monumental biografía cinematográfica de Nolan. Y ya puestos le metía también en problemas a Los asesinos de la luna y a Martin Scorsese. American Fiction, que tienes ya disponible en streaming a través de Amazon Prime Video, es una sátira sobre el arte y las expectativas racistas disfrazadas de esnobismo cultural que contrapone lo que el público cree que debe ser una historia real sobre los afroamericanos y lo que es una historia real afroamericana. Y resulta que hay muchas historias reales afroamericanas, como la que cuenta la historia principal, la que vive el protagonista, Monk, al que da vida Jeffrey Wright, que es emocionante y muy real y, por supuesto, universal. Detrás de la historia sobre la frustrante carrera literaria de Monk, hay otra historia sobre una familia dañada que tiene que hacer frente a todas las heridas que se han provocado a lo largo de los años. Y Jeffrey Wright, nominado en la categoría a Mejor Actor, también se convertía en una gran alternativa a Cillian Murphy y a Paul Giamatti.

La película cuenta la historia de Thelonious Monk Ellison, un novelista frustrado que hierve de ira por el apetito que tiene el mundo literario de estereotipos afroamericanos hasta que un día decide escribir, con seudónimo, una parodia de todos esos libros. La parodia se convierte en una sensación literaria y no tiene más remedio que inventarse una biografía para su alter ego, Stagg R. Leigh. La bola de pelusas se hace cada vez más grande y más difícil de desenmarañar. Asistimos también a la vida real de Monk, que es la historia potente (la del libro y la de la película): una agitada vida emocional en la que tiene que hacer frente a la soledad, a las mentiras del pasado familiar, a la crisis de la edad adulta, a la muerte, a la enfermedad, al Alzheimer de su madre (que es quien le puso el mote de Monk). La universalidad en la 'experiencia afroamericana'. Es un argumento potente para premiar en los Oscar.

jeffrey wright es el escritor monk ellison en la peliacutecula american fiction
Orion Pictures

El guionista y director Cord Jefferson, curtido en series de televisión como Watchmen, The Good Place y Master of None, tenía muy claro que quería hacer una sátira, pero no quería hacer una farsa, que es el acierto de la película y lo que la convierte en una firme candidata a convertirse en la gran sorpresa de los Oscar 2024. Esa habilidad para esquivar la farsa tiene una explicación. Tres meses antes de que cayera en sus manos la novela y se le ocurriera trasladar esa historia al cine, un ejecutivo de Hollywood le había dicho a Cord Jefferson que uno de los personajes de uno de sus guiones no era suficientemente afroamericano y que tenía que hacer a su personaje "más afroamericano". "Las cosas que la gente piensa son tan ridículas y exageradas que se sorprenderían si realmente asistieran a algunas de estas reuniones. He hablado con mucha gente de color que dice: Sé que lo llamas sátira, pero a mí esto me parece un documental", contaba Jefferson en una reciente entrevista con Esquire.

"En un extremo de la película, tienes toda una industria que aplana las vidas de los negros, retratándolos como un grupo monolítico con un estilo de vida y un conjunto de historias apropiadas. En el otro extremo, lo yuxtaponemos con esta familia negra compleja y llena de matices que muestra que hay diversidad dentro de la comunidad negra. Existe la idea de que puedes tener a una persona negra en una habitación y decir: "Aquí tenemos la perspectiva negra". No, no lo haces. Nunca dirías: "Esta persona blanca abarca la totalidad del pensamiento blanco"", contaba también.