Sabemos que la pregunta que verdaderamente te interesa es saber qué va a pasar con el precio de la vivienda nueva. Básicamente si va a bajar y en el caso de que baje cuánto y cuándo. Preguntarse si es momento ahora, en plena pandemia, de comprar una casa es realmente preguntarse: ¿van a bajar los precios de la vivienda nueva como consecuencia de la pandemia de tal forma que va a compensar esperarse unos meses, un año, dos años... si ibas a comprar ahora? Como siempre que hablamos de temas inmobiliarios y nos ponemos serios a la hora de plantear la compra de una casa nueva, si no tienes ahorrado, como mínimo, el 35% del precio de la vivienda que te interesa, o no sabías que deberías tener ese 35% del precio ahorrado, no sigas leyendo porque vamos a estar hablando dos lenguajes distintos.

En segundo lugar, en este artículo debemos tener también superado el debate sobre qué es más interesante si alquilar o comprar. Y en tercer lugar debes tener presente que vamos a hablar del mercado de la vivienda nueva. En el mercado de la segunda mano, que concentra el 90% de las operaciones inmobiliarias, se prevén bajadas de precios y es un mercado más inestable. Piensa en todos esos inversores en pisos para alquilar en Airbnb que puedan necesitar ahora alquiler. Por cierto, hablando de inversores. Tampoco vamos a hablar de si es momento de comprar una casa como inversión (inversión a la que le quieres sacar una rentabilidad, se entiende). ¿Queda claro, no? Pues venga, vamos.

Se nos ha ocurrido que si en el sector de la vivienda de lujo puede haber oscilaciones de precio, en el resto del mercado el impacto sería aún mayor. Como nosotros no tenemos una bola de cristal, le hemos preguntado a Enrique López Granados, presidente de Caledonian, la promotora y constructora de viviendas de lujo. "Si me hubieras hecho esta misma pregunta en 2010 te hubiera dicho sin dudarlo: sí, las casas van a caer a plomo, al menos un 20 por ciento. Espérate un par de años y así pagas un 20 por ciento menos. Hoy creo que los precios casi no van a bajar", apunta López Granados.

"Las viviendas bajan su precio cuando hay un exceso del parque de viviendas y eso hay que sacarlo, como ocurrió en el año 2010. La vivienda estaba construida, y si no se vendía a diez, se vendía a cinco y si no, a dos. Hoy no estamos en esa situación. No creo que haya un parque de viviendas ahora mismo que haya que sacar a cualquier precio. Hoy no hay una oferta de vivienda que a nadie le apriete. Con lo cual no parece en ese sentido que la vivienda vaya a bajar", continúa. Además, añade "lo que hay ahora es un parque de viviendas que tiene un precio razonable para los estándares de precios de la vivienda históricos. Hoy las viviendas, comparadas con los precios de 201, valen lo mismo. Eso es una realidad. Me da igual lo que digan lsa estadísticas. Nosotros estamos haciendo viviendas en la misma zona y con el mismo tamaño y la estamos vendiendo al mismo precio que hace diez años. Y la competencia vende al mismo precio que hace diez años".

“Ahora mismo los promotores estamos siendo muy prudentes y los bancos están siendo muy prudentes. Los bancos no están financiando suelo. Están financiando con muchísima prudencia. Al final la probabilidad de que los bancos se queden con casas sin vender y las malvendan es remota. No lo veo a mi alrededor ese escenario. Y eso es lo que puede hacer que al final la vivienda nueva pueda salir a un precio muy barato. Que un banco se quede con una promoción y le baje el precio sustancialmente. No creo que eso vaya a pasar ahora. No hay ahora promociones de los bancos sin vender", apunta.

Otra cosa es que el mercado inmobiliario de vivienda nueva se ralentice. "¿Cuál es la probabilidad de que alguien se meta en un mercado que no va a ser dinámico a ver si compra un suelo muy barato, construya y lo venda un poco más barato para competir con lo que ya hay? No parece muy seductor el plan. Esa es la parte que me hace pensar que la vivienda no baja. ¿Por qué? Porque la gente que ya ha construido no la va a malvender, porque no está en esa situación, y el que no ha empezado, no se va a meter, porque no está el mercado para meterse", apunta.

"Creo que lo que va a pasar es que se van a ralentizar las ventas, que el negocio de la construcción y promoción de viviendas se va a enfriar dramáticamente y los que tenemos cosas hay hechas las iremos vendiendo y el que esté fuera se dedicará a otra cosa", concluye.