Tener trabajo es bueno. Nos mantiene activos, nos paga las facturas y, con un poco de suerte, te hace sentirte realizado si te gusta lo que hacer y hasta puedes ahorrar si ganas un sueldo digno. Pero trabajar mucho es malo. Echar muchas horas, no hacer prácticamente otra cosa, y estar deseando que llegue el fin de semana para tratar de descansar y olvidarte de los otros cinco días llega a provocar una quemazón que puede provocar graves males a nuestras vidas, a todos los niveles.

Seguro que muchas veces te has preguntado si podrías trabajar menos tiempo cobrando lo mismo. Pues eso es lo que lleva haciendo la empresa neozelandesa Perpetual Guardian desde hace casi un año. Ofrecer a sus 240 trabajadores la opción de trabajar de lunes a jueves, o mantener la tradicional jornada de cinco días. En ambos casos cobrando lo mismo, aunque los que optaban por elegir los cinco días eran recompensados con más flexibilidad para empezar o finalizar la jornada más pronto para evitar los problemas de tráfico, o poder conciliar sus horarios mejor con los horarios infantiles en los caso de aquellos que eran padres.

Los resultados fueron abrumadores: el 78% de los trabajadores que eligieron la jornada de 4 días afirmaron que habían experimentado una mejor conciliación entre su vida laboral y personal, algo que antes de aplicarse la medida, solo declaraba un 54% de la plantilla. Además, los niveles de estrés se redujeron un 7%, al mismo tiempo que el grado de satisfacción subió un 5%.

Durante marzo y abril de 2018 probaron la medida, y en octubre, un grupo de juristas confirmaron que la medida cumplía con la ley y las condiciones laborales de Nueva Zelanda.

Poco después, Ian Lees-Galloway, ministro de Relaciones Laborales de Nueva Zelanda, afirmó que le parecía muy interesante, e incluso animó al resto de empresas para que siguieran ese camino e investigaran nuevos modelos de jornada laboral para mejorar las vidas de sus trabajadores.

Ojo. También hubo empleados que se mostraron críticos con dicho cambio. Las quejas llegaron a la hora de subrayar que subieron los niveles de presión para completar el trabajo de cinco días en cuatro. Al fin y al cabo, la carga de trabajo seguía siendo la misma, pero contaban con menos tiempo, por lo en algunas ocasiones las horas de trabajo tuvieron que aumentarse para completar el trabajo.

La medida es complicada de aplicar para aquellos que trabajan con fechas de entrega límite, o en casos en las que las cargas de trabajo varían por época de año, o reducciones de personal en épocas de vacaciones, por ejemplo.

Y tú, ¿qué opinas?