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Los Oscars 2022 serán los de la agresión de Will Smith a un compañero en plena gala tras un chiste sobre el peinad de su esposa. La Academia ya ha anunciado que tomará medidas. La pregunta es si deberían quitarle el Oscar, y más tras su actitud tras la gala. Al menos ya ha pedido disculpas, tarde y mal, a Chris Rock. Ahora toca que su departamento de relaciones públicas siga lavando el asunto. Hay quién ya los ve sentándose con Oprah...
Pero si no eres una estrella de cine y le das un guantazo a alguien tras hacer un chiste en la oficina o en la cena de tu empresa puede que no te valga con un post en Instagram de disculpas para conservar tu Oscar, digo, tu premio a empleado del mes. Por supuesto, las consecuencias pueden ser bastante más graves y vista la cantidad de energúmenos en redes que hay defendiendo que de un chiste, tomando o no como insulto, hay que defenderse a mano abierta, quizás haya que aclarar que este camino puede tener consecuencias más allá de la vergüenza.
Legálitas se ha puesto manos a la obra y nos ha dicho que sucede si en nuestro entorno laboral ocurre "un Will Smith". La primera pregunta, como si estuviéramos en El último duelo, de Ridley Scott, es "Si se ataca el honor de una persona, ¿es legítima cualquier defensa?"
Para los de mano fácil, diremos ya que no te puedes amparar en una presunta legítima defensa por "defender tu honor". Es decir, para llegar a las manos como legítima defensa tiene que haber una "necesidad racional de emplear la fuerza para impedir o repeler el supuesto ataque al honor". Vamos, que el único que podría haber pegado ayer una leche con razón era Rock a Smith. La única forma correcta de proceder a alguien que "ofende tu honor" es con una denuncia.
La siguiente pregunta es, si un compañero o el jefe reciben un bofetón, ¿se puede denunciar? Si solo de pensar en tu jefe recibiendo un bofetón se te mueven las manos solas (para aplaudir), que sepas que cualquier víctimas de agresión puede denunciar los hechos. Chris Rock, de hecho, ha renunciado públicamente a ello pero tendría todo el derecho del mundo. Eso sí, al menos en España tendría tiempo para volver a pensárselo, porque el plazo para hacerlo es de cinco años.
Pero quizás la pregunta más importante es qué tipo de sanciones conlleva hacer un Will Smith en el trabajo, es decir, darle un bofetón a un compañero. Si la agresión es ilegítima y la víctima no tiene lesiones, el agresor se enfrentaría a un delito leve de maltrato de obra. Esto conlleva una multa de 200 a 400 euros diarios durante uno o dos meses. Todo determinado en función de la capacidad económica del condenado. Vamos, que Will Smith lo pagaría todo a tope.
Si la víctima acaba lesionado, el castigo depende de la gravedad de las lesiones. Si son lesiones que se curan sin asistencia sanitaria, se trata de un delito leve de lesiones castigado con multas de hasta tres meses. Si las lesiones requieren asistencia médica o tratamiento quirúrgico, el delito de lesiones pasa a ser grave y las penas se eleven con multas de entre 6 a 12 meses y penas de cárcel de entre tres meses a tres años.
Ahora que la Academia se está pensando sancionar a Smith, más allá de víctima y agresor, nos queda por saber qué puede hacer la empresa en un caso como este. En España las ofensas verbales y físicas al jefe o los compañeros pueden ser causa tanto de sanción como de despido disciplinario. Es decir, te pueden despedir por la agresión aunque esta sea leve y no haya lesión.
No obstante, cada caso puede ser un mundo dependiendo de la gravedad de la agresión, aunque si es física, los caminos hacia el despido disciplinario están más que allanados. Eso sí, para que se trate de un despido procedente la empresa tendrá que acreditar el suceso, de no ser así podría ser catalogado de despido improcedente. Vamos, que reza para que el guantazo no le deje el ojo morado al compañero y haya sido en el punto muerto de la cámara de seguridad, sin testigos, o prepárate. Desde luego, de lo de Will Smith por testigos no será...
