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Muchos asociamos a Garry Kaspárov con nuestra infancia o adolescencia, nos devuelve a esos enfrentamientos con Anatoli Kárpov, con un tablero de ajedrez de por medio, de los que hablaban a todas horas en la televisión. Sus torneos trascendieron lo ajedrecístico y fueron el símbolo de una época en la que aún se manejaban conceptos como el Telón de Acero o La Guerra Fría. En 1983, Kárpov, que ostentaba desde 1975 el título de Campeón del Mundo de ajedrez, se dio cuenta del peligro que corría su reinado cuando vio cómo el joven Kaspárov, doce años menor que él, derrotaba a Víktor Korchnói y Aleksandr Beliavski, sus posibles adversarios. En ese momento supo quién iba a ser su pesadilla durante los próximos años. De hecho, Kárpov y Kaspárov fueron rivales desde ese momento hasta 1995. Durante esos diez años, y gracias a sus 144 partidas, su nivel de ajedrez estuvo tan por encima del resto de jugadores que nadie consiguió siquiera acercarse a su altura.
El campeonato de 1984 causó una expectación inaudita. La lucha por hacerse con el título fue feroz y tuvo un final polémico. Kárpov empezó en buena forma: tras nueve partidas iba ganando con 4-0 a su favor. Pero Kaspárov logró 17 tablas consecutivas. Perdió la partida 27 y entonces volvió a la lucha con otra serie de tablas hasta la partida 32, su primera victoria contra el Campeón del Mundo. Continuó una sucesión de 15 tablas, hasta la partida 46; el anterior récord de duración para un título mundial había sido de 34 partidas (el encuentro de José Capablanca contra Alexander Alekhine en 1927).
Kárpov estaba agotado. Kaspárov ganó las partidas 47 y 48 y logró el 5-3 a favor de Kárpov. El 9 de febrero de 1985, Florencio Campomanes, el Presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), tras 6 meses y 48 partidas, suspendió y anuló el encuentro porque estaba poniendo en peligro la salud de los contrincantes. Kárpov llegó a perder 10 kilos y se le tuvo que hospitalizar varias veces. Pero Kaspárov se encontraba en un excelente estado de salud y no comprendió la decisión de Campomanes, le echó en cara clausurar un evento en el que ambos jugadores querían continuar. Ese fue el primer y único encuentro de un Campeonato del Mundo en el que no hubo un ganador. El enojo de Kaspárov con Campomanes y la FIDE fue aumentando hasta que en 1993 Kaspárov rompió definitivamente con la FIDE, y organizó un campeonato del mundo paralelo bajo los auspicios de la recién creada Professional Chess Association (PCA) mientras que la FIDE seguía con su propia versión.
El segundo encuentro Kárpov-Kaspárov fue en Moscú a finales de 1985. Fue un encuentro a 24 partidas; el primer jugador que llegara a 12,5 se llevaría el título. Los resultados del encuentro anterior no se conservaron. Kaspárov se alzó con el título con un marcador de 13-11 y se convirtió en el Campeón del Mundo más joven, con solo veinte años. Su victoria en la 16ª partida ha sido reconocida como una de las obras maestras de todos los tiempos en la historia del ajedrez.
La rivalidad entre Kaspárov y Kárpov se reflejó no solo en el tablero de ajedrez. Cada uno era símbolo de una manera de entender la vida y el mundo. Kárpov representaba el ideal soviético: comunista, miembro del parlamento soviético y presidente del Fondo Soviético para la Paz; mientras que Kaspárov, a quien llamaban "el Hijo del Cambio" era el símbolo de la Perestroika de Mijaíl Gorbachov y Borís Yeltsin que significó el fin de la Unión Soviética como tal. Llegó a fundar un partido político, el Partido Demócrata de Rusia, próximo a las tesis de Yeltsin.
Kaspárov mantuvo el título de campeón del mundo hasta 1995, aunque después encadenó varias victorias en grandes torneos y permaneció como el jugador con mejor ranking del mundo: ha encabezado la clasificación mundial de la FIDE de forma casi continua desde 1986 hasta su retirada en 2005, alcanzando en julio de 1999 una puntuación Elo de 2851, la mayor obtenida hasta que GM Magnus Carlsen obtuvo los 2882 puntos Elo en mayo de 2014. El sistema de puntuación Elo es un método matemático, basado en cálculo estadístico, que se utiliza para calcular la habilidad relativa de los jugadores de deportes como el ajedrez.
