¿Te casas? Enhorabuena, lo primero. Lo segundo: es el momento de pegarte el viaje de tu vida. Pero tú, como buen lector de Esquire, no te conformas con algo típico, no quieres el paquete vacacional al Caribe, ni tu primer o tu enésimo crucero, ni tantas otras alternativas pegadas a un escaparate de una agencia de viajes de tu barrio. Claro que no. Tú quieres un viaje de lujo, uno con el que tirar la casa por la ventana, no solo por lo que cueste o deje de costar, sino porque sea realmente único. Sí, uno de esos que no sale en guías y al que ninguno de tus colegas ha ido.

Si es tu caso, si buscas una joya escondida, un destino alejado de las masas, de las miles de parejas que se embarcan en el sota-caballo-rey de la luna de miel y que encima pretenden hacer amigos, esta lista es para ti, para ella y para que, después de este periplo, el amor os dure forever. En cualquier de estos lugares te aseguramos que las flechas de Cupido se multiplican y hacen diana tras diana.

Mara Naboisho, Kenya

Parece mentira que Naboisho se encuentre a tan poca distancia en coche del famoso Masai Mara y no sea tan conocido. Exactamente igual que su vecino, en él habitan todos los animales que quieres fotografiar (leones, leopardos, elefantes… Los ‘big 5’ al completo). Sin embargo, te sentirás mucho más apartado del mundo con muchísima menos gente, solo maravillosos alojamientos de lujo con tiendas de ensueño, sin apenas tráfico de los habituales cientos de ‘jeeps’ en los safaris y la posibilidad de disfrutar de rutas completamente personalizadas por un masai. Al terminar cualquier de ellas, daos el capricho de una cena bajo las estrellas tras la que emprender una exploración nocturna del entorno.

a lion lying down
Michael Benanav//Getty Images
Ver animales, no personas

Shelter Island, Nueva York

Los Hamptons sin multitudes. Aunque a ti Los Hamptons te suenen a exclusividad, nada más lejos de la realidad. Ya sabes que todo lo que aparece en el cine americano termina por masificarse y esta franja de costa no ha sido menos. En Shelter Island, sin embargo -mucho más rural., la vida es tranquila durante relajantes jornadas que terminan en atardeceres de película. Los sándwiches de huevo y queso con café helado son imprescindibles en el mercado Marie Eiffel cada mañana. Después de un desayuno en la bahía, puedes ir a la ciudad para explorar sus famosas tiendas de segunda mano.¿Prefieres un chapuzón en una de sus fabulosas playas o navegar el East End al completo? A la reserva de Mashomack la llaman la joya del Peconic, el estuario que inunda esta zona, y es uno de los más ricos hábitats del norte del país. Si os quedáis en el idílico hotel Pridwin viviréis el sueño americano de los años 20.

a body of water with trees and buildings around it
Booking
El verdadero sueño (y hotel) americano está en esta isla

Islamorada, Florida

Si queréis Caribe pero no queréis el típico Caribe, Islamorada es para vosotros. Las aguas de color turquesa llegan hasta aquí y en ellas podréis nadar hasta el infinito. Al atardecer, podréis daros la manita mientras gozáis de un masaje para dos frente al mar en el spa de Cheeca Lodge para, al día siguiente, estar preparados para dar unas bolas en el campo de golf del resort. Una cena romántica en The Beach Café, en Morada Bay, es el aperitivo perfecto antes de una gran noche. Ya nos entiendes.

a body of water with trees and buildings around it
Booking
El Caribe donde no te lo esperabas

Uluru, Australia

Si te quieres alejar de la civilización nada como nuestras antípodas y, concretamente, este lugar más conocido como The Rock, un monolito sagrado para los indígenas apodado también el corazón rojo del norte. Aquí puede que conozcas a otros viajeros pero te aseguramos que no serán parejas empalagosas. Lo comprobaréis nada más llegar, durante una cena bajo las estrellas, mientras un chef os sirve un menú australiano contemporáneo. Coged fuerzas para recorrer el desierto al día siguiente, ya sea surcando el cielo en un helicóptero o en tierra con un paseo en camello. La caminata al amanecer hasta el cercano pozo de agua de Mutitjulu es un ‘must’ para contemplar sus pinturas rupestres. Para compensar el aislamiento, a la ida o a la vuelta podéis parar unas horas en Sydney, aeropuerto de conexión para llegar. Si el vuelo hasta la ciudad es largo, súmale cuatro horitas más. Es el precio a pagar por lo remoto pero merecerá la pena.

a large red rock formation with Uluru in the background
Ignacio Palacios
La roca sagrada, como vuestro matrimonio

Bermudas

Hablando de remoto y de desaparecer, nada como las Bermudas con su famosa leyenda. Llegar a este triángulo es salirse del radar, casi literalmente, porque no querréis volver tras contemplar y nadar el mar de los sargazos, bucear en Church’s Bay, reposar en sus playas de fina arena o maravillaros con la exuberancia de sus bosques tropicales. El mestizaje de la población ha provocado una mezcla de gentes, tradiciones, gastronomías y músicas interesantísima y ese inequívoco aire British de ultramar le da un encanto innegable. El casco antiguo y la fortaleza de St George’s, patrimonio de la Unesco, son testigos de este pasado igual que las impresionantes grutas de cristal, repletas de estalactitas y lagos de sal, lo son de su curiosa formación volcánica. Una pasada.

tourists enjoying the crystal clear waters of the atlantic ocean at the world famous horseshoe bay beach, bermuda
by Marc Guitard
Desaparecer en Bermudas

Makepeace Island, Australia

El complejo isleño en forma de corazón propiedad de los socios fundadores de Virgin Australia, Brett Godfrey y Richard Branson, se puede reservar para un máximo de 20 personas. Sí, puedes pasar tu luna de miel en la isla privada de Richard Branson, ¿quién no querría ser náufrago aquí? Equipada a modo de resort sostenible, en consonancia total con la naturaleza, ofrece la posibilidad de no salir de ella, de las inmediaciones de tu villa o casita de madera, con todas las comodidades, de sus fantásticas franjas de playa o, todo lo contrario, contratar visitas a los cercanos parques nacionales Fraser Island y Gran Arenosa, hacer surf, flipar con vuelos panorámicos o con rutas en todoterreno y a caballo. ¿El precio? Unos diez mil la noche.

makepeace island desde el cielo
D.R.
Aquí sí que vas a tocar su corazón