Podemos decir sin riesgo a equivocarnos que el ser humano es el único animal que tropieza mil veces en la misma piedra financiera. ¿Que a Santo de qué decimos esto? La tasa de ahorro de los españoles se encuentra ahora mismo en el 5,7% de la renta disponible, lo que, para que te hagas una idea, está a un nivel inferior a los niveles observados con anterioridad a la crisis. Sí, la crisis económica esa que nos dejó con una mano delante y otra detrás. Es la mitad de la tasa de ahorro de los hogares en la zona euro (eso para que nos pongas a los españoles en contexto). Si hay una nueva recesión, que la habrá (sin ánimo de ponernos agoreros), digamos que, uf, como que no nos estamos preparando como deberíamos. A ver, que el endeudamiento de los hogares es del 60% del PIB, aún inferior a los niveles previos a la crisis, cuando llegó a alcanzar el 83% del PIB en 2009 durante la crisis financiera. "En la actualidad, el crédito al consumo sólo representa el 20% del total de la deuda de los hogares, ya que el componente mayoritario de la deuda es el crédito hipotecario", según apunta la agencia de rating Moody's.

Todo esto viene a cuento de por qué insistimos en artículos que hablan sobre ahorro, ahorrar dinero, cómo ahorrar dinero, por qué no ahorras dinero, cómo ahorrar dinero al mes, cómo ahorrar dinero diariamente, cómo ahorrar dinero rápido y fácil, cómo ahorrar dinero en casa, cómo ahorrar dinero al mes, cuánto dinero ahorrar al mes... No es que en Esquire.es no tengamos otra cosa sobre la que escribir, que mira que hay temas. Es que nos preocupamos por ti. Sabemos que no ahorras y queremos recordarte cuál es el ABC del ahorro.

Queremos presentarte 18 ideas para ahorrar dinero en 2019. Como punto de partida hemos tomado los consejos de la Unión de Consumidores de Cataluña y del libro Tu llave a la libertad financiera (Planeta, 2018). Puede que muchas te suenen; si es el caso, atención, pregunta: ¿A qué estás esperando para aplicarlas?

Si tienes prisa o a ti no te van las listas (con lo que no entenderíamos por qué estás leyendo esto), hay un consejo que los resume todos y que vale su peso en oro, a pesar de su obviedad: vive siempre por debajo de tus posibilidades. "Mejor si es muy por debajo. Cualquier adquisición económica provoca en el cerebro una subida de endorfinas que con el tiempo se estabiliza, volviendo a tu estado original. Si consigues fluir en la vida teniendo subidas de endorfinas sin la dependencia de comprar objetos materiales, entonces vivir por debajo de tus posibilidades te resultará muy fácil. Con el tiempo te acostumbras a todo, a lo bueno y a lo malo que te suceda, y con las compras ocurre lo mismo: con el tiempo te acostumbras a tu situación y te olvidas de la «necesidad» de comprar, porque no puedes prestar atención a todo a la vez. Si eres consciente de ello, le das la vuelta por completo a todo", apunta Esmeralda Gómez en Tu llave a la libertad financiera.


Establece un presupuesto mensual

Si sabes cuánto ganas, ¿por qué no aventurar cuánto debes gastar? Haciendo un listado de gastos e ingresos fijos detectarás más fácilmente cómo ordenar mejor las ‘partidas’. "Y en cuanto recibas el ingreso, y antes de llevar a cabo cualquier gasto, destina al ahorro el porcentaje que te corresponda en función de los ahorros totales que tengas: el 20 % si no tienes ahorrado un tercio de tus ingresos anuales netos o el 5 % si tienes ahorrado más de un tercio de tus ingresos anuales netos. Es muy importante que destines al ahorro ese porcentaje antes y no después. Las probabilidades de que no lo consigas si lo dejas para el final del mes son mayores", asegura Gómez.


Evita los microgastos

Que si el café de máquina, que si el medio menú, que si el sándwich del media tarde. Sí, sin mirar la calderilla se vive muy bien, pero, ¿te has parado a sumar cuánto inviertes al día en estos microgastos? "Todos estos gastos son evitables con planificación previa. Si lle-vas siempre contigo un termo con café preparado en casa, una botella de agua y algo de picar, o si reduces la práctica de fumar, el ahorro que se produce es notable", dice Gómez.


Compra fuera de temporada

"Al comprar fuera de temporada, la moda ha pasado, y hay un montón de prendas de vestir que a las empresas les cuesta más almacenar que vender por un precio muy inferior al valor de salida de esas prendas. La razón es que han perdido mucho valor para el mercado que sigue la moda, que es la mayoría. También se aplica a los aparatos tecnológicos: en la actualidad, la obsolescencia programada, entre otros factores, implica una rotación mayor de la tecnología en su conjunto, y esta rotación es la que permite comprar fuera de temporada con facilidad, adquiriendo los productos de versiones anteriores a precios muy reducidos al que tienen las últimas versiones", añade Gómez.