Si eres tan joven que en tu infancia no viviste ninguno de los mediáticos enfrentamientos entre Kárpov y Kaspárov, lo que tal vez sí recordarás son los torneos entre Kaspárov y los ordenadores y programas de ajedrez. En 1989 se enfrentó y ganó al primer prototipo de Deep Blue, que se llamaba Deep Thought. En una entrevista remarcó: "Esa fue una época dorada: los ordenadores eran débiles y yo tenía más pelo". Es difícil olvidar como Deep Blue lo derrotó el 10 de febrero de 1996 (perdería la primera partida, aunque luego Kaspárov ganó el match al vencerle tres veces y empatar dos). Era la primera vez que una computadora ganaba a un Campeón del mundo: "No puedes engañar a una máquina. Estás acostumbrado a que los oponentes tengan ciertas características (este jugador suele ir a partidas cortas, este otro es más sólido) y puedes notar cuándo se está viniendo abajo o va ganando confianza. Pero con una máquina no puedes tirarte un farol".
En 2005 Kaspárov se retira del ajedrez e inicia su andadura en política. Formó el movimiento Frente de Unión Civil y se unió como miembro de La Otra Rusia, una coalición opositora a la administración de Vladímir Putin. El 14 de abril de 2007 fue arrestado y detenido durante 10 horas por la policía de Moscú, por haber encabezado una manifestación contra contra Putin y las políticas de la gobernadora de San Petersburgo Valentina Matviyenk. Volvieron a detenerlo en noviembre de 2007, muchos amigos se desentendieron de él, pero no así su antiguo rival: Karpov hizo todo lo posible por ir a verlo cuando estuvo cinco días encarcelado. Ha sido arrestado muchas veces más por oponerse a Putin, la última en 2012 cuando protestaba delante del tribunal donde se juzgaba al grupo de punk-rock Pussy Riot por la sentencia dictada contra las componentes de la banda.
Aunque en 2007 Kaspárov entró en la carrera presidencial de Rusia con el partido La Otra Rusia, su partido al final no concurrió a las elecciones de marzo de 2008, debido, según el propio Kaspárov a la imposibilidad de conseguir un local lo suficientemente grande como para albergar al número de simpatizantes legalmente requeridos para respaldar su candidatura.
Desde junio de 2013 Garry Kaspárov no ha vuelto a Rusia, vive en el exilio voluntario, en Estados Unidos y tiene nacionalidad croata. Confiesa que está siempre alerta: "No bebo con extraños, no viajo en Aeroflot, no trato con rusos desconocidos”. A todos nos viene a la cabeza lo que le sucedió a Alexander Litvinenko, el antiguo agente de la KGB captado por el MI6 británico, que fue envenenado en Londres 2006 con polonio-210, un tóxico que la investigación descubrió que procedía de Moscú. Kaspárov es presidente de la Fundación Derechos Humanos. En 2013 recibió el UNwatch de la ONU por su activismo en defensa de las libertades en Rusia.
Kaspárov intentó en 2014 presidir la Federación Internacional de Ajedrez, pero perdió contra el ruso Kirsan Ilyumzhinov, multimillonario y también presidente de la República rusa de Kalmikia, un individuo que asegura muy serio haber sido secuestrado por extraterrestres. Kaspárov declaró tras la votación que esta había sido manipulada y acusó a Ilyumzhinov de ser cercano al presidente ruso, Vladimir Putin.
Kaspárov ha escrito más de veinticinco libros, casi todos de ajedrez. Publicó una autobiografía cuando apenas tenía 20 años, Hijo del Cambio, que fue muy polémica. Su contenido es principalmente literario, con un pequeño componente de ajedrez en clave de partidas no comentadas. En su último libro Winter is coming (Se acerca el invierno) aún no publicado en España, anuncia que en el Kremlin se está gestando un terremoto inminente, con consecuencias desastrosas.
Ahora Kárpov y Kaspárov han hecho las paces; no es que sean amigos, pero sí que se demuestran un mutuo respeto. Algo que no se sabe es que los dos ajedrecistas, cuando estaban en el punto álgido de su animadversión, en algo sí que estuvieron de acuerdo: donaron 650 000 dólares de los premios del encuentro por el título mundial de 1986 para la Fundación de ayuda a las víctimas de Chernóbil. Kaspárov sigue siendo una figura icónica del ajedrez. Sigue disputando partidas de exhibición hasta contra veinte oponentes a la vez y no ha sido derrotado en ninguna de ellas. En 2009 volvió a pulverizar a Anatoli Kárpov en Valencia y en abril de 2015 le dio una paliza al Gran Maestro británico Nigel Short en San Luis (Estados Unidos).
El Gran Maestro, para mí el mejor ajedrecista del mundo, mejor incluso que el mítico Bobby Fisher, sigue en plena forma. Escribiendo, jugando al ajedrez, defendiendo los derechos humanos. Felicidades, campeón. Na zdorovie!
