Nuestra serie española favorita, La casa de papel, termina el próximo 3 de diciembre, ¡cuánto la vamos a echar de menos! Es increíble cómo esta historia ha conseguido, por una vez, ponernos de parte de los que, a priori, parecían los malos; y estar orgullosos, todos a una, de apoyarlos. Porque si algo nos ha enseñado esta serie es que el espíritu crítico bien aplicado nos hace mejorar y que las historias de resistencia enganchan. Coincidiendo con el desenlace de la serie, en el final de su quinta temporada, Estrella Galicia ha puesto el foco en esas historias de resistencia anónimas que llenan nuestro corazón. Casos verdaderos de gente real que, a pesar de no tener una vida fácil, resiste hasta lograr sus objetivos logrando su felicidad y la de muchos otros, como ha hecho la banda de las caretas de Dalí. Porque la Historia termina, pero la Resistencia continúa.
Pancracio: luchar por el oficio de hacer sonreír
Pancracio el payaso es, realmente, un jerezano de 64 años, Fernando Álvarez. Ya con 5 años decía que él, de mayor, quería ser payaso, lo que le ocasionó que unos cuantos profesores (al más puro estilo del comandante Sagasta) lo expulsaran del colegio en varias ocasiones. Pero, a los 7 años, el circo de los muchachos visitó Jerez y Fernando se fue con ellos sin tener ningún precedente circense en su familia; empujado un poco por la necesidad, como la banda del profesor, es cierto; pero, sobre todo, por pura pasión y vocación.
Cuando el Circo de los Muchachos casi se desmantela, Pancracio continuó con su oficio con una fe inquebrantable: "El payaso es un personaje que lo da todo para hacer reír sin esperar nada a cambio", explica a las nuevas generaciones de clown. Hoy, muchos años y muchas batallas después, sigue resistiendo desarrollando el trabajo de su vida. Felizmente casado con la que fue una niña que iba a verle a su función, vive frente a la Torre Eiffel de París y utiliza su don para hacer reír como terapia e inicia un proyecto de risas y resistencia con chicos que tienen autismo.
Chaflán: el bar que nunca deja a nadie atrás
En el barrio coruñés de Os Mallos hay un bar de toda la vida que es ejemplo de resistencia frente a las vicisitudes de la vida, de solidaridad y de amor hacia sus clientes, a los que consideran como parte de su familia. Anuska y Rafa, sus propietarios, lo tienen claro: "Aquí somos todos familia. El barrio, el bar y Abdou". Por eso, cuando este senegalés (cliente habitual muy querido por todo el barrio, y que se dedica a la venta ambulante) perdió a su madre y ni siquiera se planteaba ir a despedirla por falta de recursos, El Chaflán le echó un cable... El Chaflán, el barrio y muchísima gente de A Coruña que respondió de maravilla a esa llamada a la resistencia que hicieron Rafa y Anuska. La colecta que organizó este bar de toda la vida dio para que Abdou pudiera asistir al funeral de su madre e incluso para ayudar a la comunidad del senegalés. "La Resistencia sabe que está compuesta por personas que nunca dejan a nadie atrás. Algunos lo llaman banda, otros lo llaman familia... Ellos, en cambio, decidieron llamarlo BAR", le oímos decir a Pedro Alonso (el controvertido Berlín de La Casa de Papel) quien da voz a estas historias de resistencia.
Capas Seseña: cuatro generaciones resistiendo a las modas
Si hay una prenda que protagoniza una historia de resistencia y de rebelión (el motín de Esquilache) esa es la de la capa española, y Capas Seseña, en Madrid, es su principal valedor. Esta empresa fue creada en 1901 por el tatarabuelo de Marcos, quien cree que la palabra resistencia la define a la perfección: "Trabajamos de la misma manera que se hacía a principios del siglo XX. Cada capa es única e irrepetible".
No en vano son el único negocio del mundo que se dedica, en exclusiva y de forma totalmente artesanal, a la elaboración de capas. "En Capas Seseña te puede pasar que un día te sorprende en la tienda Jeremy Irons" dice Carmen Fábrega, cortadora de capas y mano derecha de Marcos desde hace más de 14 años. Por el establecimiento han pasado personajes como Pablo Picasso, Federico Fellini, Hilary Clinton, Bruce Springsteen... Y los que quedan por pasar porque hoy la tienda sigue resistiendo, siempre respetando el amor por lo artesanal, haciendo sus capas exactamente igual que hace más de 100 años. "Hemos sobrevivido a dos guerras y a una pandemia, Capas Seseña puede resistir ante todo", explica su director que tiene claro que "luchamos por ser fieles a nuestra forma de ser tanto en nuestro negocio como en la vida. No hacemos esto para resistir, nosotros resistimos porque hacemos esto".
Baiuca: el folclore gallego resiste
Cuando Alejandro Guillán llegó al colegio, se presentó cantando. La sorpresa de sus compis fue la misma que tuvo la policía cuando Tokio volvió a la Casa de la Moneda a lomos de una enduro, pero la historia terminó mucho mejor que la vuelta de Tokio a La Casa de Papel: Este pequeño, criado en una familia muy apegada al folclore gallego, creció, estudió música, conoció otros estilos y ha sabido, en los últimos tiempos, no sucumbir a lo fácil, mantenerse fiel a su esencia y reivindicar el norte. Álex (más conocido por Baiuca, el nombre de su grupo musical) lucha porque el arte tradicional gallego traspase fronteras. "Volver a tu pasado es una forma de resistencia frente a un mundo más global. Resistir para conectar con algo más puro y más sostenible", afirma.
Carlos Blasco: resistir por una pasión y no por un fin
Como el de Berlín, como el de Nairobi, Palermo, Denver... como el de Carlos Blasco, un enfermero de 25 años que, desde pequeño, ha soñado con dedicarse profesionalmente a componer música con el piano. Y lo ha conseguido, a pesar de que desde bien pequeño ha tenido que luchar día a día para aprender piano. Una vocación que tuvo que dejar de lado cuando empezó sus estudios de enfermería pero que, felizmente, ha podido retomar hace unos años compatibilizándola con su profesión. Hoy ejerce como enfermero en la UCI del hospital de Badalona y en sus ratos libres versiona canciones en youtube. "Para mí la resistencia es tener muy claro tu objetivo y luchar pese a las adversidades por lograrlo. Pero sin buscar un fin concreto, sino simplemente porque es lo que amas, tu pasión". De la mano de Estrella Galicia consiguió cumplir su sueño de convertir uno de sus temas (una versión muy personal de Bella Ciao) en la banda sonora de un anuncio, en concreto del spot sobre las historias de resistencia de personas anónimas que Estrella Galicia, inspirándose en La Casa de Papel, ha lanzado. Porque la serie de la banda del profesor termina, pero mientras siga habiendo gente con los valores de este movimiento, la Resistencia continuará. Una resistencia como la que defiende Estrella Galicia frente a la estandarización de la cerveza, destacando su autenticidad, su pasión e inconformismo con el que quiere convertirse en la cerveza más amada, no la más vendida. Como estos protagonistas anónimos, Estrella Galicia promueve el espíritu de Resistencia. ¡Descubre estas historias que te pondrán los pelos de punta! ¿Te unes?