"Analiza las distintas ofertas de las tiendas y anota sus precios, pues las tiendas también tienen ciclos; en ocasiones, realizan descuentos interesantes y, otras veces, utilizan estrategias de venta engañosas, en las que, aunque te lo ofrecen como oferta, en realidad subieron el precio días antes de la oferta y luego le aplican un descuento dejándolo al mismo precio anterior. Si haces un seguimiento de los establecimientos, observas prácticas como ésta; si no hubieras hecho el seguimiento desde un principio, caerías en la trampa. Por eso es importante observar y comparar. Si hay un producto tecnológico que te ha encajado en todos los sentidos después de analizarlo, puedes esperar a que lancen el siguiente modelo, y de forma automática el precio de tu elección caerá porque ya estará obsoleto. Cuando no hay una necesidad real de comprar, se obtienen grandes ahorros de dinero con este tipo de prácticas", continúa.


Compara tarifas de móviles y packs de Internet

Eres un cliente fiel. Vale. Pero igual amenazando a tu compañía con una marcha sin remedio te contraofertan con algún plan más económico. Piensa qué servicios necesitan y pregúntate si tienes la mejor tarifa.


Y lo mismo con el seguro de hogar y del coche

Sin renunciar nunca a la seguridad y a las garantías que te proveen de tranquilidad, comparar precios y paquetes en el intrincado mundo de las aseguradoras puede llevarte a reducir la factura anual de forma más que evidente.


Ojo a las comisiones

Normalmente, los bancos aplican recargos por el mantenimiento de libretas y tarjetas. De nuevo, compara, y renuncia a los productos que no estés utilizando. Porque igual son 6 euros al trimestre. Pero son TUS 6 euros al trimestre.


Y a los microcréditos

Recurrir como solución a los problemas de liquidez a las tarjetas de crédito o a los préstamos exprés no es una solución, sino que supone el aumento de la espiral de deuda. Piensa en los intereses.


Apunta en una libreta todos tus gastos

"Al hacerlo, tomas consciencia de todos los gastos que se producen en tu vida y esta práctica te permite, además de un control periódico sobre tus finanzas, un autocontrol a la hora de realizarlos, reduciendo aquellos que sean innecesarios. Además, si llevas una libreta siempre contigo, serás capaz de apuntar ideas y organizar tu tiempo. Yo siempre llevo una conmigo", apunta Gómez en su libro.


Únete a tus amigos en cuentas conjuntas

De Netflix, de Spotify… No es un mito: compartir una misma cuenta es posible, y eso te lleva a dividir entre varios el coste. Siempre y cuando consideres que tus amigos son de fiar, podrás reducir también por este lado.


La lavadora, con agua fría

¿Para qué lavar tus vaqueros con un agua traída directamente del averno? El 90% de la electricidad que se consume es para calentar el agua, y la ropa sale perfecta también con los programas de 30 o 40 grados.


Ve comido al súper

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Nunca con hambre. Caerás en tu propia trampa y terminarás comprando por impulso, y no por necesidad.


Además, haz una lista

Así te alejarás también de los caprichos que luego, quizá, se te caduquen en la nevera.


Y pierde tiempo buscando marcas blancas

Porque podrán reducir hasta un 40% tu presupuesto destinado al carrito de la compra.


Para ahorrar en gasolina, planifica

Y vacía el maletero de trastos. No abuses del aire acondicionado. También, cambia de marcha a bajas revoluciones y aprovechando la inercia de las bajadas y aprovéchate del frenado del motor, sin apurar hasta el mismo momento en el que debes tenerte. Son pautas sencillas que afectan notablemente al consumo. Y la gasolina, ya lo sabes, no es un líquido barato.


Planifica tus regalos para recibirlos en eventos especiales

"Utiliza los eventos especiales para conseguir tus caprichos o las necesidades que no corran prisa. Si hay algún momento del año en el que te hacen regalos, o varios, puedes utilizarlos para que esos regalos se ajusten a aquello que quieres conseguir. Es una forma de ahorrar y mantener la ilusión en la vida a medida que avances hacia la libertad financiera. Con el paso de los años, dispondrás de dinero suficiente para comprar todos aquellos caprichos que alguna vez quisiste, aunque la satisfacción de adquirirlos será inferior a la ilusión de tenerlos. La práctica que te propongo te permite, además de ahorrar, mantener viva la llama de la ilusión esperando a que llegue el momento", recomienda Gómez en su libro.


Instala un termostato en la calefacción

Y no superes los 20 grados en invierno. En calzoncillos se está muy cómodo, cierto. Pero si se trata de ahorrar, mejor gastar un poco en ropa cómoda que despilfarrar en calefacción.


La trampa de stand-by

El pilotito rojo, que también es sinónimo de dinero malgastado. Si piensas que tampoco es para tanto, que es un dinero bien invertido porque así no te tienes que acercar a la tele para apagarla manualmente, recuerda: si huyes del stand-by, podrás ahorrar hasta 120 euros al año en la factura de la luz.


Y como consejo transversal:establece metas para el ahorro

Porque si tú mismo te motivas, si te lo tomas como un reto, será más fácil abordarlo. Podrás establecer barreras a corto, medio y largo plazo, y reírte a carcajada limpia cuando a tu compañero de trabajo, el que cobra lo mismo que tú, se le desencaje la mandíbula al enterarse que tú sí puedes permitirte un viaje al Caribe en verano. Que para eso habrás ahorrado una pasta. Y una cosa es ahorrar y otra volverse un rancio.